El llamado “caso Rímolo” se conoció en 2002 gracias a una cámara oculta que mostró a la entonces novia del animador Silvio Soldán -quien quedó sobreseído en la causa- atendiendo a pacientes que iban a su clínica para adelgazar.
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El llamado “caso Rímolo” se conoció en 2002 gracias a una cámara oculta que mostró a la entonces novia del animador Silvio Soldán -quien quedó sobreseído en la causa- atendiendo a pacientes que iban a su clínica para adelgazar.
El fiscal Oscar Ciruzzi señaló: “Los acusados se aprovecharon de la ilusión (de quienes buscaban adelgazar) sin medir las consecuencias ”.
Los testigos declararon que “la doctora ofrecía tratamientos” que eran recetados sin “ningún tipo de estudio previo”, argumentando que se trataba de “productos naturales”.