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10 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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La gente del monte chaqueño, entre el aislamiento y el olvido

Sabado, 09 de noviembre de 2013 02:06

Se puede llegar a decir que el Estado está ausente en gran parte del departamento de Rivadavia Banda Sur.

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Se puede llegar a decir que el Estado está ausente en gran parte del departamento de Rivadavia Banda Sur.

El Tribuno recorrió la ruta provincial 13, desde el pueblo de Rivadavia hasta el paraje Ciervo Cansado y experimentó lo que muchos vecinos de la zona denunciaban: una total falta de presencia del Estado en la zona.

La falta de cobertura del sistema sanitario y de comunicaciones son deudas pendientes de los gobiernos nacional, provincial y municipal.

En los 70 kilómetros de traza, en forma de huella, que recorre la autovía hasta la frontera con la provincia de Chaco no hay ni un solo centro sanitario, tampoco un destacamento de policía y, por consecuencia, no hay manera alguna de comunicarse.

Entonces a una mujer se le puede anticipar el parto, un chango quebrarse algún hueso o cualquiera sufrir accidente y todo dependerá de lo que el monte chaqueño le depare.

Tarea de las maestras

En esa zona la mejor información la tienen las maestras de las escuelas.

El sistema educativo es el único brazo del Estado que llega hasta esas zonas inhóspitas con una cobertura aproximadamente digna.

Las escuelas se convierten entonces en el centro de la vida cívica y receptoras de los malestares sociales.

Lo primero que hay que destacar es el pésimo estado de la ruta que comunica la zona. La ruta provincial 13 es una huella con solo algunas alcantarillas, pero que en tiempo de lluvia es imposible transitar porque todo se vuelve barro.

En época de sequía también es impasable por los eternos arenales que ahogan hasta las mejores camionetas.

Entonces los pobladores de los parajes de Agua Muerta, Tres Horcones, El Mirador, El Algarrobal y Ciervo Cansado se quedan aislados.

Sin policía

En los 70 kilómetros que hay desde la cabecera departamental hasta la frontera con la provincia de Chaco no existe ni un solo establecimiento sanitario, ni mucho menos un destacamento policial; es una zona liberada. Al no haber Policía ni sala sanitaria tampoco hay radio.

La comunicación telefónica también es una utopía ya que a los pocos kilómetros de Rivadavia ya no hay señal de telefonía celular, por lo que no se puede llamar a una ambulancia ni a la policía ante cualquier emergencia que surja.

Solo en el límite, en Ciervo Cansado, la gente cuenta con la señal del poblado de Comandancia Frías, el primer pueblo chaqueño.

Sin control policial alguno, la zona liberada se transforma en paso de camiones con rollos y postes sin guía ambiental alguna.

Si uno quiere profundizar en las falencias del planeamiento gubernamental, desde el límite provincial, para el norte, para Fortín Belgrano, en la frontera con la provincia de Formosa, tampoco existe cobertura estatal alguna.

Los docentes son la única voz que informa.

Ellos, con todos los condicionantes en contra, son los que luchan, incomodan y molestan a la autoridad más cercana sobre las enormes falencias que experimentan al ser el único brazo del Estado que llega hasta lo impenetrable del monte chaqueño.

Las deudas pendientes

El problema de Rivadavia Banda Sur trasciende la responsabilidad municipal. La pavimentación del tramo de ruta entre al Unión y Rivadavia, el servicio de energía eléctrica en las misiones aborígenes, el pavimento en el pueblo y la culminación de obras del colegio secundario son algunas de las deudas pendientes.
En realidad son 14 obras que estaban contempladas en el Fondo de Reparación Histórica para Rivadavia Banda Sur donde actualmente solo se está construyendo la comisaría de la localidad de Santa Rosa. Los conflictos por tierras con los originarios, una red de caminos internos que son un infierno, la falta de cloacas y algunos desastres edilicios en las escuelas de las zona tornan a Rivadavia Banda Sur como uno de los municipios con más falencias y deudas sociales pendientes.

