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17 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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El Gobierno nacional perdió el rumbo

Domingo, 26 de mayo de 2013 20:57

En el año 2001 la soja cotizaba a 182 dólares la tonelada, hoy su valor supera los 540 dólares. Es que en la primera década del nuevo siglo el paradigma de la economía mundial cambió: los precios de las materias aumentaron por mayor demanda y el de los bienes industriales bajó por la mano de obra barata que aporta fundamentalmente China. A la mejora del precio de los alimentos, hay que agregarle el incremento de los rindes por nuevos desarrollos tecnológicos.

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En el año 2001 la soja cotizaba a 182 dólares la tonelada, hoy su valor supera los 540 dólares. Es que en la primera década del nuevo siglo el paradigma de la economía mundial cambió: los precios de las materias aumentaron por mayor demanda y el de los bienes industriales bajó por la mano de obra barata que aporta fundamentalmente China. A la mejora del precio de los alimentos, hay que agregarle el incremento de los rindes por nuevos desarrollos tecnológicos.

Más producción con buenos precios, explica el crecimiento de las exportaciones que pasaron de 27.000 millones a US$ 84.000 millones.

De esta manera Argentina salió de la crisis, y se beneficio al igual que los países de América Latina, con el cambio de situación. El punto es entonces, a la hora del balance, ¿Cómo aprovechamos este contexto altamente favorable?.

Hace diez años el actual Gobierno nacional inició su gestión manifestando que su programa de crecimiento se basaba en tres pilares fundamentales: superávit fiscal, superávit comercial y tipo de cambio competitivo. ¿Se respetaron estos principios? Veámoslo. Hoy el Tesoro Nacional es deficitario y se financia con emisión monetaria, luego de haberse apropiado de los fondos de jubilados y pensionados y de reservas del Banco Central; una emisión de moneda del orden del 40% anual, origina niveles de inflación que licuan los ingresos de millones de argentinos; no se invirtió en obras de infraestructura y así vemos el deterioro de ferrocarriles, caminos y los estragos que causan inundaciones; una mala política energética determinó que se perdiera el auto-

abastecimiento que tanto esfuerzo le costó al país conseguir y así debemos importar hoy energía por unos 12.000 millones de dólares anuales; de esta manera el superávit comercial termina siendo utilizado para pagar estas importaciones; en cuanto al dólar no se actualizó su valor al compás de la inflación y así hoy tenemos el cepo al dólar y el país perdió competividad; el Estado realizó desastrosas intervenciones en la economía como la acontecida en el mercado de carnes y así hoy Uruguay y Paraguay exportan más carne que la Argentina; se acentuó el proceso de concentración y extranjerización de la economía; se incrementó la presión impositiva regresivamente; las malas regulaciones y decisiones arbitrarias han creado un clima de desconfianza y ello tiene como correlato caída en la inversión y fuga de capitales.

A ello hay que agregarle el deterioro institucional.

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