En sillas de ruedas o con muletas o bastón. De a pie, a paso lento, abrazando pequeñas imágenes de la Virgen o apretando con fuerza un rosario. Unos 9 mil peregrinos que llegaron de distintos puntos del país y hasta de otros países demostraron ayer, una vez más, su devoción por la Virgen del Cerro.
La fiesta central de la Inmaculada Madre del Divino Corazón de Jesús este año coincidió con la de la celebración de la Virgen del Valle. El inmenso predio donde se emplaza el santuario, en la cima del barrio Tres Cerritos, estuvo colmado pasado el mediodía y hasta la noche.
Hubo misa y la ya tradicional procesión de luces con la imagen de la Inmaculada Madre en andas. El altar de la Virgen estuvo impregnado del aroma de flores. Cánticos y oraciones armonizaron la jornada religiosa. La emoción se vio en cada rostro y en los ojos llorosos de los devotos.
A las 19.30 la gente subió por la ruta que conduce hasta la ermita con antorchas. Numerosos enfermos e impedidos de participar de la procesión pudieron recibir la denominada Toma de Gracia momentos antes.
Fue la oportunidad para que decenas de personas inválidas, ciegas y con distintas enfermedades se acercaran a tocar a la Virgen y a ofrecer una oración.
La celebración, según personal de la Policía de la Provincia de Salta, congregó a unas 9 mil personas hasta antes del comienzo de la procesión. Aunque la cifra es variable porque contantemente las personas suben y bajan del santuario.
Rosa llegó desde Ituzaingó, Buenos Aires, para pedir a la Virgen especialmente por la salud de su sobrina de 25 años. “Mi hermosa sobrina espera el trasplante de dos riñones y un páncreas. Tengo fe de que la Virgencita del Cerro la ayudará. Confío en ella y guardo la esperanza de que pronto aparecerá el donante”, dijo.
Claudia y Raúl con su hijo Benjamín, de 7 añitos, que está postrado en una silla de ruedas por una malformación, vinieron también desde Buenos Aires, de Morón. “Dicen que ella hace milagros, así es que encomendamos a nuestro único hijo y lo ponemos en sus manos para que vuelva a caminar”, dijeron.
La fiesta marca el inicio del receso de verano hasta enero de 2013. Con la conferencia de hoy, a las 8, en el estadio Delmi, María Livia Galliano de Obeid finaliza las actividades.
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En sillas de ruedas o con muletas o bastón. De a pie, a paso lento, abrazando pequeñas imágenes de la Virgen o apretando con fuerza un rosario. Unos 9 mil peregrinos que llegaron de distintos puntos del país y hasta de otros países demostraron ayer, una vez más, su devoción por la Virgen del Cerro.
La fiesta central de la Inmaculada Madre del Divino Corazón de Jesús este año coincidió con la de la celebración de la Virgen del Valle. El inmenso predio donde se emplaza el santuario, en la cima del barrio Tres Cerritos, estuvo colmado pasado el mediodía y hasta la noche.
Hubo misa y la ya tradicional procesión de luces con la imagen de la Inmaculada Madre en andas. El altar de la Virgen estuvo impregnado del aroma de flores. Cánticos y oraciones armonizaron la jornada religiosa. La emoción se vio en cada rostro y en los ojos llorosos de los devotos.
A las 19.30 la gente subió por la ruta que conduce hasta la ermita con antorchas. Numerosos enfermos e impedidos de participar de la procesión pudieron recibir la denominada Toma de Gracia momentos antes.
Fue la oportunidad para que decenas de personas inválidas, ciegas y con distintas enfermedades se acercaran a tocar a la Virgen y a ofrecer una oración.
La celebración, según personal de la Policía de la Provincia de Salta, congregó a unas 9 mil personas hasta antes del comienzo de la procesión. Aunque la cifra es variable porque contantemente las personas suben y bajan del santuario.
Rosa llegó desde Ituzaingó, Buenos Aires, para pedir a la Virgen especialmente por la salud de su sobrina de 25 años. “Mi hermosa sobrina espera el trasplante de dos riñones y un páncreas. Tengo fe de que la Virgencita del Cerro la ayudará. Confío en ella y guardo la esperanza de que pronto aparecerá el donante”, dijo.
Claudia y Raúl con su hijo Benjamín, de 7 añitos, que está postrado en una silla de ruedas por una malformación, vinieron también desde Buenos Aires, de Morón. “Dicen que ella hace milagros, así es que encomendamos a nuestro único hijo y lo ponemos en sus manos para que vuelva a caminar”, dijeron.
La fiesta marca el inicio del receso de verano hasta enero de 2013. Con la conferencia de hoy, a las 8, en el estadio Delmi, María Livia Galliano de Obeid finaliza las actividades.