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Ragusa: “El equipo se quedó sin piernas” 

Lunes, 11 de noviembre de 2013 03:45

El albo padeció su peor pesadilla y continúa estancado en el fondo, en el último lugar de la tabla junto a Central Norte. En Entre Ríos, el equipo de Salvador Ragusa se derrumbó de manera increíble: ganaba el partido con comodidad (3 a 0), pero no supo aguantar el resultado y terminó cayendo frente a Gimnasia de Concepción de Uruguay, por 4 a 3.

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El albo padeció su peor pesadilla y continúa estancado en el fondo, en el último lugar de la tabla junto a Central Norte. En Entre Ríos, el equipo de Salvador Ragusa se derrumbó de manera increíble: ganaba el partido con comodidad (3 a 0), pero no supo aguantar el resultado y terminó cayendo frente a Gimnasia de Concepción de Uruguay, por 4 a 3.

Los puntos que resignó Gimnasia y Tiro son inconcebibles, pero marcan una realidad: todo se cae a pedazos y la palabra descenso -otra vez- toma fuerza en el club de la Vicente López.

Fastidioso por la increíble derrota, Ragusa hizo un análisis práctico y conciso. “El equipo se quedó sin piernas en una cancha barrosa, eso fue porque no se hizo una pretemporada, porque aquí se dedicaron más a jugar amistosos”, descargó el entrenador del albo sobre la forma en que se hicieron las cosas a principio de temporada. Sin pelos en la lengua, el técnico de Gimnasia luego agregó: “Todo tiene un costo y hoy estamos pagando el nuestro. El profe (por Víctor Cuellar) no tiene la culpa, se le puede preguntar a cualquier jugador si hicieron pretemporada o no”.

De todo lo negativo siempre hay algo positivo para rescatar. Al menos, así lo vio el estratega rosarino. “Hicimos un primer tiempo perfecto, el partido estaba para liquidarlo. Generamos opciones, era para irse al entretiempo 4 o 5 goles arriba. Se jugó como me gusta y empezó a funcionar el laboratorio de pelotas paradas”, analizó. Ragusa dejó en claro otro aspecto. “Falta un montón para el descenso, pero hoy lo estamos peleando con Central Norte y otros equipos. Le voy a poner el pecho a las balas, Gimnasia necesita de todos. Sino, todo se va al carajo”, advirtió con convicción y sin eufemismos.

Gimnasia recibió un cachetazo difícil de creer, por cómo se dio el partido. ¿Podrá levantar cabeza en el clásico con Juventud?

Renato Riggio se cansó y se fue

A horas de que la jueza Mirtha Avellaneda dicte la resolución que puede culminar en la ansiada normalización (el fallo saldrá hoy o mañana, ya que el martes se vence el plazo legal de la prórroga del órgano fiduciario), la pésima administración del triunvirato excede los límites del caos. La materia prima del club, las divisiones inferiores, está postergada y en el olvido, aunque alguien se anime a refutarlo. El tesoro más valioso de un club está en la formación y contención de sus jóvenes, quienes con el tiempo serán los baluartes que le darán réditos a la institución, con el rodaje necesario, integrando el plantel profesional y evitando gastos de contratación de refuerzos. Ni hablar de una posible futura venta, la que acrecentaría las arcas del club.

Hoy, el presente de Gimnasia es poco alentador. El trabajo en inferiores dejó de ser prioridad para el órgano conformado por Osvaldo Montaldi, Adolfo Calatayud y Julio Quiros. Y se les adeuda tres meses de sueldo a los profesores de las diferentes categorías, incluyendo a la primera local.

Este mal no es de hoy, ya que a lo largo del año este atraso afectó a los formadores juveniles en continuas ocasiones. Cansados de la indiferencia dirigencial, en más de una oportunidad amenazaron con detener la actividad hasta cobrar sus haberes. Es lamentable el manoseo hacia los trabajadores por parte del órgano (cuyos integrantes evitan atender a los medios para referirse al estado de las cuentas).

El primero en ponerle un corte a la situación de la falta de pago fue Renato Riggio, DT de la primera local. El entrenador, cansado de falsas promesas, dijo basta y decidió dar un paso al costado hasta que se solucione la deuda que mantienen con él y sus colaboradores. Al Tanito no le tembló el pulso cuando optó por dejar el cargo, aún sabiendo que esta decisión le cerró, por el momento, las puertas para ser el ayudante de campo de Salvador Ragusa.

 

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