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Enamorados: un día para celebrar el amor, la excusa para un plan distinto

Domingo, 10 de febrero de 2013 12:05

Sí que hay historias de amor. Sí que hay por qué festejar el próximo 14 de febrero, el Día de los Enamorados. Una lectora compartió una gran historia, la de sus abuelos. El tiene 99 años, ella 82. Conviven hace 55 años, pero hace 60 que están juntos. Hace unos días él le propuso casamiento. Ella ni lo dudó y ya tienen fecha: 16 de marzo. Darán un “sí” que representará mucho más que la promesa de acompañarse en las buenas y en las malas, es la reconfirmación de un amor que, ya saben, será para siempre. Ayer, Elba Sarmiento y Osvaldo Salado, recibieron a El Tribuno en su casa, en San Luis. Toda la mañana habían estado cocinando humitas e hicieron una pausa para rememorar su historia.

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Sí que hay historias de amor. Sí que hay por qué festejar el próximo 14 de febrero, el Día de los Enamorados. Una lectora compartió una gran historia, la de sus abuelos. El tiene 99 años, ella 82. Conviven hace 55 años, pero hace 60 que están juntos. Hace unos días él le propuso casamiento. Ella ni lo dudó y ya tienen fecha: 16 de marzo. Darán un “sí” que representará mucho más que la promesa de acompañarse en las buenas y en las malas, es la reconfirmación de un amor que, ya saben, será para siempre. Ayer, Elba Sarmiento y Osvaldo Salado, recibieron a El Tribuno en su casa, en San Luis. Toda la mañana habían estado cocinando humitas e hicieron una pausa para rememorar su historia.

Elba es jujeña y Osvaldo, Catamarqueño y el de ellos es un amor que nació en carnaval. “Todo comenzó cuando él me sacó a bailar. Yo no sabía bailar, pero él me enseñó”, cuenta ella. “­Claro que no fue lo único que le enseñé!”, bromea él.

Por esos años él se había ido a La Plata a probar suerte y ella era maestra en una escuela, en Tucumán. Las casualidades de la vida los encontraron en carnaval, él sólo carnavaleando y ella, acompañando a su hermana menor, quien era artista plástica, a presentar una muestra en el pueblo.

Al regresar de ese viaje la relación continuó por correo postal. Se enviaban cartas que hablaban de lo mucho que querían volver a verse. Pasaron dos años y Osvaldo optó por regresar a Salta, en La Plata se sentía solo. Elba no titubeó un instante: renunció a la escuela en la que trabajaba y volvió a Salta. No volvieron a separarse.

En el año 62 llegó la primera hija, Raquel. En total tuvieron siete hijos. Todos seguidos. Tienen también 18 nietos y 8 bisnietos. Osvaldo lo describe así: “Hace 55 años formalizamos nuestra pareja en el amor. Formamos una familia numerosa y maravillosa, todos seres honorables. Esa es la mayor felicidad que tenemos ahora”. Afina la descripción y prosigue: “Hemos hecho un matrimonio normal. Con peleas y besos. Más duraban los besos que las peleas”.

La idea del casamiento fue de los hijos. Se reunieron, hablaron con su papá y rápidamente todos se entusiasmaron. “Le dije: "Vieja, vos sos mi novia. ¿Querés casarte conmigo?'”, cuenta él. Y yo dije: “­Claro que sí!”, dice Elba. “­Menos mal que aceptó!”, remata Osvaldo entre risas. No podría haber sido de otra manera.

Es una historia casi cinematográfica. El tuvo un cine, se dedicó a la fabricación de boyas de pesca y juntos, con todos los hijos, viajaron mucho por toda Sudamérica. Tienen una pequeña casa rodante con la que recorrieron muchos lugares. El ya no puede renovar el carnet de conducir, por la edad, pero son absolutamente independientes. Viven solos. Elba está en silla de ruedas porque tiene un problema en una de sus piernas. También tiene ceguera parcial. Osvaldo es un caso aparte. Nadie le cree, pero este año, en noviembre, cumplirá 100 años.

¿Cuál es el secreto? Contestan simultáneamente, hablan los dos a la vez: “comprensión, tolerancia, paciencia, respeto, amor a los hijos, a los nietos, a los bisnietos... amarnos”. Al final Osvaldo dice que con amor todo anda bien y Elba asiente con la cabeza.

