Dicko Toké era un hombre que trabajaba alimentando y cuidando a un grupo de cocodrilos en un centro de la capital de Costa de Marfil.
A pesar de que era un experimentado entrenador y que llevaba trabajando con estos tipos de animales más de 3 décadas, hace algunos días algo salió mal y terminó siendo devorado por los reptiles que habitaban la fosa.
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Dicko Toké era un hombre que trabajaba alimentando y cuidando a un grupo de cocodrilos en un centro de la capital de Costa de Marfil.
A pesar de que era un experimentado entrenador y que llevaba trabajando con estos tipos de animales más de 3 décadas, hace algunos días algo salió mal y terminó siendo devorado por los reptiles que habitaban la fosa.
Toké estaba en medio de una presentación ante un centenar de personas que lo estaban filmando con sus teléfonos celulares, cuando al pasar por al lado de uno de los cocodrilos este lo agarró de una pierna y lo arrastró hacia el agua.
Este movimiento fue acompañado por otros cocodrilos del estanque que al ver el incesante movimiento de su entrenador en el agua se lanzaron a participar, ante la atónita mirada del público. Los animales debieron ser sedados para poder sacar los restos del desdichado cuidador.