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Nicolás Breglia: ?Hacen lo imposible para crear una sociedad bipolar?

Sabado, 01 de junio de 2013 20:23

El Dr. Nicolás Breglia, pro gran maestre y vicepresidente de la Gran Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones, es abogado y un eximio interlocutor para los apasionados de la historia argentina. En diálogo con El Tribuno, habló sobre el papel que interpreta la masonería en tiempos de democracia y echó luz sobre las desavenencias de la orden con la Iglesia y los gobiernos totalitarios.

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El Dr. Nicolás Breglia, pro gran maestre y vicepresidente de la Gran Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones, es abogado y un eximio interlocutor para los apasionados de la historia argentina. En diálogo con El Tribuno, habló sobre el papel que interpreta la masonería en tiempos de democracia y echó luz sobre las desavenencias de la orden con la Iglesia y los gobiernos totalitarios.

¿Qué es la masonería?

Es una sociedad iniciática, escuela de conducta -por los valores éticos que persigue- y es una escuela de conocimiento porque el que ingresa asume la obligación de incorporar conocimiento por el resto de sus días. El masón no se realiza jamás, siempre incorpora conocimiento. Solamente termina de incorporar conocimiento cuando le llega la muerte. Y es una institución que tiene valores éticos, que privilegia los valores porque exige al masón una conducta férrea.

¿La masonería está tratando de volver a la sociedad?

Sí, porque la masonería es de vital importancia para el desarrollo futuro del país y el desarrollo futuro regional, sudamericano y latinoamericano. La masonería tradicionalmente ha impuesto en el mundo sus ideas políticas y sociales: la república democrática, laica y social.

¿Cuál piensa que es la función de la masonería en el futuro?

Amalgamar las distintas posiciones políticas que hay en la sociedad para lograr un proyecto nacional y proyectarse en el futuro, no tan solo a nivel nacional sino en Sudamérica y Latinoamérica. Nosotros buscamos una integración social y una sociedad igualitaria. Ese es el gran desafío.

¿Cómo concibe la masonería esa sociedad igualitaria?

Con libertad, con valores republicanos, con valores éticos y con valores de integración social donde la educación pública, gratuita y laica tenga un papel preponderante en esa movilidad social ascendente. Es la que la masonería -a través de sus hombres- ha logrado en la sociedad argentina y es la que imperó durante el siglo XX y ahora está un poco detenida. Entonces la sociedad en Argentina se estructuró de una forma totalmente distinta. Estaba el abuelo que era obrero, casi iletrado, inmigrante; el hijo era empresario; el nieto profesional, y de hogares obreros salía un presidente de la Nación. Esto en cualquier otra parte del mundo no existe. Con todo este proceso que puso en funcionamiento las ideas políticas y sociales de la masonería, logramos una sociedad bastante igualitaria que no es comparable con otras sociedades en el mundo. Y esa es la sociedad que tenemos que rescatar.

¿Era la sociedad ideada por Sarmiento con la Ley 1420?

El proyecto educativo de Sarmiento era igualitario para todos: él quería que la misma educación la tenga el pobre y la tenga el rico. He escuchado algunos ataques, porque a veces se tocan aspectos parciales de la vida del prócer. Yo no sé si no está siendo derrotado Sarmiento, porque estamos teniendo una educación total y absolutamente estratificada y están haciendo lo imposible para crear una sociedad bipolar.

¿Cuándo se puede decir que estamos ante un proyecto nacional?

Cuando el proyecto trasciende la vida útil de los dirigentes políticos. Cuando el proyecto es espasmódico, cuando comienza y finaliza con el dirigente político, no se triunfa en los tiempos, no se organiza un país.

¿En su origen, por qué la masonería era una sociedad secreta?

La masonería permanecía oculta, era una organización secreta porque enfrentaba poderes concentrados que eran tremendos. Enfrentaba al rey, a un sistema de gobierno, a toda una serie de intereses económicos que nadie había pretendido disputar. El masón primero planteó que no aceptaba el origen divino del poder de los reyes, es decir, la utilización de la fe para ocupar cargos públicos. Los masones empezaron a plantear que Dios no podía ser sectario.

¿Pero creían en Dios?

No es que no crean en Dios, sino que no es sectario. Lo planteaban en un plano espiritual trascendente y si vos mandás tenés que mandar porque el pueblo así lo decidió y vale lo mismo el voto de un siervo de la gleba que del señor feudal. Entonces estás afectando mis intereses. Entonces se perseguía al masón y luego se perseguía a toda la familia.

¿Por qué eran perseguidos?

Nos perseguían porque buscábamos la igualdad, la libertad, la movilidad social. Planteábamos que la rebeldía había que tenerla en el ámbito temporario, no había que contentarse con ser esclavo para ir al paraíso sino que había que lograrlo en la tierra.

Entonces les va mal en las dictaduras y bien en las democracias...

Sí, la masonería ha enfrentado a los gobiernos totalitarios. Si bien la masonería no es un partido político, contiene en su seno un abanico muy importante que va desde la izquierda a la derecha. Si se privilegia la libertad sobre la igualdad, va a ser de centroderecha, y si se privilegia la igualdad a la libertad, de centroizquierda. Todos van a estar ahí; pero necesariamente hay exclusiones: el nazismo, el fascismo, el estalinismo, el franquismo: todos gobiernos totalitarios que no aceptan el disenso.

También enfrentaron a la Iglesia ...

Han sido enfrentamientos en el ámbito de la política. La masonería no es antirreligiosa. En nuestros templos tenemos sacerdotes, y si viene un devoto religioso de confesión diaria no hay ningún problema con eso.

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