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16 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Javier Cantero: ?No le voy a entregar el club a los violentos?

Viernes, 28 de junio de 2013 23:57

Otra jornada negra para el fútbol argentino (y van...) se vivió ayer en la sede de Independiente, donde el cobarde accionar de delincuentes, infiltrados entre los socios, interrumpió violentamente la asamblea que se llevaba a cabo en la sede del club de Mitre 470.
En medio de un clima caldeado, el presidente Javier Cantero y su comisión directiva (CD) fueron salvajemente atacados por alrededor de veinte personas, una de ellas identificada con una gorra del sindicato de Camioneros, las que invadieron el piso del gimnasio Radrizzani y lanzaron sillas contra el presidente y sus pares de la CD, que abandonaron el lugar en un clima de extrema tensión, y extrañamente sin presencia policial. Toda la directiva de la entidad de Avellaneda evacuó de inmediato el salón por los pasillos, donde quedaron manchas de sangre producto del salvaje ataque. Héctor Balcarce, revisor de cuentas del club, fue uno de los alcanzados por la agresión con un corte en su cabeza y el propio Cantero sufrió lastimaduras que no revistieron gravedad. Mientras el clima volvía a la normalidad después del violento episodio, los rumores de una posible renuncia de Cantero cobraron cada vez más fuerza pero posteriormente fueron desmentidos por el propio titular del club.
‘‘No vamos a renunciar, ahora menos que nunca. No le voy a entregar el club a los violentos. Es más, voy a identificar a los agresores para echarlos de Independiente’’, prometió el titular del rojo.
La asamblea de representantes de socios debía tratar -ayer tarde- la previsión de ingresos y gastos para el próximo ejercicio, después del descenso del equipo a la Primera B Nacional por primera vez en la historia.
La composición estaba prevista con 90 representantes: 60 del oficialismo, 27 de la agrupación Independiente, vinculada al expresidente Julio Comparada y al dirigente sindical Hugo Moyano, y tres de Lista Roja.
Antes del inicio de la asamblea frustrada, un ambiente enrarecido dominó la sede, en su interior y en las inmediaciones, hasta que se desató el ataque organizado. La situación terminó de estallar con el ingreso de Cantero al recinto, que se produjo solo en compañía de un empleado del club, en medio de un repudio generalizado. Luego, la barbarie.

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Otra jornada negra para el fútbol argentino (y van...) se vivió ayer en la sede de Independiente, donde el cobarde accionar de delincuentes, infiltrados entre los socios, interrumpió violentamente la asamblea que se llevaba a cabo en la sede del club de Mitre 470.
En medio de un clima caldeado, el presidente Javier Cantero y su comisión directiva (CD) fueron salvajemente atacados por alrededor de veinte personas, una de ellas identificada con una gorra del sindicato de Camioneros, las que invadieron el piso del gimnasio Radrizzani y lanzaron sillas contra el presidente y sus pares de la CD, que abandonaron el lugar en un clima de extrema tensión, y extrañamente sin presencia policial. Toda la directiva de la entidad de Avellaneda evacuó de inmediato el salón por los pasillos, donde quedaron manchas de sangre producto del salvaje ataque. Héctor Balcarce, revisor de cuentas del club, fue uno de los alcanzados por la agresión con un corte en su cabeza y el propio Cantero sufrió lastimaduras que no revistieron gravedad. Mientras el clima volvía a la normalidad después del violento episodio, los rumores de una posible renuncia de Cantero cobraron cada vez más fuerza pero posteriormente fueron desmentidos por el propio titular del club.
‘‘No vamos a renunciar, ahora menos que nunca. No le voy a entregar el club a los violentos. Es más, voy a identificar a los agresores para echarlos de Independiente’’, prometió el titular del rojo.
La asamblea de representantes de socios debía tratar -ayer tarde- la previsión de ingresos y gastos para el próximo ejercicio, después del descenso del equipo a la Primera B Nacional por primera vez en la historia.
La composición estaba prevista con 90 representantes: 60 del oficialismo, 27 de la agrupación Independiente, vinculada al expresidente Julio Comparada y al dirigente sindical Hugo Moyano, y tres de Lista Roja.
Antes del inicio de la asamblea frustrada, un ambiente enrarecido dominó la sede, en su interior y en las inmediaciones, hasta que se desató el ataque organizado. La situación terminó de estallar con el ingreso de Cantero al recinto, que se produjo solo en compañía de un empleado del club, en medio de un repudio generalizado. Luego, la barbarie.

