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Un Gimnasia juvenil cayó con la frente alta

Miércoles, 20 de febrero de 2013 23:30

Los pibes de Gimnasia y Tiro enarbolaron dignamente la bandera celeste y blanca en el día del Bicentenario. Y pese a la derrota de ayer por 2 a 0 ante Guaraní Antonio Franco, en el reducto misionero de Villa Sarita, se pusieron al hombro el pesado bagaje de la historia del albo y cayeron de pie, con dignidad y dejando una muy buena imagen en gran parte de los 90 minutos. Y muy a pesar de las desatenciones del final, aquellas que el equipo pagó muy caro, para hipotecar otra vez un resultado y sumar la cuarta derrota consecutiva.
Más allá de que la decisión del Tano significase el riesgo perder la punta -que ayer cedió ante Talleres- y de ensanchar aún más la preocupante racha de derrotas consecutivas de un equipo que solo piensa en el endecagonal, la confianza otorgada hacia los juveniles significó un espaldarazo tan necesario como oportuno en un ambiente donde los recursos genuinos son escasamente valorados.
Se paró bien el albo en el primer tiempo, con convicción y orden táctico, mientras Guaraní recurría en demasía a los pelotazos. Perelman evitó el gol de Salvatierra a los 25’ de la etapa inicial, pero a los 28’ el que respondió fue Franco Mendoza, el refuerzo que debutaba, de muy buena labor en aquella primera mitad. Luego fue Guglielmi el que tuvo en sus pies la apertura del marcador, y otra vez Mendoza, casi en el final, “picando” el balón con categoría por arriba de Cosentino, antes de que la pelota pegue en el travesaño, pique en la línea de meta y saliera, en la más clara de un albo dispuesto a vender cara su derrota en Misiones.
Pero en el complemento aparecieron las distracciones, el albo cedió en su intención de atacar y el franjeado salió como una furia, para estampar el 1-0 a través de Ostrowski, y luego ensanchar la ventaja tras un infantil penal de Pablo Rodríguez a Salvatierra que Roldán cambió por gol.

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Los pibes de Gimnasia y Tiro enarbolaron dignamente la bandera celeste y blanca en el día del Bicentenario. Y pese a la derrota de ayer por 2 a 0 ante Guaraní Antonio Franco, en el reducto misionero de Villa Sarita, se pusieron al hombro el pesado bagaje de la historia del albo y cayeron de pie, con dignidad y dejando una muy buena imagen en gran parte de los 90 minutos. Y muy a pesar de las desatenciones del final, aquellas que el equipo pagó muy caro, para hipotecar otra vez un resultado y sumar la cuarta derrota consecutiva.
Más allá de que la decisión del Tano significase el riesgo perder la punta -que ayer cedió ante Talleres- y de ensanchar aún más la preocupante racha de derrotas consecutivas de un equipo que solo piensa en el endecagonal, la confianza otorgada hacia los juveniles significó un espaldarazo tan necesario como oportuno en un ambiente donde los recursos genuinos son escasamente valorados.
Se paró bien el albo en el primer tiempo, con convicción y orden táctico, mientras Guaraní recurría en demasía a los pelotazos. Perelman evitó el gol de Salvatierra a los 25’ de la etapa inicial, pero a los 28’ el que respondió fue Franco Mendoza, el refuerzo que debutaba, de muy buena labor en aquella primera mitad. Luego fue Guglielmi el que tuvo en sus pies la apertura del marcador, y otra vez Mendoza, casi en el final, “picando” el balón con categoría por arriba de Cosentino, antes de que la pelota pegue en el travesaño, pique en la línea de meta y saliera, en la más clara de un albo dispuesto a vender cara su derrota en Misiones.
Pero en el complemento aparecieron las distracciones, el albo cedió en su intención de atacar y el franjeado salió como una furia, para estampar el 1-0 a través de Ostrowski, y luego ensanchar la ventaja tras un infantil penal de Pablo Rodríguez a Salvatierra que Roldán cambió por gol.

Una prueba de carácter

Los debutantes respondieron en su primer desafío del Argentino A. Tanto el defensor Nicolás Estrada como los volantes Tomás Basualdo y Maxi Martínez estuvieron acordes a la exigencia pese al resultado negativo, al igual que Facundo Sánchez. Mientras que se quedaron con las ganas de jugar Imanol Chaves, Enrique Guardo, Jonathan Flores y Leandro Camacho, pero valió la experiencia. Todos fueron “rapados” a modo de bautismo. Ahora, con todos los titulares, el albo recibirá a Libertad de Sunchales el domingo, a las 19.

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