Durante los primeros meses del año se registraron al menos 37 homicidios en el territorio salteño, y los principales motivos de los asesinatos fueron las peleas, robos, dramas pasionales y ajustes de cuenta. Las estadísticas muestran el incremento de la violencia, tanto en el interior como en capital.
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Durante los primeros meses del año se registraron al menos 37 homicidios en el territorio salteño, y los principales motivos de los asesinatos fueron las peleas, robos, dramas pasionales y ajustes de cuenta. Las estadísticas muestran el incremento de la violencia, tanto en el interior como en capital.
Enero fue el mes con mayor cantidad de homicidios. Tras los prolongados festejos de fin de año, Julio Zerda, de 37 años, fue encontrado sin vida, el 1 de enero, en el interior de una vivienda en la localidad de Mosconi, en el norte provincial. Las causas de su muerte fueron heridas de arma blanca.
Días más tarde, Nicolás Mesías, de 38 años, fue asesinado a golpes a la salida de un boliche en Aguaray.
El 8 de ese mes, en San Ramón de la Nueva Orán, María Teresa Vilte, de 50 años, fue asesinada por su marido Juan Carrizo, quien la estranguló y luego se quitó la vida ahorcándose. Horas después, en la localidad de Embarcación, Antolín Froilán (44) falleció de una puñalada en el tórax propinada por su vecino, quien le tenía celos.
El 11 de enero, en la frontera entre Salvador Mazza y Yacuiba, Marco Antonio Arana, de 27 años, fue acribillado de 18 balazos a raíz de un ajuste de cuentas ligado al narcotráfico.
Posteriormente, en el macrocentro capitalino, a pocos metros del Hogar Escuela, un hombre cuya identidad no fue dada a conocer fue asesinado de una puñalada en el cuello por René de Luca, de 49 años. Al parecer, ambos habrían tenido una discusión. Carina Manuela Argañaraz, de 17 años, murió a causa de asfixia por sofocación, en calle Lerma 634, en el macrocentro de esta capital.
En Cachi, Maximiliano Moya, de 19 años, fue agredido por otros jóvenes y cayó al río donde falleció.
Mauro José Tomás (23) fue asesinado a puñaladas en San Ramón de la Nueva Orán y se sospecha que se trató de un crimen pasional.
A fines de enero, Juan Marcelo Ruiz, de solo 17 años, murió luego de ser baleado durante una gresca en el barrio Solidaridad.
Febrero, el más llamativo
Una joven de 23 años, identificada como Eva Ferreyra, fue hallada sin vida en General Ballivián. Su muerte se produjo por asfixia mecánica por estrangulamiento.
A mediados de febrero, murió Eduardo Néstor Paredes, de 41 años, tras ser brutalmente atacado al sufrir un robo en Salvador Mazza.
El 24 de ese mes, Juan Viñabal (71) falleció a causa de un shock hipovolémico producido por herida con arma blanca y su pareja fue procesada en el hecho.
El 25 de febrero, Elena López (34) y sus hijos Matías (12) y Brisa (8) fueron encontrados en una vivienda del barrio Solidaridad. El culpable resultó ser el hijo mayor de la mujer.
Los crímenes de marzo
El adolescente Luis Sarmiento, de 18 años, fue asesinado en Colonia Santa Rosa tras recibir un disparo de una escopeta calibre 14. El culpable dijo que la víctima quiso robarle.
El 10, Pedro Armata (74) sufrió un robo y los delincuentes le asestaron al menos seis puñaladas en el tórax, en la ruta provincial 21.
En Pichanal, un hombre asesinó a su amante y compañera de trabajo tras mantener una discusión y luego se suicidó con el mismo revólver que utilizó para matar a la víctima.
Mercedes Aranda (21) fue hallada sin vida tras sufrir una herida de arma blanca en el tórax por su pareja.
En Rosario de la Frontera un padre de familia, identificado como Juan Carlos González, fue brutalmente apuñalado por una patota tras salir en defensa de su hijo.
El homicidio del sereno Rolando González (50) conmocionó a Orán. El hombre fue atacado en un robo.
