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Polémica por las elecciones en el Instituto Indígenas

Viernes, 07 de diciembre de 2012 02:28

Otra polémica rodea al principal organismo que tienen los pueblos originarios de Salta. Primero se conoció el resultado de una auditoría que daba cuenta de serias irregularidades ocurridas entre el 2009 y el 2010. Después, El Tribuno consignó que en Santa Victoria Este se entregaron casas de madera inhabitables para algunos aborígenes del chaco salteño. La máxima autoridad de la entidad había reconocido que no eran “las viviendas que se necesitan en la zona”, aunque sostuvo que era “peor que sigan viviendo en chozas”. Ahora una comunidad wichi de Tartagal denunció fraude en las elecciones generales del Instituto Provincial de Pueblos Indígenas (IPPIS) que se realizarán el 15 de este mes y que es conducido por Indalecio Calermo.

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Otra polémica rodea al principal organismo que tienen los pueblos originarios de Salta. Primero se conoció el resultado de una auditoría que daba cuenta de serias irregularidades ocurridas entre el 2009 y el 2010. Después, El Tribuno consignó que en Santa Victoria Este se entregaron casas de madera inhabitables para algunos aborígenes del chaco salteño. La máxima autoridad de la entidad había reconocido que no eran “las viviendas que se necesitan en la zona”, aunque sostuvo que era “peor que sigan viviendo en chozas”. Ahora una comunidad wichi de Tartagal denunció fraude en las elecciones generales del Instituto Provincial de Pueblos Indígenas (IPPIS) que se realizarán el 15 de este mes y que es conducido por Indalecio Calermo.

“Nos enteramos que por nuestra comunidad existe un congresal que nunca elegimos y que no nos representa. Nos hicieron una trampa, porque habíamos elegido en asamblea a un representante para votar en contra de Calermo y resulta que ellos pusieron un congresista a dedo para que vote a favor de él, siendo que estamos totalmente en contra de su gestión en el IPPIS, porque jamás nos ayudó y acá la gente vive bajo un nailon”, le dijo a El Tribuno Nancy Guzmán, acompañada de María Magdalena Pérez, cacique de la comunidad wichi El Porvenir, en Tartagal.

“Nosotros decimos que es un fraude, porque el congresal que figura en el IPPIS no tiene ningún cargo en nuestra comunidad y no fue elegido por la asamblea. Además, nos dicen que ya no se puede anular, porque pasó la fecha para presentar objeciones”, agregó la aborigen. Para determinar quién será la máxima autoridad del organismo, cada comunidad debe elegir primero en asamblea a un congresal. Estos congresales elegirán a su vez a un vocal en representación de cada etnia indígena y serán los vocales quienes finalmente nombren al dirigente que presidirá la institución por los próximos dos años.

“Pasaron por arriba de nuestras autoridades para hacer la trampa, porque sabían que nunca vamos a apoyar a Calermo. El nos ha hecho mucho mal a nosotros. Como vio que las mujeres quedamos como autoridad, nos quiere correr. No le gustaba que tengamos reuniones con otros caciques y nos amenazó con desalojarnos diciendo que los terrenos son de él, pero son tierras fiscales. Piensa que como somos mujeres le vamos a tener miedo. El dice que vamos a depender de él si queremos beneficios, pero ya no tenemos miedo de que venga a atropellarnos”, aseguró Guzmán.

Pero esta no es la única polémica en torno del Instituto. En noviembre se conoció un documento de la Auditoría General de la Provincia de Salta que destaca una serie de irregularidades. Se constató, entre otras cosas, que “no existe un sistema de registración contable, financiero y patrimonial, que permita evaluar la integridad de la información proporcionada por el auditado” y que el IPPIS “no elaboró los estados contables de los años 2009 y 2010”.

“Si tienen pruebas, que se las den a la Justicia”

 

 INDALECIO CALERMO, PRESIDENTE DEL IPPIS

El presidente del IPPIS descalificó las denuncias en su contra y aseguró que va a ganar las elecciones. “Si alguien sabe que yo he robado, que se anime a poner la denuncia ante la Justicia. Apuesto a que no se anima. Es cierto que me he ganado una platita, pero trabajo día y noche. No soy rico, aunque tampoco me muero de hambre. Estoy pagando con mi sueldo 126 ayudas. Hace 42 años que trabajo por la causa aborigen. He dejado mi vida, mi juventud y doy respuestas a todo el mundo. Pero muchas veces no se puede”, dijo.

Sobre el sorteo de motos opinó: “Cada candidato, con sus propios medios, es libre de hacer la jugada como quiera. Pero eso no tiene nada que ver con la plata del IPPIS. Si sortean los políticos, ¿por qué no podemos los aborígenes?”. Además, fue muy duro con los políticos. “Se quieren meter en las elecciones y nos critican, pero ellos pasaron muchos años en el gobierno y no se entiende por qué no solucionaron algo cuando tuvieron la oportunidad. No viven en una choza, sino en un departamento en la Santiago del Estero. Creo que deben dejar tranquilos a los aborígenes. Me refiero sobre todo al senador Mashur Lapad y al diputado Daniel Villa, que trasladan su disputa de poder al IPPIS y no lo vamos a permitir. Los legisladores están para legislar”, afirmó el dirigente.

“El choreo se termina el día 15”

Fausto Machuca es un reconocido opositor de la gestión de Calermo frente a la organización aborigen. “Es un ladrón, pero el choreo se termina el 15 de diciembre, porque las comunidades maduraron y ya no cambian votos por las motos que regala”, dijo quien fuera el primer subsecretario de Pueblos Originarios de la Provincia y el funcionario elegido para normalizar el IPPIS en 2008. “Las elecciones son un asco. Hay más fraude que con los conservadores, porque Calermo es un déspota autoritario que no solo repite el mecanismo fraudulento que se ve en El Porvenir, sino que tampoco coloca los padrones provisorios en lugares públicos, como dice la ley, y a los que le ganan limpiamente los impugna con estudios jurídicos de Buenos Aires”, denunció.

Dos posturas

  • “Es un fraude, porque el congresal que figura en el IPPIS no tiene ningún cargo en nuestra comunidad y no fue elegido por la asamblea”, denunciaron.
  • “Si alguien sabe que yo he robado, que se anime a poner la denuncia ante la Justicia. Apuesto a que no se anima”, respondió Indalecio Calermo, presidente del IPPIS que busca ser reelecto.

 

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