Mañana comenzará en el Senado, en la Comisión Bicameral, el debate para la reforma, actualización y unificación del Código Procesal Civil y Comercial. Sin duda será una discusión de enorme trascendencia, ya que dicho Código regula la vida de todos los argentinos en los aspectos más básicos de lo cotidiano: como lo son la persona, la familia, las sucesiones, los contratos, la propiedad, etc. El nuevo Código buscará regular algunos aspectos del ser humano que aún no lo están, entre ellos la fecundación post mortem y la definición del comienzo de la vida.
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Mañana comenzará en el Senado, en la Comisión Bicameral, el debate para la reforma, actualización y unificación del Código Procesal Civil y Comercial. Sin duda será una discusión de enorme trascendencia, ya que dicho Código regula la vida de todos los argentinos en los aspectos más básicos de lo cotidiano: como lo son la persona, la familia, las sucesiones, los contratos, la propiedad, etc. El nuevo Código buscará regular algunos aspectos del ser humano que aún no lo están, entre ellos la fecundación post mortem y la definición del comienzo de la vida.
Algunos temas ya trajeron aparejadas posiciones antagónicas. En este marco, Nicolás Laferriere, abogado y director del Centro de Bioética, Persona y Familia, se posicionó en diálogo con El Tribuno en un polo del debate.
¿Qué expectativa tiene ante el debate por la reforma del Código Civil?
Es importante y necesario un debate amplio, que sea conocido. Poco tiempo atrás hubo una declaración de la Academia Nacional de Derecho diciendo que es importante que haya un debate amplio.
¿Usted entiende que todavía no se abrió el debate?
Hasta ahora ha habido algo aislado en los ámbitos académicos, algunos temas de materia mediática, pero todavía no hubo un debate amplio en general.
En particular la discusión sobre el inicio de la vida humana...
Yo creo que el anteproyecto incurre en una discriminación, según el modo en que sean concebidos los embriones. Si son concebidos en forma natural o si son concebidos por las técnicas de fecundación in vitro. Si son implantados por la segunda alternativa no serían personas. Esto es restringir derechos. Es la crítica principal que hacemos.
¿Cómo se ampliarían los derechos en este sentido?
.A tod tipo de concepción habría que darle el crácter de persona. Punto. El problema de esto es que hay una enorme disputa en torno de los embriones.
¿Disputa de qué tipo?
El proyecto principalmente los está dejando desprotegidos con la redacción actual y se están restringiendo derechos.
En este marco queda algo inconcluso el debate. No hay una definición tajante...
Así es. Históricamente hubo una división entre personas y cosas. Lo que no es persona es cosa. Pero la pregunta es ¿un embrión es una cosa? No. No podemos decir que sea una cosa que se puede vender o donar. En el mundo este es un tema central. Hay preocupación por el destino de los embriones. Si el proyecto no los protege como personas están a la merced de la explotación tecnológica y eso no es conforme a la tradición jurídica argentina.
¿Hay intereses económicos?
En el mundo geopolítico hay un debate internacional sobre los embriones. Se convierten en un bien codicia do. El año pasado Europa sacó un fallo judicial prohibiendo que se patenten embriones humanos. Eso es una cosa para marcar. Hay quienes quieren patentarlo, invenciones con embriones, quieren regular cómo se importan y exportan. Tenemos que proteger la dignidad del ser humano.
Lo de la fecundación post mortem abrirá otra polémica...
Se está lesionando el derecho de los niños en términos generales. El problema se da cuando se pretende unir los gametos luego de la muerte. Ese niño no existía y hacerlo nacer huérfano podría haberse evitado.