Sólo el 29 por ciento de los trabajadores argentinos aceptaría disminuir un porcentaje de su salario, si al hacerlo asegurase su permanencia en el empleo, de acuerdo con una encuesta difundida ayer por la consultora Randstad. Sin embargo, los empleados muestran “una actitud más complaciente” al recorte salarial cuando la propuesta de reducción tiene como objetivo prevenir despidos en la compañía: en este caso el 37 por ciento consentiría un ajuste en el sueldo, según el relevamiento.
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Sólo el 29 por ciento de los trabajadores argentinos aceptaría disminuir un porcentaje de su salario, si al hacerlo asegurase su permanencia en el empleo, de acuerdo con una encuesta difundida ayer por la consultora Randstad. Sin embargo, los empleados muestran “una actitud más complaciente” al recorte salarial cuando la propuesta de reducción tiene como objetivo prevenir despidos en la compañía: en este caso el 37 por ciento consentiría un ajuste en el sueldo, según el relevamiento.
Para Randstad, “puede suponerse que esta posición se fundamenta en que la mayoría de los trabajadores (73 por ciento) no observa que las compañías donde trabajan tengan problemas financieros que justifiquen sacrificar parte de sus ingresos para conservar la fuente laboral”.
Comparación
En comparación con los trabajadores de los países latinoamericanos comprendidos en la muestra, los brasileños son más condescendientes a la idea de bajar su salario (41 por ciento) en pos de asegurar el trabajo.
Por el contrario, los chilenos (21 por ciento) y los mexicanos (25 por ciento) son los que menor grado de acuerdo tienen con esta propuesta.
En Europa, la percepción que los trabajadores tienen de su realidad laboral difiere sustancialmente de la de los latinoamericanos, indicó la encuesta.
Por caso, el informe reveló que los españoles son quienes muestran gran voluntad para sacrificar parte de su sueldo tanto para asegurar el empleo como para prevenir despidos (62 por ciento y 57 por ciento) respectivamente.