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Jóvenes solidarios en la Quebrada del Toro

Miércoles, 04 de abril de 2012 11:29

Un grupo de jóvenes de Cerrillos inició una campaña solidaria en favor de las familias asentadas en la Quebrada del Toro, especialmente de las que viven el parajes San Bernardo de las Zorras y El Rosal porque fueron afectadas por las inclemencias climáticas en el verano.

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Un grupo de jóvenes de Cerrillos inició una campaña solidaria en favor de las familias asentadas en la Quebrada del Toro, especialmente de las que viven el parajes San Bernardo de las Zorras y El Rosal porque fueron afectadas por las inclemencias climáticas en el verano.

Las continuas precipitaciones dañaron sus viviendas, arrasaron con sus cultivos y el ganado menor. Es decir, que los anegamientos acabaron con sus medidos de subsistencia. Hoy, a pesar de que el período de lluvias terminó, las consecuencias son aún palpables y la gente necesita ayuda para salir adelante. Lo prioritario es la mercadería, la ropa de vestir y el calzado, contaron. Quienes estén interesados en colaborar, pueden acercar su donación a pasaje Isla Soledad 222, barrio Antártida Argentina, Cerrillos, o llamar al (0387) 4 999043 o al 155 260 150.

Abel Fernández, uno de sus integrantes del grupo Jóvenes Solidarios, contó detalles de la experiencia: “Somos unos 20 amigos, que si bien cada uno se dedica a actividades distintas, a los que nos une el trabajo por las personas que lo necesitan. Esta vez, estamos abocados a la tarea de llevar ayuda a la gente de la Quebrada del Toro”.

El joven señaló a El Tribuno que el acceso a la zona es muy difícil, puesto que hay que atravesar varias veces el cauce del río Toro y agradeció la colaboración de la Subsecretaría de Defensa Civil que los transportó recientemente hacia allí, a fin de hacer un relevamiento de la situación y llegar con un poco de ayuda a la población.

“La situación de esas familias es desesperante. Cuando llegamos hace unas semanas con mercadería, se acercó una mujer caminando desde muy lejos porque no tenía alimentos para comer y también necesitaba ropa y calzado para sus hijos. Nos conmovió la realidad de una anciana, que vive en una pequeña pieza de adobe, casi a la intemperie porque el agua se llevó prácticamente toda la vivienda”, relató Fernández.

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