El arsénico, una amenaza

Entre tantos reclamos, tanto aborígenes como criollos quienes expresan pidieron pozos que lleguen a napas más profundas y libre del mineral altamente cancerígeno. El veneno del arsénico daña en las dentaduras y en los sistemas digestivos de niños y grandes que viven en el departamento. Los docentes llevan un planteo histórico ante las autoridades aunque muy poco se hace. Luego del arsénico, las directoras también manifiestan otras necesidades. En realidad son los chicos los que necesitan zapatillas, ropa, juegos, libros, herramientas escolares como mapas, etc.

Quisieran internet

El paraje Tres Horcones está a 50 kilómetros de Rivadavia y el aislamiento es evidente.

La escuelita 4252 también es una “NN” y tiene una matrícula de 27 niños. Su directora, Mabel Aguilar, solo pide que le mantengan en condiciones los 2 km de camino interno que hay para llegar a la ruta provincial 13.

Cuando llegan las lluvias es imposible entrar o salir y ella ya está pensando en cómo encontrará a su escuela el año que viene.

Sin celular

Lo que también es evidente es la falta de señal de la telefonía celular.

Tienen computadoras, con las cuales trabajan, pero que no pueden utilizar internet.

Lo que también necesita la escuelita es que algún técnico se acerque a revisar el generador a nafta que no funciona desde la última gran inundación del año 2008. Para comunicarse con la seño Mabel hay mandarle un mensaje de texto y ella lo podrá leer por las noches, ya que vive en un paraje cercano en donde la señal es muy baja.

La mitad de una escuela, sin luz

En la Misión Rivadavia está la escuela número 4820, que no tiene nombre, y que presenta una curiosidad muy grande: solamente la mitad del edificio cuenta con luz; la otra no.

Sucede que la escuela “NN” fue construida en dos tramos.

Como se encuentra ubicada en una misión aborigen, la primera construcción no cuenta con luz.

La segunda parte fue construida del lado de los criollos por lo que sí tiene energía eléctrica.

Esta diferenciación también es muy marcada en todo el departamento y se ve como normal. Esta escuela, con una matrícula de casi 180 alumnos, solo tiene 5 “criollitos”.

Por otro lado, su directora Alcira Moreno ya presentó notas y pedidos para refaccionar el edificio, de la parte que no tiene luz. Sucede que en octubre se comenzaron a derrumbar las partes superiores de las puertas y se descubrió que el edificio, en esa sección, no tiene encadenado.

Por otra parte, en el paraje El Mirador, a 60 kilómetros de Rivadavia, está la escuela 4471, que tiene el mismo nombre del lugar a la que asisten 28 niños. La directora Carmen Ruiz pide de manera urgente la construcción de un depósito porque no cuenta con los suficientes espacios. Sucede que como la distancia es dinero, y en vista de que reciben $ 4,50 diario por cada alumno, la directora hace todas las compras del mes una sola vez.

Un lugar perdido

Para llegar desde Salta capital a Rivadavia Banda Sur hay que transitar la ruta nacional 34 dentro de la provincia de Jujuy. Antes de llegar a la ciudad de San Pedro hay que desviar por la ruta provincial 1, luego por la 6, hasta Palma Sola, desde allí comienza el mal camino. Hay que desviarse nuevamente y circular con extrema precaución por la provincial 80 hasta el límite nuevamente con Salta. Allí se convierte en ruta provincial 13 y el camino se vuelve pesadilla.

En el cruce con la ruta provincial 5 está la localidad de La Estrella.

Desde ese punto hasta la ciudad cabecera del departamento hay que recorrer unos 150 kilómetros de piedra y barro.

Para llegar hasta el paraje fronterizo de Ciervo Cansado hay que seguir por la 13 durante casi 70 kilómetros en donde no hay más que puestos, algunas escuelas y mucho calor.

Es recomendable tener un vehículo en buenas condiciones y una buena cantidad de combustible de reserva.

 

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