Un día después del acuerdo por el nuevo salario mínimo, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, admitió ayer un “parate” en el mercado laboral y lo relacionó con las “precauciones” que toman los empresarios ante el impacto de la crisis internacional, aunque descartó que ya exista un “clima de despidos masivos”. “La creación de empleo pasó a tener un crecimiento a ritmo más lento debido a que las empresas toman precauciones y no renuevan contrataciones que se agotan”, dijo el funcionario en declaraciones radiales.
Así, Tomada reconoció que la demanda sufrió un freno debido a la ralentización de la economía por la caída de la demanda externa de productos manufacturados, lo cual viene siendo advertido por las consultoras privadas desde el primer trimestre del año.
“Eso impacta en el mercado de trabajo”, dijo el ministro, y en ese sentido añadió: “Todavía se observa que no hay un clima de despidos masivos, de una extensión en la destrucción de puestos de trabajo”.
Según Tomada, el freno en la demanda de trabajadores se da por el contexto de crisis económico-financiera que vive el mundo, lo cual hizo caer la demanda externa, aumentó la cautela y enfrió el nivel de producción a nivel local.
“No da la impresión de ser coyuntural. Pasan los meses y a veces en algunos sectores se profundizan (las consecuencias). Más concretamente en el mercado del trabajo parecen agravarse”, sostuvo Tomada.
De todos modos, estimó que por a las políticas contracíclicas “contundentes y organizadas” que lleva a cabo el Gobierno nacional se podrá “impactar positivamente en los niveles de empleo en los próximos meses”.
El funcionario hizo hincapié mas adelante en la necesidad de bajar los niveles de trabajo no registrado, que, según admitió, están en el orden de 32 por ciento.
“Estaba en 50 por ciento en 2003, y ahora en 32 por ciento. Durante 25 años el trabajo no registrado lo único que hizo fue crecer, y empezó a descender desde 2004.
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Un día después del acuerdo por el nuevo salario mínimo, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, admitió ayer un “parate” en el mercado laboral y lo relacionó con las “precauciones” que toman los empresarios ante el impacto de la crisis internacional, aunque descartó que ya exista un “clima de despidos masivos”. “La creación de empleo pasó a tener un crecimiento a ritmo más lento debido a que las empresas toman precauciones y no renuevan contrataciones que se agotan”, dijo el funcionario en declaraciones radiales.
Así, Tomada reconoció que la demanda sufrió un freno debido a la ralentización de la economía por la caída de la demanda externa de productos manufacturados, lo cual viene siendo advertido por las consultoras privadas desde el primer trimestre del año.
“Eso impacta en el mercado de trabajo”, dijo el ministro, y en ese sentido añadió: “Todavía se observa que no hay un clima de despidos masivos, de una extensión en la destrucción de puestos de trabajo”.
Según Tomada, el freno en la demanda de trabajadores se da por el contexto de crisis económico-financiera que vive el mundo, lo cual hizo caer la demanda externa, aumentó la cautela y enfrió el nivel de producción a nivel local.
“No da la impresión de ser coyuntural. Pasan los meses y a veces en algunos sectores se profundizan (las consecuencias). Más concretamente en el mercado del trabajo parecen agravarse”, sostuvo Tomada.
De todos modos, estimó que por a las políticas contracíclicas “contundentes y organizadas” que lleva a cabo el Gobierno nacional se podrá “impactar positivamente en los niveles de empleo en los próximos meses”.
El funcionario hizo hincapié mas adelante en la necesidad de bajar los niveles de trabajo no registrado, que, según admitió, están en el orden de 32 por ciento.
“Estaba en 50 por ciento en 2003, y ahora en 32 por ciento. Durante 25 años el trabajo no registrado lo único que hizo fue crecer, y empezó a descender desde 2004.
Druas críticas a Hugo Moyano
El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, consideró que “suena bastante fuera de lugar” la crítica del líder de la CGT, Hugo Moyano, al acuerdo para subir el salario mínimo y admitió que los niveles en los que baja el trabajo no registrado “no satisface” al Gobierno. Tomada destacó que el acuerdo al que se arribó anoche en el Consejo del Salario, por el cual el haber mínimo subirá a 2.875 pesos en forma escalonada, y subrayó que el entendimiento es un “paso adelante”‘ para “consolidar” ese espacio de discusión. El martes empresarios y sindicalistas acordaron un salario mínimo que llegará en febrero de 2013 a 2.875 pesos, un 25 por ciento más que el vigente de 2.300 pesos. “Ahora todos damos por descontando el funcionamiento del Consejo, pero durante muchos años hubo sectores, gobiernos y especialistas que negaban, ninguneaban e impidieron que funcionara este ente donde están representados los empleados, los trabajadores y el Estado”, señaló.