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Videla instó a militares a armarse para otro golpe

Domingo, 17 de marzo de 2013 23:17

Desde la cárcel, el dictador y genocida Jorge Rafael Videla llamó a sus compañeros, “los jóvenes que tienen entre 58 y 68 años, a armarse y combatir el unicato totalitario de los Kirchner”, y afirmó que es “un preso político”.

El mismo sábado que murió José Alfredo Martínez de Hoz -su socio en la última dictadura militar-, se publicó una nueva entrevista con el dictador desde la cárcel de Marcos Paz. Amparado en un contradictorio espíritu de nobleza -para quien está preso por ser la cabeza de la última dictadura militar que acabó con la desaparición de 30 mil personas-, Videla dijo que “era oportuna su ruptura del silencio”, ante “el estado de anomia política que padece la sociedad argentina, provocada por el propio Gobierno”.

No fueron las únicas críticas que esgrimió ante la revista española Cambio 16. Frente al mismo periodista, Ricardo Angoso, y con el mismo espíritu de extraña revisión histórica de los hechos, Videla consideró que “se vive una revancha” del gobierno actual “alentando la guerra por medios no violentos, tal como propone Gramsci”, en respuesta a las antiguas declaraciones suyas, cuando llamó “simples panfleteros” a Cristina Fernández y Néstor Kirchner.

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Desde la cárcel, el dictador y genocida Jorge Rafael Videla llamó a sus compañeros, “los jóvenes que tienen entre 58 y 68 años, a armarse y combatir el unicato totalitario de los Kirchner”, y afirmó que es “un preso político”.

El mismo sábado que murió José Alfredo Martínez de Hoz -su socio en la última dictadura militar-, se publicó una nueva entrevista con el dictador desde la cárcel de Marcos Paz. Amparado en un contradictorio espíritu de nobleza -para quien está preso por ser la cabeza de la última dictadura militar que acabó con la desaparición de 30 mil personas-, Videla dijo que “era oportuna su ruptura del silencio”, ante “el estado de anomia política que padece la sociedad argentina, provocada por el propio Gobierno”.

No fueron las únicas críticas que esgrimió ante la revista española Cambio 16. Frente al mismo periodista, Ricardo Angoso, y con el mismo espíritu de extraña revisión histórica de los hechos, Videla consideró que “se vive una revancha” del gobierno actual “alentando la guerra por medios no violentos, tal como propone Gramsci”, en respuesta a las antiguas declaraciones suyas, cuando llamó “simples panfleteros” a Cristina Fernández y Néstor Kirchner.

Su versión sobre los desaparecidos

Con un espíritu de justificador, el hombre que lideró la peor masacre del país señaló que entonces solo “fueron detenidas aproximadamente 32.000 personas, de las cuales 25.000 recuperaron la libertad”. De esta forma, Videla aseguró que “la categoría de detenidos-

desaparecidos, que se calcula en 30.000 (permanentemente declamado, pero nunca debidamente demostrado y sí puesto en evidencia en el libro “Nunca más”, que demuestra que nunca pasaron de los 7.600), incluye estos 25.000 detenidos y luego puestos en libertad”.

A su vez, renovó su anacrónico pedido por la obediencia debida, señalando que solo él es responsable por lo sucedido y no “los jóvenes que seguían las órdenes de los jerarcas”.

Videla, que cumple varias condenas a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad por torturas, robos de bebés, desapariciones, entre otros hechos, dijo que en Argentina “la República ha desaparecido”, y que “soporta hoy una nueva guerra sin hacer uso de la violencia física tal cual lo propone Gramsci, tomando a las instituciones como rehenes”.

En su irrisoria lectura, el dictador pidió armarse y resistir para vencer al “marxismo anacrónico que hundió al país”.

Las criticas de Meijide

Graciela Fernández Meijide fue muy dura con las declaraciones realizadas por Jorge Rafael Videla a la revista Cambio 16, en las que llamó “a combatir a Cristina y sus secuaces”

“Parece un chiste”, dijo Meijide. Y agregó: “Ni siquiera fue capaz de asumir todas las responsabilidades. Siempre sostuvo que todo se hizo bien y que si hubo errores fueron excesos, trasladándole la responsabilidad a sus subordinados”. 

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