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17 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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No ceden las protestas en Brasil a pesar de los anuncios de reformas

Miércoles, 19 de junio de 2013 21:18

Cientos de “indignados” que protestan contra el alza del precio del transporte público bloquearon ayer dos autovías que conducen a la ciudad de San Pablo, que la noche de este martes fue escenario de violentas manifestaciones.

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Cientos de “indignados” que protestan contra el alza del precio del transporte público bloquearon ayer dos autovías que conducen a la ciudad de San Pablo, que la noche de este martes fue escenario de violentas manifestaciones.

A primera hora de la mañana de ayer, los manifestantes tomaron la autovía Anchieta, una autopista que une San Pablo y la ciudad industrial de San Bernardo do Campo y extendieron a todo su ancho una inmensa fila de neumáticos a los que les prendieron fuego, frente a un numeroso grupo de policías que vigilaba sus movimientos sin intervenir.

También fue bloqueada la autovía M'Boi Mirim, en la populosa zona sur de San Pablo, que fue ocupada por activistas del Movimiento Sin Techo, que protestan por el alza del precio del transporte público pero también contra el gasto público en la Copa Confederaciones de fútbol, que se celebra en Brasil desde el pasado sábado.

Las protestas contra el aumento del transporte estallaron hace diez días, convocadas por el movimiento Pase Libre, nacido en las universidades de San Pablo y que ha ganado adhesiones en casi todo el país.

El pasado lunes, el movimiento logró congregar en las calles de una veintena de ciudades a unas 250.000 personas, en manifestaciones consideradas las más numerosas registradas en el país en más de dos décadas.

Este martes las manifestaciones se repitieron en una decena de ciudades y tuvieron una especial intensidad en San Pablo, donde se calcula que se sumaron unas 50.000 personas.

Los desmanes del martes

Aunque en principio la marcha fue pacífica, pequeños grupos provocaron actos de violencia, se enfrentaron con la policía e intentaron ocupar la sede del Ayuntamiento de San Pablo, donde enfrentaron una dura represión policial.

Varios vehículos fueron incendiados y algunos manifestantes hasta intentaron ocupar el Teatro Municipal, uno de los más importantes de la ciudad, en momentos en que se presentaba una ópera.

Las manifestaciones concluyeron ya entrada la madrugada del miércoles y algunas personas, ajenas al movimiento, aprovecharon la oportunidad para promover saqueos, destrozaron vitrinas de comercios, pero la mayoría fueron detenidas con diversos artículos robados de las tiendas.

Según la policía paulista, un total de 62 personas permanecían detenidas ayer por la tarde, seis de las cuales son menores de edad.

Piquetes en Fortaleza

En Fortaleza, al noreste del país, los manifestantes bloquearon ayer por la mañana la principal carretera de acceso al estadio donde Brasil jugaba por la tarde contra México, como parte de la segunda fecha de la Copa Confederaciones, que es organizada por la FIFA.

La Policía desvió el tráfico de la carretera debido a los cientos de manifestantes congregados cerca de la Arena Castelao en Fortaleza.

Entre los automóviles atorados en el tránsito había vehículos oficiales de la FIFA que luchaban por llegar a la sede del partido, segundo de la fase de grupos.

Anuncio que no conformó a nadie

El alcalde de San Pablo, Fernando Haddad, reiteró ayer que el municipio estudia “algunas alternativas” para bajar el valor del transporte público, cuyo aumento ha desatado protestas generalizadas en buena parte de Brasil.

Haddad convocó a una rueda de prensa en la cual argumentó que fue elegido alcalde el año pasado y que los problemas con el transporte público en la ciudad se deben a la falta de inversiones por parte de las anteriores administraciones.

Aunque dijo que no tomará “decisiones populistas para agradar a corto plazo”, aseveró que analizarán las posibles fórmulas para abaratar las tarifas sin que ello afecte inversiones en otras áreas, como la salud y la educación.

El alcalde no mencionó ninguna de las alternativas que están en análisis y cifró sus mayores esperanzas para reducir las tarifas en un proyecto de ley que tramita en el Congreso nacional y propone una serie de desgravaciones para el transporte público.
 

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