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18 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Un docente jaqueado por estafadores

Sabado, 11 de mayo de 2013 02:10

Jorge Matorell, un conocido profesor de música pasó de tener una vida tranquila a vivir una verdadera pesadilla desde hace seis meses, cuando descubrió que personas extrañas estaban viviendo en dos de sus casas ubicadas en el macrocentro capitalino. Pensando que se trataba de usurpadores, se dio con que un grupo de abogados y escribanos lo habían hecho pasar por muerto; entonces, robaron un expediente y adulteraron firmas apara vender sus casas a terceros.

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Jorge Matorell, un conocido profesor de música pasó de tener una vida tranquila a vivir una verdadera pesadilla desde hace seis meses, cuando descubrió que personas extrañas estaban viviendo en dos de sus casas ubicadas en el macrocentro capitalino. Pensando que se trataba de usurpadores, se dio con que un grupo de abogados y escribanos lo habían hecho pasar por muerto; entonces, robaron un expediente y adulteraron firmas apara vender sus casas a terceros.

Desde ese momento denunció la estafa, que también compromete a personas de la Dirección de Inmuebles. Pero en la madrugada del jueves las cosas llegaron a otro nivel, cuando cuatro sujetos, dos que actuaron como campana, uno ubicado en el techo y otro que ingresó a la vivienda, todos encapuchados, intentaron atacarlo.

“Quisieron matarme, hacerme desaparecer. El jueves un hombre entró por el patio de mi casa, me di cuenta por los ladridos de mi perra y los ruidos que sentí en el techo. Cuando miré por la ventana vi al sujeto golpeando a mi perra Asnaga, que quería morderlo a toda costa; le pregunté quién era, qué hacía en mi casa y me respondió "soy policía'; me di cuenta de que estaba mintiendo y salí corriendo a pedir auxilio”, relató.

“Sé que esto es un mensaje mafioso -continuó- ya que si bien la Justicia descubrió la estafa y están tramitando el pase de la titularidad de las viviendas a mi nombre, el dictamen todavía no salió y me quieren hacer desaparecer para quedarse con todo”, señaló el profesor.

En la sala de estar de su casa dialogó con un equipo de El Tribuno y con mucha tristeza expresó: “Este sujeto golpeó tanto a mi perra, que le fracturó las costillas, yo sé que ella me salvó la vida, porque me alertó con sus ladridos desesperados. La verdad que entré en pánico y salí corriendo, porque este tipo se me venía encima. ­Cómo será que gritaba que los vecinos salieron a auxiliarme!”.

La gente, al percatarse de lo que estaba pasando comenzó a llamar a la policía mientras intentaban contener a Jorge, que no podía dejar de gritar. Inclusive, salió en pijama.

En medio de semejante tensión, le brotó una sonrisa. “Lo que más me sorprendió fue que en un momento apareció por el techo el mismo hombre con el hierro y de un salto cayó sobre la calle, desde una altura de unos seis metros, con una agilidad de película; nos miró a todos con tremenda frialdad y salió corriendo por la calle Caseros. Mis vecinos y yo quedamos como paralizados, no podíamos creer lo que acababa de pasar. Lamentablemente la policía no pudo atraparlos”, contó Jorge.

 Con las pruebas en la mano

Jorge Martorell tiene documentado cada paso que dio durante estos meses de investigación; tanto es así que posee el número de expediente que robaron con el cual cometieron la estafa, como así también los nombres de los abogados y escribanos que están involucrados.

De lo sucedido el jueves a la madrugada también tiene las pruebas. Jorge tiene en su poder la filmación de una playa de estacionamiento que se encuentra justo al frente de su casa y según su relato las cámaras captaron todo.

“La filmación que tengo muestra claramente cuando uno de los sujetos se tira del techo de mi casa y también momentos previos cuando tres hombres, todos con el rostro cubierto, hacen de campana, pasan y repasan por mi casa, pero con una diferencia de no más de dos minutos. Esto y el secuestro del hierro los tengo como pruebas”, contó, mientras aclaró que debió ir al médico producto del fuerte susto que sufrió. 
 

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