José Valdiviezo, a sus 42 años, fue el futbolista de rendimiento más regular en la frustrada excursión de Gimnasia y Tiro en el presente torneo Argentino A. Y pese a tener intervenciones discontinuas en más de una oportunidad, en líneas generales, sus actuaciones acertadas fueron determinantes en varias paradas que terminó salvando el albo.
Pero más allá de haber sido el responsable directo de la falta de continuidad de Juan Cruz Mulieri, el pergaminense no duda en rescatar las cualidades técnicas y humanas del Flaco, y de identificarlo entre sus mejores amigos del plantel.
“José es uno de los grandes amigos que me llevo de este grupo. Compartí con él mucho más que con cualquier otro: Concentraciones, trabajos diferenciados. Es un tipo bárbaro y tiene una familia espectacular. Es una persona de bien que tendrá la puerta abierta en lo que emprenda, si decide seguir atajando o si al final opta por retirarse. Estoy atrás de un gran arquero y de una mejor persona, de la cual aprendí mucho en este camino del fútbol”, expresó Mulieri como una muestra de camaradería, evidenciando la escasamente maliciosa competencia por un puesto. El guardavallas reconoció haberse mirado en más de una oportunidad en el espejo del tartagalense, pero volvió a remarcar su desafío inmediato, que va más allá de su amistad por el Flaco. Más allá de lo que haga o decida José, yo quiero atajar siempre y ser protagonista. Estuve un año detrás de un gran arquero y una gran persona. Ya demostré que puedo atajar y lo que más quiero ahora es la continuidad que perdí”.
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José Valdiviezo, a sus 42 años, fue el futbolista de rendimiento más regular en la frustrada excursión de Gimnasia y Tiro en el presente torneo Argentino A. Y pese a tener intervenciones discontinuas en más de una oportunidad, en líneas generales, sus actuaciones acertadas fueron determinantes en varias paradas que terminó salvando el albo.
Pero más allá de haber sido el responsable directo de la falta de continuidad de Juan Cruz Mulieri, el pergaminense no duda en rescatar las cualidades técnicas y humanas del Flaco, y de identificarlo entre sus mejores amigos del plantel.
“José es uno de los grandes amigos que me llevo de este grupo. Compartí con él mucho más que con cualquier otro: Concentraciones, trabajos diferenciados. Es un tipo bárbaro y tiene una familia espectacular. Es una persona de bien que tendrá la puerta abierta en lo que emprenda, si decide seguir atajando o si al final opta por retirarse. Estoy atrás de un gran arquero y de una mejor persona, de la cual aprendí mucho en este camino del fútbol”, expresó Mulieri como una muestra de camaradería, evidenciando la escasamente maliciosa competencia por un puesto. El guardavallas reconoció haberse mirado en más de una oportunidad en el espejo del tartagalense, pero volvió a remarcar su desafío inmediato, que va más allá de su amistad por el Flaco. Más allá de lo que haga o decida José, yo quiero atajar siempre y ser protagonista. Estuve un año detrás de un gran arquero y una gran persona. Ya demostré que puedo atajar y lo que más quiero ahora es la continuidad que perdí”.