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18 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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"Si no hubiese esquivado la bala, no contaba la historia"

Viernes, 22 de marzo de 2013 08:55

Mario Saracho (56), uno de los hombres que fue confundido con un narcotraficante por policías de civil, quienes lo persiguieron y le dispararon en el Parque Industrial, contó en exclusiva a El Tribuno la dramática situación que le tocó vivir.

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Mario Saracho (56), uno de los hombres que fue confundido con un narcotraficante por policías de civil, quienes lo persiguieron y le dispararon en el Parque Industrial, contó en exclusiva a El Tribuno la dramática situación que le tocó vivir.

"Si no hubiese esquivado la bala, no estaría contando la historia. Una cosa es contarlo y otra vivir ese momento. Aparecieron dos personas en una moto, una disparó y después nos pidieron que nos identifiquemos. A estas personas no las quiero ver más en el puesto de trabajo que tienen, ni que vuelvan a seguirme en la calle. A los policías los quiero siempre a 100 metros lejos de mí. Por donde yo esté, no los quiero ni ver", manifestó con gran malestar e indignación Mario Saracho, chofer de camiones desde hace 19 años en la empresa Franca Servicios, de transporte de carga.

Volvía a su trabajo

"El domingo a las 22, mi hijo Héctor me llevaba a mi trabajo porque yo tenía que salir de viaje el lunes temprano. Volvíamos de su casa en el barrio Gauchito Gil, donde habíamos pasado el día. En el auto también iba mi nuera y mis tres nietitos. Entrando al Parque Industrial se nos cruzó una camioneta. Pegamos el volantazo y nos quedamos pensando millones de cosas. En esos segundos no sabíamos que podía pasar", relató.

"Seguimos el camino hasta la empresa. No le prestamos más atención a lo que había pasado. En el portón estaba el guardia que siempre apreta el control remoto y me deja entrar. En el auto traíamos una caja con cosas que habíamos comprado y una olla de vidrio que me había obsequiado mi nuera, porque yo también se cocinar. Cuando estaba bajando la caja vi a dos muchachos en la moto. Estaban a unos 10 metros de nosotros. El acompañante saltó, me apuntó e hizo un tiro. Me pasó la bala por arriba de la cabeza. Recién en ese momento me dijo ‘alto ahí, Policía’; y pidió que nos identifiquemos. Yo le dije: ‘¡estás loco, ¿Quién te crees?’. Si yo no me agachaba, me daba. Si él se quería identificar hubiese mostrado su documentación. Ni siquiera se fijó que habían chicos y que estaba mi nuera", sostuvo Saracho.

"Para peor a mi hijo lo habían tirado y lo habían puesto boca abajo. Le apuntaban con la pistola en la cabeza y yo lo veía así y tenía miedo de que le peguen un tiro", dijo Saracho.

Hablaron y desaparecieron

"Fue cuestión de segundos y escuché como mis nietos lloraban a gritos mientras se agarraban de los asientos dentro del auto. Me enfurecí y perdí los estribos. Tenía que defender a mi familia. Soy un hombre grande y no iba a permitir que nos pasen por encima. A los diez minutos llegó el 911. Hablaron entre ellos y se hicieron gas, desaparecieron", aseguró el trabajador. "Sinceramente yo quiero que los echen de la Policía. Los daños y perjuicios y sobre todo el mal que le hicieron a las criaturas es terrible. Mi familia está como loca. Mi nuera está muy afectada. Esta gente no puede pertenecer a la Policía", dijo Saracho.

La familia damnificada radicó una denuncia en la comisaría 4 por el abuso policial y prestó declaración el miércoles por la mañana ante el fiscal de Causas Policiales y Penitenciarias Gustavo Vilar Rey. Trascendió que fue elevado un pedido a la Policía para obtener la nómina de los efectivos que participaron del procedimiento erróneo.
 

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