El exbaterista del grupo Callejeros Eduardo Vázquez negó ayer haber rociado y prendido fuego a su mujer, al declarar en el inicio del juicio en su contra por la muerte de Wanda Taddei, ocurrida en febrero de 2010.
inicia sesión o regístrate.
El exbaterista del grupo Callejeros Eduardo Vázquez negó ayer haber rociado y prendido fuego a su mujer, al declarar en el inicio del juicio en su contra por la muerte de Wanda Taddei, ocurrida en febrero de 2010.
En dos horas de declaración ante los jueces, Vázquez insistió en que se trató de un accidente: “yo no hice nada malo, y se me puso preso solo por la duda; yo no rocié a mi mujer ni le prendí fuego como pudo haber hecho algún hijo de p...”, señaló.
“Ella se sentía muy protegida, era el amor de mi vida”, dijo el músico, quien afirmó que ese sentimiento era “genuino” entre ambos y que “nunca” le pegó ni maltrató a Wanda, a quien conoció cuando eran adolescentes, allá por 1994.
Durante esos años a ella “le gustaba que la pase a buscar al colegio” y aseguró que “pasaban horas” en la avenida General Paz, hasta que Jorge Taddei, el papá de Wanda, lo vio y le dijo “rajate”, por lo que dejaron de verse seguido. Vázquez señaló que “esa época era un estado de amor puro”, pero por los reproches de la familia Taddei a Wanda, dejaron de verse.
Años más tarde, él tuvo una hija con otra mujer y Wanda tuvo dos niños con Jorge Elechosa, de quien luego se separó. Luego de un fugaz reencuentro, y en donde cada uno había ya formado pareja, Vázquez explicó que se reencontró con Wanda tras la tragedia de Cromañón, en 2008. Así fue como volvieron a estar en pareja y a fines de 2009 se casaron y se fueron a vivir a la casa de la calle Pizarro 7083, donde el 10 de febrero de 2010 ocurrió el episodio por el cual Wanda terminó con el 60 por ciento de su cuerpo quemado y murió el 21 de ese mes por las heridas que tenía.
Vázquez explicó que Wanda inició una discusión porque él había llegado tarde de Parque Patricios, donde fue a ensayar con otros músicos.
“Le pedí que bajara la voz porque los nenes estaban durmiendo, ella no paraba de decirme cosas”, recordó Vázquez, quien agregó: “Se me puso al frente con la botella de alcohol, atinó a tirármela en la cabeza, la agarro, y en el zamarreo nos quedamos mojados” con esa sustancia, detalló. “Luego prendí el cigarrillo y me prendí la mano, con la otra quise apagarlo y se prendió también. Wanda me dijo: “¿Qué hacés, pelotudo?”, agarró una almohada para ayudarme, y al acercarse se prendió ella, e intentamos apagarnos abrazándonos”.
“Amor, accidente; amor, Santojanni”, recordó Vázquez que le dijo Wanda, a quien trasladó en auto a la guardia de dicho hospital, y a las pocas horas los policías se presentaron y lo detuvieron.