 “Esta historia es una bendición de Dios”

No siempre todo es color de rosa. Osvaldo dice que las peleas son necesarias, para matizar. “Vos te peleás un rato y cuando te volvés a abrazar con el otro sentís el amor todavía más fuerte”, dice conmovido.
Los hijos de ambos son sus principales admiradores. Raquel, la hija más grande, dijo que son dos personas llenas de proyectos. “Si no los tuvieran no se casarían”, dice. “Para nosotros ha sido una sorpresa que estemos en este momento, planeando el casamiento. Ellos siguen apostando y eso es algo que toda la vida nos han enseñado: que hay que seguir adelante porque siempre hay una ventana más por abrir, un camino más que transitar”, dice Raquel. “Aprendimos muchísimo la tolerancia y la paciencia y que nada se logra con desesperación”, agrega.
Juntos. Siempre los vieron así. Compañeros, solidarios, generosos con el otro.
“Hoy cada uno de nosotros tenemos nuestra vida. Y no a todos nos fue como a ellos, pero siempre tuvimos presentes sus enseñanzas de que cuando hay amor todo es valedero y que cuando no hay amor, es mejor no forzar las cosas”, dice.
“Cada vez que venimos acá estamos todos juntos y nos disfrutamos. Estamos orgullosos de mamá y papá y creemos que es una bendición de Dios esta historia que a ellos y a todos nosotros nos tocó vivir”, remata.
El casamiento, el mes que viene, es el broche de oro a tantos años de cariño.


¿Quién es ese señor “Cupido”?

El Día de San Valentín es una celebración tradicional de países anglosajones que se ha ido implantando en otros países a lo largo del siglo XX principalmente, en la que las parejas de enamorados expresan su amor. Se celebra el 14 de febrero, onomástico de San Valentín. En algunos países se conoce como Día de los Enamorados y en otros como Día del Amor y la Amistad.
Existen diversas teorías respecto a esta fecha. En los países nórdicos es durante estas fechas cuando se emparejan y aparean los pájaros, de ahí que este período se vea como un símbolo de amor y de creación.
Algunos creen que es una fiesta cristianizada del paganismo, ya que en la antigua Roma se realizaba la adoración al dios del amor, cuyo nombre griego era Eros y a quien los romanos llamaban Cupido. En esta celebración se pedían los favores del dios a través de regalos u ofrendas para así encontrar al enamorado ideal.
San Valentín era un sacerdote que hacia el siglo III ejercía en Roma. Gobernaba el emperador Claudio II y fue quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes, porque en su opinión los solteros sin familia eran mejores soldados, ya que tenían menos ataduras. El sacerdote fue mandado a matar por el emperador porque casaba en secreto a las parejas.

Si el presupuesto es acotado y el clima acompaña, la alternativa es disfrutar del día al aire libre. Hacer un picnic o ir a los campings o al río, puede ser el plan. La Quebrada de San Lorenzo, el Río Vaqueros o un paseo por el dique Cabra Corral son algunos de los destinos que muchos eligen.
A las promociones y artículos especiales que se exhiben en las vidrieras del centro, se le suman los carteles de liquidaciones de temporada de verano que, en algunos comercios, ya se anuncian, con ofertas para aprovechar.
El consejo: prestar atención a descuentos promocionales con tarjetas de crédito.
 

Para que este día no pase desapercibido

¿Qué hacemos? ¿Qué regalamos? ¿Qué condimento especial le ponemos a este día? Los más clásicos eligen seguir regalando flores y bombones y coronan la noche con una cena romántica. Y es que, comercial o no, el Día de los Enamorados tiene un encanto especial. Quizás, adolescentes y jóvenes son los que más lo disfrutan. Encantados por los primeros encuentros amorosos y la secreta ilusión de vivir amores de cuentos de hadas, pasean por las calles cargando ramos de flores, abrazados, sonrientes.
Y hasta los niños se involucran con este día. La televisión, quizás, tenga algo que ver. Todos saben quién es Cupido. Muchos dicen haber sentido amor tempranamente. El noviecito del jardín de infantes o de los primeros años de la primaria es inolvidable. La primera vez que nos tomaron de la mano, la primera flor que alguien arrancó del patio de una vecina renegona como esa muestra de valentía y genuino cariño... Recuerdos indelebles.
Opciones, varias: para una cena romántica el Gran Hotel Presidente tiene una promoción especial para este día: 30% de descuento en alojamiento la noche del 14 de febrero. También $220 la cena para dos personas. Reservas por teléfono, al 4955200 ó 4312022 o por mail a [email protected].
Otra alternativa es ir al cine. Los jueves, en el Hoyts General Cinema, son jueves de estreno. Esta semana se estrenan dos esperados filmes: Los Miserables y Villa.
 

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