La violencia no para en el fútbol argentino. En la madrugada de hoy, cuando varios micros de la hinchada de Quilmes se disponían a salir hacia Córdoba, donde el cervecero jugará contra Instituto, estalló una pelea en la barrabrava que terminó con un herido de bala en la pierna, según informó diario La Nación, en su sección Canchallena.com.
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La violencia no para en el fútbol argentino. En la madrugada de hoy, cuando varios micros de la hinchada de Quilmes se disponían a salir hacia Córdoba, donde el cervecero jugará contra Instituto, estalló una pelea en la barrabrava que terminó con un herido de bala en la pierna, según informó diario La Nación, en su sección Canchallena.com.
El herido, que según pudo averiguar ese matutino está internado en el hospital municipal de Quilmes, se trata de Héctor Becerra, el hermano de Dedo, el referente histórico de la barra que perdió su lugar a fines de 2010 a manos de Ramiro Bustamente.
La pelea se desató cuando Héctor Becerra quiso subir a un micro y la facción de Bustamente no lo dejó. En los forcejeos, un barra le disparó y luego escapó del micro, por lo que no viajó hacia Córdoba, como hicieron los demás.
Bustamante, el nuevo líder de la barrabrava, tiene vínculos en el PJ de Quilmes y en la tribuna suele exhibir una bandera de la agrupación Arturo Jauretche, vinculada al senador nacional y vicepresidente del club, Aníbal Fernández.
Previo al desembarco de Bustamante, la barra de Quilmes integró la ONG Hinchadas Unidas Argentinas. Un puñado de referentes logró viajar al Mundial de Sudáfrica de la mano de Marcelo Mallo, un dirigente vinculado al kirchnerismo. Entre la tropa de barras cerveceros que pisaron suelo sudafricano se encontraba Jorge Trejo, un funcionario de la municipalidad que respaldó el desembarco de Aníbal Fernández en el club.
Por su parte, Aníbal Fernández, vía Twitter, dijo que los agresores no pertenecen a su agrupación Arturo Jauretche y bregó porque los violentos vayan presos.
Si bien Héctor Becerra no quiso hacer la denuncia, los médicos que lo recibieron en el hospital le avisaron a la jefatura departamental de Quilmes, que actuará de oficio.
Por Nicolás Balinotti y Gabriel Di Nicola, diario La Nación