En medio de un clima de profundo dolor ayer fueron inhumados los restos de Gerardo Gabriel Tercero, el joven bagayero de 20 años que murió durante un enfrentamiento con personal de Gendarmería Nacional, el sábado pasado. Una columna de cinco cuadras de gente acompañó a paso lento el féretro con los restos mortales del muchacho desde el asentamiento Néstor Kirchner, donde vivía con su esposa y su pequeño hijo de un año. Sus compañeros de tarea como pasantes de mercadería en la frontera con Bolivia no ocultaron su dolor por el trágico fin del joven. Tercero recibió un impacto de bala cuando junto a otros bagayeros transportaban un cargamento de mercadería y fueron interceptados por una patrulla de Gendarmería en el desvío del Puesto 28, a un costado de la ruta nacional 50.
Al pasar por la playa de camiones, en la zona de la terminal, donde los bagayeros descargan la mercadería que traen de Bolivia, la columna hizo un alto. Allí se generó un incidente cuando observaron que bagayeros del vecino país estaban descargando bultos. La de estos días fue una jornada de duelo y se irritaron al observar que personas que realizan la misma tarea que ellos continuaron con su labor como si nada hubiera ocurrido. “Con justa razón los compañeros se molestaron y éstas son las consecuencias de lo que yo vengo planteando desde hace tiempo”, expresó el presidente de la Cooperativa de Bagayeros de Orán, Manuel Barrios. Se refirió al pedido para que con carácter de urgente se instale un control migratorio para evitar que bagayeros de Bolivia invadan el territorio argentino. “Esta gente nos está quitando nuestra fuente de trabajo, corta nuestras rutas y son los primeros en instalarse en los asentamientos”, se quejó Barrios. A su juicio urge la necesidad de crear un control migratorio. Se supo que como consecuencia del incidente en el playón de camiones, una persona resultó con lesiones de consideración y fue internada en el hospital San Vicente de Paúl de Orán. Se trata de un hombre residente en la ciudad de Bermejo, Bolivia. Barrios lamentó que Gendarmería haya recurrido a las armas y causara la muerte de Tercero. “Se les fue la mano y yo atribuyo esta reacción de Gendarmería a todos los problemas que vienen surgiendo como consecuencia del descontrolado ingreso de bagayeros bolivianos y de la invasión de los tours de compra”, señaló. Según Barrios, “la situación está desbordada y yo hago un llamado a la reflexión para evitar males mayores”.
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En medio de un clima de profundo dolor ayer fueron inhumados los restos de Gerardo Gabriel Tercero, el joven bagayero de 20 años que murió durante un enfrentamiento con personal de Gendarmería Nacional, el sábado pasado. Una columna de cinco cuadras de gente acompañó a paso lento el féretro con los restos mortales del muchacho desde el asentamiento Néstor Kirchner, donde vivía con su esposa y su pequeño hijo de un año. Sus compañeros de tarea como pasantes de mercadería en la frontera con Bolivia no ocultaron su dolor por el trágico fin del joven. Tercero recibió un impacto de bala cuando junto a otros bagayeros transportaban un cargamento de mercadería y fueron interceptados por una patrulla de Gendarmería en el desvío del Puesto 28, a un costado de la ruta nacional 50.
Al pasar por la playa de camiones, en la zona de la terminal, donde los bagayeros descargan la mercadería que traen de Bolivia, la columna hizo un alto. Allí se generó un incidente cuando observaron que bagayeros del vecino país estaban descargando bultos. La de estos días fue una jornada de duelo y se irritaron al observar que personas que realizan la misma tarea que ellos continuaron con su labor como si nada hubiera ocurrido. “Con justa razón los compañeros se molestaron y éstas son las consecuencias de lo que yo vengo planteando desde hace tiempo”, expresó el presidente de la Cooperativa de Bagayeros de Orán, Manuel Barrios. Se refirió al pedido para que con carácter de urgente se instale un control migratorio para evitar que bagayeros de Bolivia invadan el territorio argentino. “Esta gente nos está quitando nuestra fuente de trabajo, corta nuestras rutas y son los primeros en instalarse en los asentamientos”, se quejó Barrios. A su juicio urge la necesidad de crear un control migratorio. Se supo que como consecuencia del incidente en el playón de camiones, una persona resultó con lesiones de consideración y fue internada en el hospital San Vicente de Paúl de Orán. Se trata de un hombre residente en la ciudad de Bermejo, Bolivia. Barrios lamentó que Gendarmería haya recurrido a las armas y causara la muerte de Tercero. “Se les fue la mano y yo atribuyo esta reacción de Gendarmería a todos los problemas que vienen surgiendo como consecuencia del descontrolado ingreso de bagayeros bolivianos y de la invasión de los tours de compra”, señaló. Según Barrios, “la situación está desbordada y yo hago un llamado a la reflexión para evitar males mayores”.
Recorrida
La columna que acompañó a los familiares para despedir los restos del joven Gerardo Tercero pasó frente a la terminal de ómnibus y siguió por la calle Pellegrini hasta la Catedral. De allí continuó hasta la Fiscalía Federal, donde hicieron un alto para pedir justicia por el asesinato del bagayero. En el trayecto al cementerio local se multiplicaron las muestras de dolor.
Mientras ayer arribaron a la zona más efectivos de Gendarmería para reforzar el estratégico Puesto 28, que fue destrozado tras los incidentes del sábado, la expectativa está centrada en las diligencias que realiza el juez federal Raúl Reynoso para esclarecer la muerte de Tercero. Hay tres gendarmes detenidos (dos hombres y una mujer) y se sospecha que de uno de ellos salió el disparo de la pistola 9 milímetro que causó la muerte del bagayero. “Yo espero que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto porque esto así no puede seguir”, advirtió Manuel Barrios.