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17 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Julio Cobos: ?Scioli es el más presidenciable que tiene hoy el justicialismo?

Domingo, 20 de mayo de 2012 15:54

Las crecientes denuncias contra Amado Boudou volvieron a poner el rol del vicepresidente en la boca de todos. Sumado a eso, el escándalo en la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo y la denuncia ante la Oficina Anticorrupción contra el vicegobernador Gabriel Mariotto colocaron a la corrupción otra vez en el eje de los debates. “Las denuncias de corrupción caracterizaron a la gestión menemista y hoy pareciera que vuelven a aflorar con nuevas sospechas”, sostuvo el exvicepresidente de Cristina. En una entrevista con El Tribuno, el exgobernador radical de Mendoza criticó la visita de la Presidenta a Angola, admitió que hay “sectores” que le piden ser candidato a diputado nacional en 2013 y negó haber sido “un traidor” mientras ejerció la vicepresidencia.

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Las crecientes denuncias contra Amado Boudou volvieron a poner el rol del vicepresidente en la boca de todos. Sumado a eso, el escándalo en la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo y la denuncia ante la Oficina Anticorrupción contra el vicegobernador Gabriel Mariotto colocaron a la corrupción otra vez en el eje de los debates. “Las denuncias de corrupción caracterizaron a la gestión menemista y hoy pareciera que vuelven a aflorar con nuevas sospechas”, sostuvo el exvicepresidente de Cristina. En una entrevista con El Tribuno, el exgobernador radical de Mendoza criticó la visita de la Presidenta a Angola, admitió que hay “sectores” que le piden ser candidato a diputado nacional en 2013 y negó haber sido “un traidor” mientras ejerció la vicepresidencia.

¿Cree que hay un resurgimiento del clima de corrupción en la Argentina?

No son buenos ejemplos los que uno escucha, sobre todo lo que ha ocurrido con la Fundación Madres de Plaza de Mayo y con las causas unificadas del vicepresidente (Amado Boudou). Las denuncias de corrupción caracterizaron a la gestión menemista y hoy pareciera que vuelven a aflorar con nuevas sospechas. Esto no ayuda a la política a abocarse a los verdaderos problemas y desvía la atención de funcionarios que tienen que dar explicaciones. No ayuda a la credibilidad de la dirigencia política, porque la gente acostumbra poner a casi todos en la misma bolsa. Estamos hablando de hechos graves que espero que sean esclarecidos por el bien del país, que necesita verse representado por instituciones sólidas y funcionarios honestos.

 

¿Considera que la unificación de las causas contra Boudou agilizará o retrasará la investigación?

En mi humilde conocimiento de derecho, el delito de enriquecimiento ilícito es el único caso en el que se invierte la causa de la prueba. Uno tiene que demostrar que es inocente y no al revés. Todos esperamos que esto no haya sido una chicana jurídica del juez (Ariel Lijo) para sacar del medio al fiscal (Carlos) Rívolo, que venía actuando de manera importante. Así que vamos a ver cómo evolucionan los hechos, pero hay muchas pruebas en contra del vice. Ahora se conoció que Ciccone le había pagado pasajes aéreos al hermano de Boudou y a su socio (José María Núñez Carmona). Son muchas casualidades, hay que ver si no hay una causalidad. Hay que depositarle toda la confianza a la Justicia. Lo que tendría que hacer el vicepresidente, más que buscar recusaciones, es dar las explicaciones que los ciudadanos necesitan.

¿No piensa que la ratificación del fiscal Jorge Di Lello, que imputó a Boudou esta semana, puede ser una señal alentadora?

La verdad es que todos esperábamos que el juez confirmara a Rívolo. Ahora que las causas están unificadas, habría que ver cómo evoluciona el tema. Cuando el fiscal pone en tela de juicio el enriquecimiento del vicepresidente, el juez lo podría haber rechazado. El juez lo aceptó, y eso es un paso.

¿Quién cree que le hizo más mal a la Presidenta, usted con su voto no positivo o Boudou con sus problemas con la Justicia?

Son cosas distintas. Yo no le hice ningún mal. Lo mío constituyó algo necesario, ya que estaba en juego resolver la paz social más que un conflicto sectorial. En todo momento busqué los acuerdos y un cuarto intermedio (al votarse la resolución 125). Así que yo no creo que le haya hecho ningún mal. La Presidenta le brindó a Boudou toda la confianza y por eso lo está respaldando. Esperemos que no se equivoque en esa decisión. Ahora está en manos de la Justicia demostrar si fue un error o no el respaldo que la Presidenta le está dando a Boudou.

