Si hay un país en la región que conoce de terrorismo es la Argentina. Pese a los dos ataques fatales que sufrió en la década del 90, aún no hay presos por ninguno de los atentados. En diálogo con El Tribuno, Daniel Gazit aseveró que “Argentina no es un país antisemita”, y concluyó: “Me hubiera gustado que haya presos por los atentados en Buenos Aires”.
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Si hay un país en la región que conoce de terrorismo es la Argentina. Pese a los dos ataques fatales que sufrió en la década del 90, aún no hay presos por ninguno de los atentados. En diálogo con El Tribuno, Daniel Gazit aseveró que “Argentina no es un país antisemita”, y concluyó: “Me hubiera gustado que haya presos por los atentados en Buenos Aires”.
Hoy se cumplen 20 años del atentado a la Embajada de Israel, ¿qué cambió en la Argentina desde entonces?
Cambió el mundo. No sé si Argentina ha cambiado tanto, aunque dos años después del atentado a la Embajada vino el ataque a la AMIA. El mundo se acostumbró a vivir con el terror. Lo peor que pasó en estos veinte años es que hay más terror en el mundo y el mundo lo acepta como una cosa normal, no como algo contra lo que hay que unirse y luchar. Juntos debemos denunciar a los países como Irán, que apoyan el terrorismo. Eso para mí fue el cambio más notorio.
¿A qué adjudica que el mundo sea más peligroso que antes?
Porque los medios que hoy tienen los terroristas son mucho más aterradores de los que tenían antes. Además, en pocos años más los terroristas tendrán en sus manos artefactos nucleares; sobre todo Irán, que está desarrollándolos. Yo no tengo ninguna duda de que en el momento que caigan en manos de Hamas y Hezbollah, estas dos organizaciones no van a dudar ni un segundo en utilizar esas armas.
¿Cree que la Argentina está hoy más preparada que hace veinte años en términos de seguridad?
Pienso que hay más conciencia.
¿En qué hay más conciencia?
En el sentido de que la gente sabe que un atentado puede ocurrir, porque ya ocurrió. Se están tomando las medidas de seguridad necesarias.
¿Cómo toma que, a tantos años de haberse producido, no haya presos por los ataques a la Embajada y a la AMIA?
Me hubiera gustado que haya presos por los atentados en la Argentina, por supuesto. Pero lo más importante es impedir que haya nuevos atentados. Ya pasaron veinte años del de la Embajada y lo más importante es que los responsables ideológicos sean detenidos.
Recién el jueves se reglamentó la ley de indemnización a las víctimas del atentado, ¿cómo tomó eso?
Fue un atentado contra la Argentina. Pienso que hay muchos países en el mundo que actuaron del mismo modo. Me refiero a compensar a las víctimas de los atentados terroristas.
¿Piensa que es inminente un ataque de Israel o Estados Unidos a Irán?
El mundo ya percibe la amenaza que viene desde Irán. Es el mismo país que hizo dos atentados en Buenos Aires y otros atentados en los últimos meses en la India, en Tailandia, entre otros. Es el mismo Irán que sigue apoyando el terror. Si el mundo no ve a tiempo esa amenaza, puede haber problemas. El único modo de combatir esto es juntar todos los esfuerzos para evitar que se propaguen las armas nucleares. Eso no significa necesariamente una guerra, significa que hay que unirse con presión internacional y sanciones para que Irán piense dos veces si vale la pena seguir buscando armas nucleares.
¿Le preocupa la fuerte inserción de Venezuela en la Argentina, teniendo en cuenta que es un aliado clave de Irán?
La inserción de Venezuela no me preocupa, me preocupa la inserción de Irán en América Latina. En Venezuela, por ejemplo, ya hay un grupo llamado Hezbollah Venezuela, que está ligado a Hezbollah del Líbano.
¿Considera que la postura Argentina respecto de Irán es lo suficientemente dura como a ustedes les gustaría?
Argentina insiste en que hay que llevar a los responsables de los atentados al juicio. El Gobierno insiste con esa política. Eso nos parece bien.
¿Cree que hay mucho antisemitismo en la Argentina o no?
El antisemitismo existe hace dos mil años en todo el mundo, es un fenómeno que no se puede explicar racionalmente. Hay antisemitismo en Argentina como lo hay en otros países del mundo, pero acá hay conciencia de que hay que luchar contra eso y luchan. Argentina no es un país antisemita.