En el lugar donde supuestamente se realizó una fiesta en la que fue asesinada Paula Lebbos, la joven tucumana que en 2006 encontraron muerta a la vera de la ruta 341 tras permanecer dos semanas desaparecida, hay un cartel que indica que ahí funciona un camping. A la redonda se observan varias cabañas y una vivienda humilde, donde residen los encargados.
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En el lugar donde supuestamente se realizó una fiesta en la que fue asesinada Paula Lebbos, la joven tucumana que en 2006 encontraron muerta a la vera de la ruta 341 tras permanecer dos semanas desaparecida, hay un cartel que indica que ahí funciona un camping. A la redonda se observan varias cabañas y una vivienda humilde, donde residen los encargados.
El espacio rodeado de verde, que está ubicado en las cercanías de El Cadillal, es de difícil acceso, publicó el diario La Gaceta. El sitio ahora tiene guardia permanente ya que un testigo le señaló al fiscal Diego López Ávila que la víctima falleció en una casa de la zona y se sospecha que alguna de las propiedades ubicadas en el mismo terreno podría ser la escena del crimen.
Esta semana la causa elevó el perfil y se realizan nuevas investigaciones en torno al caso. Alberto Lebbos, exfuncionario tucumano y padre de la joven, denunció ante la Justicia a hijos del gobernador José Alperovich y su secretario privado, Juan Alberto Kaleñuk, por el homicidio.
“Gente con mucho coraje me arrimó pruebas y testimonios sobre las circunstancias, hechos, lugares y el modo en que la mataron. Nosotros teníamos ocho hipótesis, de las cuales cuatro apuntaban a los hijos del poder”, añadió, y recordó que su hija “murió por estrangulamiento manual, brutalmente golpeada”.
A su vez, el hombre señaló que “se confirmaron todas las maniobras de encubrimiento de jefes policiales, fiscales y políticos dependientes del ministerio de Seguridad. Estamos recibiendo amenazas permanentes y el asesino de mi hija sigue sin aparecer”, cuestionó.
La respuesta a estas palabras no se hicieron esperar. “Están usando la muerte de Paulina Lebbos para hacer política, han superado todos los límites”, manifestó Alperovich. Su mujer y senadora nacional, Beatriz Rojkés, sostuvo: “Si quisieron hacerle daño a mi familia, lo lograron, porque me dañaron a mí, a mis hijos, a mis nietos, a nuestros padres”, lamentó.