A usted lo acusaron de “traidor” mientras era vice. ¿Quién cree que era más “traidor”, usted con Cristina o Gabriel Mariotto con Daniel Scioli?

Yo no he sido ningún traidor. La lealtad de un hombre público es hacia la Constitución, hacia el pueblo y hacia la verdadera política. Yo terminé mi gestión cumpliendo un mandato, ofreciéndole a la Presidenta recomponer la relación a partir de ahí. Además, terminé la gestión no solo de vicepresidente sino también de gobernador con el mismo patrimonio que tenía. Todo el patrimonio que tengo lo hice en la vida privada como ingeniero, donde trabajé veinte años. En la administración pública incluso hasta disminuí mi patrimonio porque tuve que vender un departamento. Creo que la relación de Mariotto con Scioli pasa por una relación interna del peronismo. Mariotto está tratando de ponerle límites a Scioli, uno de los hombres presidenciables. Diría que es el más presidenciable que tiene hoy el justicialismo. Scioli es un hombre del peronismo, no es kirchnerista ni por su pensamiento ni por su forma de actuar. Es un hombre de diálogo, respetuoso. Yo no voy a darle ningún calificativo a Mariotto, es un problema que debe resolverse internamente en el justicialismo.

 

Esta semana la presidencia quedó en manos de Beatriz Rojkés, ya que Cristina estaba en Angola y Boudou en Suiza, ¿es normal?

No es muy común. Yo siempre que tenía un viaje al exterior consultaba a través de Protocolo y de Cancillería para no dejar este bache en la función que yo desempeñaba de cubrir a la Presidenta de la Nación cuando ella no estuviera (en el país). Esto pasa por una decisión de la Presidenta, porque es ella la que le pidió al vicepresidente que asistiera (a Ginebra) a recibir un premio en nombre de ella. No es muy común.

¿Cómo tomó la reunión de Cristina con el presidente de Angola, en la que no se mencionó el tema de los derechos humanos?

No está en consonancia con lo que pasó cuando vino a la Argentina el presidente de Guinea Ecuatorial, donde incluso se le recriminó la visita. Habrá que preguntarle a ella cuáles son las explicaciones de este comportamiento dual que se tiene cuando se hace tanto hincapié en los derechos humanos del país, cosa que todos estamos de acuerdo, pero se debería tener en cuenta a aquellos que permanecen en el poder de forma no democrática y, sobre todo, con sospechas sobre violaciones a los derechos humanos.

Usted conoció personalmente a la Presidenta, ¿piensa que irá por una re-reelección?

No lo sé, pero sería muy malo si lo hiciera. Creo que el radicalismo debe tomar una postura fuerte en defensa de la alternancia. Una re-reelección no le haría nada bien al país. Por más buena gestión que esté terminando, siempre hay hombres o mujeres que pueden ser los herederos, sino estaríamos subestimando a toda la dirigencia del país.

Falta poco más de un año para las elecciones legislativas, ¿usted será candidato a diputado?

No, no. Esto me lo han preguntado varias veces. Yo por ahora estoy en un impasse de ejercer un cargo en la administración pública. Por ahora no estoy pensando en ninguna candidatura, más allá de que, desde algunos sectores, me están pidiendo que considere esto. Falta mucho tiempo y no es momento de tomar decisiones ahora.

¿No cree que hay una cuota alta de inoperancia en la oposición para instalar temas en la agenda pública?

Es una lástima. Sobre todo que hay que tomar estrategias porque la oposición está actuando de buena fe y apoyando determinados proyectos, como en el tema YPF. Entonces también podría exigir dentro de esta relación lógica y democrática que se traten y se discutan, por lo menos en el Congreso, algunos proyectos que tienen impulso legislativo. Uno de los casos es el que ha presentado el presidente de la UCR (Mario Barletta) para considerar la expropiación de Ciccone, una empresa que no sabemos quiénes son sus dueños y que está con la responsabilidad de imprimir billetes, lo que sí tiene que ver con la soberanía. Con el caso de la boleta única pasa algo parecido. Se le dio sanción para votar con el nuevo sistema de DNI, pero vamos a votar una lista sábana.

¿Cómo analiza la tirante relación del Gobierno con la prensa?

Prácticamente no tiene una relación. No hay conferencias de prensa y hay un reparto muy discrecional de la propaganda oficial. Esto afecta a algunos medios que son discriminados y no reciben lo que les corresponde. Curiosamente, Mariotto le exigió explicaciones sobre el tema a Scioli, pero a nivel nacional no se hace lo mismo. Ahí hay otra incoherencia. Es un estilo, y la verdad que en democracia hay que rendir cuentas ante la sociedad, porque la prensa es la encargada de transmitir la información a la gente.
 

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