La comunidad católica de la ciudad de General Enrique Mosconi venera todos los años a Nuestra Señora de Fátima, cuya festividad convoca anualmente a devotos de todo el departamento General San Martín.
inicia sesión o regístrate.
La comunidad católica de la ciudad de General Enrique Mosconi venera todos los años a Nuestra Señora de Fátima, cuya festividad convoca anualmente a devotos de todo el departamento General San Martín.
Este año las celebraciones religiosas, que se llevaron a cabo ayer, dieron inicio con el rezo del Santo Rosario del Alba y la Misa de los peregrinos en horas de la mañana.
Como todos los años, los niños disfrutaron de un chocolate servido en la plaza principal. En horas de la tarde, con la presencia de autoridades eclesiásticas de la Diócesis de San Ramón de la Nueva Orán, se realizó la tradicional procesión por las calles céntricas de la ciudad norteña. La imagen de la Patrona y Protectora de la comunidad de General Enrique Mosconi presidió los diferentes actos religiosos y, de esa manera, sus hijos y devotos renovaron el pacto de fe que los insta a seguir adelante, luchando contra las dificultades y con el objetivo común de construir la comunidad que merecen como verdaderos cristianos.
Belleza natural y biodiversidad
General Mosconi está ubicada al norte de la provincia de Salta, sobre la ruta nacional 34 y a 340 kilómetros de la ciudad de Salta. Es uno de los seis municipios que integran el departamento General San Martín y tiene una superficie de 2.758 km2. Está localizada en las Sierras de San Antonio y limita al norte con el municipio de Aguaray, al sur con General Ballivián, al este con el municipio de Tartagal y al oeste con el Río Grande de Tarija.
El municipio de Mosconi conforma una de las regiones de la República Argentina que posee mayor biodiversidad y riqueza natural, con paisajes de una gran belleza panorámica. Solo un puñado de puesteros residen en esa vasta región del oeste a la que solo se puede acceder por difíciles y escarpados caminos que ingresan desde la República de Bolivia, situación que hasta ahora sirvió para proteger a esa parte de las Yungas de la mano del hombre. Escuelas y albergues como Medialunas o el Trementinal son las pocas entidades públicas de esa apartada región del norte.
Pero prácticamente en casi toda su extensión, de norte a sur, el municipio de General Mosconi es bañado por el río Seco, curso que le otorga a la zona un bello y particular atractivo. Tan es así que el más notable escritor mosconense, don Gregorio Torres, le dedicó “el río de las estrellas” una de sus más importantes obras literarias.
Riqueza forestal
Mosconi tiene actualmente una población que supera las 18.000 personas. Estas están distribuidas entre las localidades de Coronel Cornejo y Campamento Vespucio. Además, posee dentro de su jurisdicción varias comunidades aborígenes de la etnia wichí que también enriquecen con su aporte la cultura y la idiosincrasia del hombre chaqueño.
Si hay algo que el municipio de General Mosconi posee, es riqueza, grandes bellezas naturales y biodiversidad. Cabe señalar que casi un 70 por ciento de su extensión territorial sigue siendo una tierra virgen.
Desde hace prácticamente un siglo que la feracidad de esta tierra viene tentando a inmigrantes que llegaron de lejanas y remotas regiones del mundo para explotar sus riquezas, entre ellas la forestal que se encontraba prácticamente al alcance de la mano por la abundante presencia de especies arbóreas como el algarrobo, el lapacho, la quina, el cebil y el urundel, entre tantos otros.
La Laguna del Cielo
En medio de los bellísimos cerros del oeste, casi en el límite de los municipios de Tartagal y General Mosconi, existe un paraje conocido como Churqui. Allí es donde se ubica la hermosa Laguna del Cielo, un espejo de agua cubierto de vegetación acuática y flotante, y con una flora y una variada fauna pocas veces vista en todo el norte argentino. Por suerte, la riqueza ictícola de la laguna ha sido muy poca explotada. El mito y la leyenda envuelve de misterio a esta laguna a la que los lugareños califican como “un ojo del mar”, pues cuando se trató de conocer su profundidad los sondeos que se hicieron nunca pudieron dar con el fondo. Y también se dice que en la laguna residen misteriosas criaturas y monstruos.
Por décadas la Laguna del Cielo fue un lugar temido porque se especulaba que en épocas de intensas lluvias podría superar su límite y entonces desbordar sus aguas hacia el este arrasando con todo a su paso. Esto nunca ocurrió pero, en el 2009, cuando un alud invadió Tartagal, los lugareños miraron nuevamente con temor a la Laguna del Cielo.