La primera ilusión para que el equipo antoniano pueda conseguir el ascenso directo quedó distante. El santo sufrió ayer un duro golpe y la posibilidad de continuar peleando por ese preciado logro se complicó bastante ante un resultado en contra por 3 a 2, frente Santamarina de Tandil, rival que le dio un lección de practicidad con su juego y le dejó sin nada en el Padre Martearena.
Juventud recibió una fuerte cachetada porque no encontró las respuesta adecuada en sus hombres para ejercer cierto dominio durante el desarrollo del encuentro, aunque mientras el Beto Acosta estuvo en la cancha, le alcanzó para reacerse y llegar en dos ocasiones a la transitoria igualdad.
Las desatenciones en defensa en la formación antoniana siguen marcando un punto débil y que ayer provocaron más de un dolor de cabeza y Santamarina, a través de Emiliano Capella, ganó en las alturas dentro del área y puso en ventaja al representativo tandilense. No duró mucho el festejo de los tandilenses, porque Claudio Acosta con una perfecta habilitación, dejó solo a Enrique Triverio, que definió muy bien ante la salida de Daniel Bertoya.
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La primera ilusión para que el equipo antoniano pueda conseguir el ascenso directo quedó distante. El santo sufrió ayer un duro golpe y la posibilidad de continuar peleando por ese preciado logro se complicó bastante ante un resultado en contra por 3 a 2, frente Santamarina de Tandil, rival que le dio un lección de practicidad con su juego y le dejó sin nada en el Padre Martearena.
Juventud recibió una fuerte cachetada porque no encontró las respuesta adecuada en sus hombres para ejercer cierto dominio durante el desarrollo del encuentro, aunque mientras el Beto Acosta estuvo en la cancha, le alcanzó para reacerse y llegar en dos ocasiones a la transitoria igualdad.
Las desatenciones en defensa en la formación antoniana siguen marcando un punto débil y que ayer provocaron más de un dolor de cabeza y Santamarina, a través de Emiliano Capella, ganó en las alturas dentro del área y puso en ventaja al representativo tandilense. No duró mucho el festejo de los tandilenses, porque Claudio Acosta con una perfecta habilitación, dejó solo a Enrique Triverio, que definió muy bien ante la salida de Daniel Bertoya.
La pelota circuló con mayor insistencia en ambos arcos, pero llegó un tramo donde las acciones decayeron. Aún así, en ese interín, apareció Arnaldo González con toda su categoría para anotar un exquisito tanto desde fuera del área y en el que Angel Pedroso no atinó a ninguna reacción.
Con toda la carga lo que significa un marcador adverso, Juventud intentó ir al frente. Acosta comenzó a sentir las exigencia del encuentro, pero contó con un resto para efectuar un tiro libre que llegó hasta la cabeza de Triverio, quien al ver que Bertoya no salió a cortar el centro, eligió donde depositar el balón para anotar el 2 a 2
Santamarina siempre se mostró ordenado. En cambio, ya sin Acosta, que abandonó la cancha otra vez por una fatiga muscular, el DT Albornoz y compañía tuvieron que recurrir a un hombre de refresco como Leonardo Silveira, quien no aportó mucho. No fue fácil suplir a un jugador creativo. Además, la visita comenzaba a ajustar mejor la marcas cerca de su arco y no hubo forma para incomodar nuevamente a Bertoya.
Juventud se encontró con un campo de juego muy extenso al que le costó transitar desde un arco hacia el otro. Las imprecisiones en los pases se fueron haciendo una constante entre los mismos mediocampistas y que facilito el trabajo de la última línea aurinegra. Además, Arnaldo González trasmitía calma a sus compañeros y otorgaba la pausa necesaria para ir asegurando, hasta ese instante, un punto de mucho valor.
El santo buscó el modo de prevalecer en cada avance y la faz individual le jugó una mala pasada porque Nicolás Aguirre, trató de sacarse a un rival de encima con una gambeta, pero se equivocó. Y en tres toques Santamarina, por intermedio de Martín Michel, anotó el tercero y pasó a ga nar.
Ese tanto para los antonianos cayó como un balde agua fría. Justo cuando y el partido llegaba a su fin. Y así fue cerrando una tarde para el olvido, porque lamentablemente se encontró con un adversario que capitalizó sus errores para llevarse los tres puntos a Tandil.
Se sintió la ausencia de Acosta
Luego de la dura derrota ante Santamarina, el vestuario de Juventud Antoniana fue puro fastidio y lamentó tras la segunda derrota consecutiva en el endecagonal.
El técnico del santo, Sergio Albornoz, habló luego del partido: “Nos vamos tristes. Nos hubiese gustado ganar el partido pero que la gente se quede tranquila porque estos jugadores van a dar todo por estar peleando arriba. Todavía quedan ocho fechas, es duro arrancar así pero todavía falta”, se esperanzó el entrenador, quien además agregó: “Podría haber servido el empate pero teníamos que ganar. El partido fue parejo en el segundo tiempo pero en el tercer gol de ellos hubo mucha precisión, fue un pase entre medio de los centrales y una buena definición del delantero de ellos”, se lamentó el tahuichi.
Sobre el trámite del encuentro ante los tandilenses, el estratega reconoció que fueron dos tiempos totalmente distintos: “El primer tiempo lo nuestro fue juego, logramos empatar rápidamente cuando nos convirtieron y en el complemento creo que lo nuestro fue más actitud y nos faltó juego”.
Juventud sintió la ausencia de Claudio Acosta en todo el segundo tiempo y eso terminó siendo determinante en el juego que quería plasmar el DT antoniano. “El Beto Acosta le da otra pausa al equipo, otro vértigo. Pecamos de tener un plantel corto, en el cual te das vuelta, ves el banco que tenés y por ahí algunos jugadores que no tiene una buena tarde cuando ingresan y eso el equipo lo termina sintiendo”, remarcó Albornoz.
El fastidio del capitán
Bronca y preocupación, es lo que se reflejó en los rostros de los jugadores de Juventud tras dejar escapar tres puntos importantes como local.
El defensor Germán Noce, no se guardó nada e hizo una fuerte autocrítica por la derrota ante los tandilenses: “Le facilitamos las cosas al gran candidato (por Santamarina). Cometimos errores muy puntuales, de los cuales para salir campeón, no podemos cometer”, se lamentó el experimentado lateral.
“Estoy enojado por la forma que jugamos. Llegamos a los dos goles, más con ganas que con otra cosa. Remontamos dos veces el marcador, algo inusual en el equipo pero ahora se achicó muchísimo el margen para ascender. Vamos a ir por el milagro”, subrayó.
El arbitraje del tucumano Luis Lobo Medina, dejó caliente a Noce, quien remarcó: “En todos los partidos nos pasa siempre lo mismo, fue dudoso el arbitraje. En las faltas, no cobraba igual para ambos lados y eso nosotros lo sufrimos”.
De todas maneras, el capitán antoniano no pierde las esperanzas de lograr el objetivo del primer ascenso. “El año pasado Douglas Haig también arrancó así y terminó subiendo al Nacional B, somos un grupo fuerte. ¿Cuantas veces nos dieron por muertos y terminamos clasificando?. Mientras tengamos chances matemáticas de pelar el ascenso nunca vamos a bajar los brazos”, sintetizó.