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21 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Separan a maestra por amordazar alumnos

Viernes, 15 de marzo de 2013 21:16

Falta de paciencia, edad, exceso de niños para su atención. Muchos pueden ser los factores que llevaron a esta mujer a tomar tremenda decisión, sin embargo ninguno de ellos justifica su accionar. Se trata del caso de una docente de una escuela católica de Mar del Plata que fue separada en forma preventiva de su cargo, acusada de haber amordazado con cinta adhesiva a varios de sus alumnos de tercer grado para que hicieran sus actividades en silencio.

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Falta de paciencia, edad, exceso de niños para su atención. Muchos pueden ser los factores que llevaron a esta mujer a tomar tremenda decisión, sin embargo ninguno de ellos justifica su accionar. Se trata del caso de una docente de una escuela católica de Mar del Plata que fue separada en forma preventiva de su cargo, acusada de haber amordazado con cinta adhesiva a varios de sus alumnos de tercer grado para que hicieran sus actividades en silencio.

El episodio, que tomó estado público ayer, se registró el miércoles de la semana pasada en el colegio Fray Mamerto Esquiú e involucra a una maestra de 27 años.

Según denunciaron padres de los alumnos afectados, la docente propuso una actividad lúdica pero, ante la dispersión de los niños, en tono de broma, amenazó con ponerles cinta adhesiva a los que hablaran.

Seguidamente, utilizó a uno de los niños de ejemplo y, al final de la jornada, eran cinco los alumnos amordazados.

El caso generó conmoción en la comunidad educativa de este tradicional colegio ubicado en el barrio Parque Luro de Mar del Plata.

Los padres de los menores de edad realizaron una denuncia en la Dipregep y dos inspectoras visitaron el establecimiento para interiorizarse sobre la situación.

Las autoridades del colegio decidieron apartar a la maestra de su puesto, hasta tanto se aclare el tema.

“En 52 años que tiene la escuela, nunca tuvimos una situación de este tipo”, aseguraron las autoridades.

El representante legal del Esquiú, Marcelo Barreca, detalló que el disparador fue “una actividad promovida por la maestra y por la cual le habría colocado cinta adhesiva a algunos nenes como estrategia pedagógica para que terminaran de copiar la tarea”.

“Ante eso, llamamos a la docente, se entrevistó con las inspectoras y reconoció que lo había hecho, aunque aclaró que los alumnos lo habían tomado como un juego”, dijo.

El directivo agregó que “como es un juego que la institución no considera válido ni pedagógico, se abrió una instancia administrativa y se decidió esa misma mañana separar a la docente preventivamente del cargo”.

También se convocó a los padres de los niños para que “expresaran lo que quisieran por acta escrita”.

Según Barreca, lo sucedido “es un hecho fortuito” ya que la docente involucrada “tuvo tres años de trayectoria intachable”.

Otro caso

Otro caso similar ocurrió en una sala maternal de Palermo en la Ciudad de Buenos Aires. Allí una maestra de un jardín de infantes fue separada de su cargo y se le abrió una investigación sumarial luego de que una madre denunció que había atado y amordazado a su hija de 4 años.

La directora de Educación Inicial del Gobierno porteño, Marcela Goenaga, especificó que la docente no está concurriendo a la escuela desde el jueves pasado hasta tanto se aclare “la denuncia por el presunto hecho de violencia”.

La madre de la niña supuestamente agredida también presentó una denuncia penal por el caso que tuvo lugar en el Jardín Integral 1 del barrio de Palermo.

Según relató Magdalena Bergues, madre de la niña, la directora del jardín, Mónica Viviana García, al momento de la acusación respondió a los padres diciendo que la nena tenía “mucha imaginación ”, aun cuando algunos compañeros de aula confirmaron haber visto la secuencia en que la maestra ató “y le puso un pañuelo en la boca” a la pequeña.

“La mamá denuncia que la maestra habría atado y amordazado a la chiquita. A partir de esto se hace una serie de acciones con el equipo de orientación escolar, con personal especializado del Ministerio de Educación para trabajar con la familia”, explicó Goenaga.

La sombra del  jardincito Tribilín

El abuso de la docente de Mar del Plata sobre un grupo de niños de 8 años trae a la memoria el caso de la salita maternal Tribilín. En aquellas ocasión las víctimas del poder de los adultos fueron niños de entre 45 días y 4 años de edad. Ninguno sabía explicar bien qué les estaba ocurriendo en el lugar donde los dejaban sus padres a la hora de irse a trabajar. En el caso de Mar del Plata las víctimas ya pueden contar cómo y por qué se sucedieron los hechos. Sin embargo, en ambos casos, no solo se espera la reacción de los padres y las autoridades educativas sino también las de la Justicia.

En la primera quincena de febrero el fiscal de San Isidro, Franco Servidio, pidió ayer la detención de dos docentes del jardín maternal. Se trató de Yanina Gogonza y Noelia Gallardo, las maestras acusadas de maltratar a los niños.

Servidio las imputó del delito de “abandono agravado de persona”, consignó. Desde entonces el juez Rafael Sal Lari tiene el caso en sus manos.

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