Vinculan a Moyano con el violento ataque

Luego del bochornoso momento vivido en al sede de Independiente, la exjefa de seguridad del club, Florencia Arietto, aseguró anoche que los barras bravas que agredieron al presidente del club, Javier Cantero, durante la asamblea de socios, responden al titular de la CGT disidente, Hugo Moyano. ‘‘Los que entraron (a la asamblea) son todos barras de Independiente. Responden a la corporación sindical. Es un golpe de Estado’’, sostuvo Arietto, quien además afirmó que ella los conocía y que respondían a Moyano. ‘‘Lo veo por TV y puedo decir uno por uno los barras que fueron a tirar sillas porque los conozco’’, remarcó la exjefa de seguridad del rojo. 
Además recordó que en su paso por la institución les había aplicado el derecho de admisión a los violentos que ayer agredieron a Cantero. ‘‘Lean la lista de admisión, los 29 son los que estaban tirando sillas. Estos tipos son delincuentes, delincuencia organizada que van más allá de la ley’’, enfatizó.

¿La Policía lo entregó?

Llamó la atención que antes de la agitada asamblea, donde socios e hinchas desde temprano reclaman la renuncia de Cantero, no había presencia policial. 
Consultado al respecto, el vicepresidente Rubén Vázquez y el secretario administrativo Claudio Ciancio, sin dudar, apuntaron anoche contra la Policía bonaerense por “liberar” el interior de la sede de Independiente para permitir un desenlace de violencia durante la frustrada asamblea de representantes de socios. Ambos directivos señalaron que el operativo policial “estaba planeado de otra manera” a la que finalmente se desarrolló, con los agentes ausentes en el interior del edificio y ubicados sobre la fachada del lugar, sobre la avenida Mitre. ‘‘Se había montado un operativo de seguridad para el interior, pero a las 15 hubo una orden para que se retiraran los efectivos y se quedaran solamente en la calle’’, denunció Vázquez. En sintonía, Ciancio afirmó que ‘‘el dispositivo policial estaba planeado de una manera y se modificó’’ con la intención de favorecer las ‘‘reacciones violentas’’ de los socios presentes en el gimnasio Radrizzani, donde debía realizarse la asamblea. La teoría de ambos directivos se sumó a la esbozada por el propio presidente de Independiente, Javier Cantero, quien expresó: ‘‘Me entregaron, el operativo policial fue un desastre, no puede ser que entren tan fácil. Atrás del palco de dirigentes nunca hubo gente y hoy (por ayer) sí, estaba lleno. Lamento muchísimo lo que pasó porque había mujeres y discapacitados”.
Cantero subrayó además que le hubiese gustado que el dirigente sindical Hugo Moyano, opositor a su gestión, se hubiera presentado en la sede para debatir. “Moyano estuvo amenazando toda la semana y lo esperaba en la asamblea. Fue una lástima que no haya venido”, remarcó el titular del rojo.
El descenso de Independiente desembocó en numerosas marchas para pedir un cambio en la conducción de la institución, aunque nada justifica el salvaje ataque de ayer.

“No tengo nada que ver”

La dirigencia de Independiente, luego de los incidentes que postergaron ayer la asamblea de socios, no dudó en denunciar que los hechos de violencia fueron “orquestado” por la oposición y vincularon al clan Moyano. 
El que salió a responder rápidamente fue el dirigente sindical Pablo Moyano, quien anoche se desligó de las acusaciones que lo indicaban a él y a su padre como presuntos instigadores de la agresión que sufrió Javier Cantero y enfatizó que no tuvo “nada que ver”.
“Pareciera que (Hugo Moyano y yo) pusimos la bomba en las Torres Gemelas”, ironizó el dirigente por Radio Del Plata, al tiempo que aseguró que no estaba en la sede del club de Avellaneda cuando ocurrió el escandaloso ataque de los barras al presidente Cantero y a sus colaboradores más directos, todo en el marco de una asamblea de socios.
“Estaba en La Plata, no tengo nada que ver”, reiteró Moyano, quien se encargó de lavar la imagen de su familia, opositora a la corriente política de Cantero.
Por último, el sindicalista dijo: “Rechazo lo que pasó. Somos socios de Independiente, pero estamos en contra de la violencia”, argumentó.

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