La mañana del lunes sorprendió a todos con la noticia de la muerte de Ricardo Fort, este controvertido millonario que, por decisión propia, en los últimos cinco años se ocupó de estar vigente en los medios y, en consecuencia, reveló buena parte de su vida, sus amores, su familia, su niñez, sus frustraciones.
A las 5 de la madrugada de ayer sufrió un paro cardiorrespiratorio mientras estaba internado en el sanatorio porteño de La Trinidad desde el jueves pasado, preparándose para ser operado de una fractura de fémur ocurrida en los Estados Unidos. La confirmación llegó primero a través de su vocero, Hernán Ranieri, en declaraciones periodísticas, televisivas y radiales, durante las primeras horas del feriado. Luego, cerca del mediodía fue Karina Antoñale, su cuñada y esposa de Eduardo Fort, la que leyó el parte del sanatorio, y se preocupó especialmente por despejar las dudas sobre lo que pasó: “No hubo nada ni turbio ni que él tomara otras pastillas ni nada por el estilo. Se complicó y tuvo un infarto”.
El informe indicó además que “fue atendido por un equipo multidisciplinario integrado por traumatólogos, especialistas en tratamiento del dolor e infectólogos. Se mantuvo clínicamente estable y súbitamente presentó una paro cardiorrespiratorio asociado a una hemorragia masiva en el estómago que produjo su deceso pese a las maniobras de reanimación efectuadas”, concluye.
La familia lo despedirá este mediodía con una misa íntima.
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La mañana del lunes sorprendió a todos con la noticia de la muerte de Ricardo Fort, este controvertido millonario que, por decisión propia, en los últimos cinco años se ocupó de estar vigente en los medios y, en consecuencia, reveló buena parte de su vida, sus amores, su familia, su niñez, sus frustraciones.
A las 5 de la madrugada de ayer sufrió un paro cardiorrespiratorio mientras estaba internado en el sanatorio porteño de La Trinidad desde el jueves pasado, preparándose para ser operado de una fractura de fémur ocurrida en los Estados Unidos. La confirmación llegó primero a través de su vocero, Hernán Ranieri, en declaraciones periodísticas, televisivas y radiales, durante las primeras horas del feriado. Luego, cerca del mediodía fue Karina Antoñale, su cuñada y esposa de Eduardo Fort, la que leyó el parte del sanatorio, y se preocupó especialmente por despejar las dudas sobre lo que pasó: “No hubo nada ni turbio ni que él tomara otras pastillas ni nada por el estilo. Se complicó y tuvo un infarto”.
El informe indicó además que “fue atendido por un equipo multidisciplinario integrado por traumatólogos, especialistas en tratamiento del dolor e infectólogos. Se mantuvo clínicamente estable y súbitamente presentó una paro cardiorrespiratorio asociado a una hemorragia masiva en el estómago que produjo su deceso pese a las maniobras de reanimación efectuadas”, concluye.
La familia lo despedirá este mediodía con una misa íntima.
Siempre el dolor
Desde hacía meses sufría varios problemas de salud derivados de operaciones en la columna. Hasta mostró radiografías en las que claramente se observaban prótesis a lo largo de ella, así como otra en su rodilla. Fort se había sometido además a una operación de talones para aumentar su estatura, aspecto que lo acomplejaba. Todas esas intervenciones lo llevaron a un estadio de dolor permanente que le derivó en una adicción a los calmantes más potentes, como la morfina.
En su constante necesidad de permanecer en cuanto programa chimentero existe, este tema también fue motivo para que las cámaras y los micrófonos llegaran a él. Y un dato impresionante: casi como una premonición, hace poco más de una semana se mostraba en dos vehículos de alta gama asegurando que quería vivir al máximo, a pleno, darse todos los gustos porque sentía que moriría joven. En su último mensaje dijo: “A todos mis fans, a toda la gente que me quiere, los quiero, gracias por seguirme”.
Los hijos
Los mellizos Marta y Felipe Fort tienen nueve años, y nacieron a través de un vientre de alquiler.
La pregunta ineludible es quién se hará cargo de su cuidado. Hasta ahora, Gustavo Martínez (ex pareja de Fort y padrino de los chicos) siempre estuvo con ellos ayudando a cuidarlos y junto a la niñera, Marisa, les dieron la triste noticia. Ayer, la cuñada dijo que esa decisión “es algo familiar y privado. Se va a resolver como mejor podamos y los chicos quieran. Ricardo no dejó nada escrito. Gustavo realmente lo adoraba a Ricky y a los chicos. Vamos a ver lo que sea mejor para ellos”. Gustavo es el hombre con quien Ricardo tomó la decisión de tener a los niños.
Tras la fama
“Siempre quise ser famoso y en su momento no se daba. Decidí dejar la carrera cuando tenía treinta años, volví a Buenos Aires con mis hijos, con la idea de dedicarme a la empresa. Mi padre falleció y ahí nació Ricardo Fort, sin la sombra de mi padre, que siempre me censuró”, reconoció hace unos años atrás.
Comenzó a desfilar por programas de espectáculos como cantante. Luego desembarcó en ShowMatch como jurado de “Bailando por un sueño” y alcanzó la fama. Protagonizó violentas peleas mediáticas, las más resonantes con Flavio Mendoza y la histórica enemistad con Jorge Rial.
Excéntrico, provocador, con un harén de guardaespaldas (de allí salió Tito Speranza), ostentaba su riqueza. En 2010 cumplió con su sueño como productor y protagonista de Fortuna en la calle Corrientes y en 2011 se aventuró con Fortuna II . Su última obra fue en Mar del Plata en 2012, Fort con caviar. Allí comenzó a agravarse su salud.