Distendido, con algunas marquitas que le dejó el combate del sábado en Vélez, pero sobre todo con la humildad que lo caracteriza, ayer Luis Carlos Abregú llegó a la planta editorial del diario El Tribuno para responder las inquietudes de sus fanáticos a través de la webcam de este medio. Un gran número de seguidores pudieron expresar sus inquietudes y darle, una vez más, el apoyo incondicional a su ídolo.
inicia sesión o regístrate.
Distendido, con algunas marquitas que le dejó el combate del sábado en Vélez, pero sobre todo con la humildad que lo caracteriza, ayer Luis Carlos Abregú llegó a la planta editorial del diario El Tribuno para responder las inquietudes de sus fanáticos a través de la webcam de este medio. Un gran número de seguidores pudieron expresar sus inquietudes y darle, una vez más, el apoyo incondicional a su ídolo.
“Gracias a Dios se pudo traer el título mundial de plata a Salta y esperemos seguir trayendo títulos y alegrías a esta provincia”, señaló el campeón. Abregú fue uno de los máximos protagonistas de la megavelada que el sábado tuvo lugar en el estadio de Vélez, donde Maravilla Martínez retuvo la corona del CMB mediano ante el inglés Martin Murray. Jornada en la que el Potro superó por puntos a Antonin Decarie en la mejor pelea de la noche.
“Por ahí, la gente pedía un nocaut pero no se pudo dar. Lo bueno es que trajimos la victoria a Salta e hicimos una buena pelea, que gustó mucho, generó emociones en todo el estadio y a toda la gente que estuvo viendo”, contó Abregú, y dejo bien en claro que este último combate “no fue un parámetro”.
El salteño por adopción habló de todo, por ejemplo del árbitro Basile y su garrafal error en el octavo round cuando Abregú manda a la lona al canadiense y el referí termina la vuelta faltando 12 segundos; de los próximos rivales y las ganas que le tiene al titular de la OMB, el invicto Timothy Bradley; de detalles de una preparación que no fue la mejor; de su mano y de las ganas de pelear que tiene, quiere hacerlo en tres meses.
Un sumario de temas que el público lector de El Tribuno y sobre todo los fanáticos del campeón pudieron disfrutar a través de la webcam. Trasladado al boxeo, es el Potro de la gente.
Pelear en Salta
Después del excelente triunfo que el Potro Abregú (35-1-0, 28 KO) obtuvo el sábado en Vélez sobre Antonin Decarie de Canadá, descansará unos días para volver al trabajo a partir del lunes que viene. Al Potro le gustaría volver al cuadrilátero en tres meses; sin embargo, su agente Sean Gibbon trabaja en Estados Unidos y después del sábado que viene podría haber novedades más que interesantes. Hay que recordar que Abregú firmó contrato con Top Rank.
En caso de no tener una pelea afuera en tres meses, el campeón sostuvo: “Estamos viendo de hacer una en Salta para mantenernos en ritmo. Sería en julio o agosto”.
Y hasta se animó a bromear diciendo que si “a la gente le gustó la pelea con Decarie lo podemos traer a Salta para darle la revancha, de paso me saco las ganas del nocaut”.
Mayweather vs. Guerreo, el pronóstico
El próximo sábado, el campeón regular del CMB, Floyd Mayweather, y el interino de esa entidad, Robert Guerrero, unificarán los títulos cuando se enfrenten en Las Vegas. En los papeles, Carlos Abregú sería el retador directo de cualquiera de los dos, “por ser el número 1 del CMB, haber ganado el título mundial de plata tengo la obligación de pelear con el campeón, con Floyd Mayweather”, apuntó el Potro, además dijo que “es el mejor, sin dudas, pero también el que menos daño hace porque no tiene pegada”. Respecto al combate de este sábado, opinó: “Uno no le tiene mucha fe a Guerrero porque el negro demostró que le puede ganar a cualquiera. Esperemos que Guerrero dé batalla y mejor si gana, es más accesible para enfrentarlo”, sostuvo.
Luego de ser consultado acerca del combate de Maravilla Martínez, el Potro sostuvo que lo vio “bien”, que el titular mediano “ganó ajustado pero lo hizo. A Murray lo vi fuerte y Sergio tuvo que cuidarse por las lesiones que tiene”.
“Esa pelea (la que ganó ante Decarie) no es un parámetros”, dijo Abregú respecto a que no estuvo afilado como cuando noqueó el año pasado a Thomás Dulorme en Nueva York. “Quizás subestimamos al rival y no salió la pelea que pretendíamos”.