El mes con menos muertes
El 4 de abril el cuerpo del cambista jujeño Marcos Antonio Ortega, de 59 años, fue hallado en La Caldera con dos disparos en la cabeza. Los investigadores creen que su muerte fue por un ajuste de cuentas.
El anciano Onorio Portal (82) murió desangrado tras una cuchillada en su casa de esta capital.
Ariel Reynoso, de 20 años, falleció tras haber sido agredido en una pelea en la zona sur capitalina.
El 17 de abril, en Pichanal, una mujer fue detenida por el crimen de Raúl Choque (22), quien murió tras recibir una puñalada en el pecho.
Daniel Alexander Montero (13) murió en Orán, el 22 de ese mes, tras defender a su madre que fue atacada por un vecino, quien en un principio quiso pelear con el damnificado.
El horror en mayo
El 13 de ese mes, en el macrocentro, Mercedes Tapia (72) fue hallada con una tijera en el cuello, tras ser víctima de un robo.
Un día después, Daniel Figueroa (17) recibió un disparo fatal en el pecho en el barrio Unión.
El peón cerrillano Julio Lazarte (37) falleció tras recibir un mazazo.
El bagayero Gerardo Tercero (20) murió por un balazo en un enfrentamiento con gendarmes.
Ramón Medina (22) fue atacado a machetazos y luego falleció en Colonia Santa Rosa.
En villa San Antonio, Raúl Flores (44) fue asesinado en un confuso hecho. Además, Juan Serrano (65) recibió una cuchillada fatal de un sobrino en La Candelaria.
Santiago Delgado (24) fue acribillado de un escopetazo en el barrio Autódromo, mientras que en J. V. González ocurrió el indignante asesinato de Judith Palma, de 9 años.
| Por una mejicaneada. Tenía doble nacionalidad, argentina y boliviana, y curiosamente Marco Antonio Arana, de 27 años, fue asesinado en el límite fronterizo entre sus dos países. El hecho ocurrió entre el 10 y 11 de enero, cuando fue acribillado a sangre fría y con 18 tiros, aparentemente de una ametralladora Uzi, por dos hombres desconocidos, entre Yacuiba y Salvador Mazza. Fuentes ligadas a la investigación, a cargo de la Fuerza de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Bolivia , informaron que este crimen tiene las características típicas de un ajuste de cuentas narco. “Estamos ante un nuevo asesinato de sesgo mafioso”, dijeron. |
| Horror en Bº Solidaridad En barrio Solidaridad, ubicado en la zona sudeste capitalina, aún se comenta el triple crimen ocurrido el 25 de febrero de este año. Ese día, Eliana Chiliguay (34), Brissia Ayelén (8) y Matías López (12) fueron encontrados en la manzana 437 B, mientras que el hijo mayor de la mujer, de 17 años, había desaparecido y todos temían lo peor. Sin embargo, 24 horas después de haberse hecho público el caso, en la sede de Criminalística ubicada en el microcentro se presentó el joven y dijo: “Soy el que asesinó a su familia en barrio Solidaridad”.
Días después, la jueza de Menores, Silvia Bustos Rallé, dijo que el adolescente “tiene una frialdad que espanta”. |
| Pudo haber sido peor Un verdulero que se desplazaba en una camioneta cargada con mercancías fue atacado a cuchilladas por dos jóvenes sobre ruta provincial 21, el 10 de marzo pasado. A causa de ese hecho, Pedro Armata, de 74 años, murió horas después. Sin embargo, el suceso pudo haber sido más grave, ya que en la caja del vehículo se encontraba una niña de 14 años, quien realizaba el pesaje de las frutas y verduras que comercializaba la víctima. Al observar lo ocurrido, la pequeña se ocultó entre las bolsas de papa, cebolla y los cajones de fruta.
Una vez que los delincuentes huyeron, la niña descendió de la camioneta y vio a su patrón agonizando. |
| Por un ajuste de cuentas El cambista jujeño Marcos Antonio Ortega, de 59 años, fue hallado sin vida el 4 de abril pasado en un barranco sobre la ruta nacional 9, en La Caldera. El hombre, domiciliado en el barrio Alto Comedero, se encontraba desaparecido desde el 31 de marzo, día en que salió de su casa con una importante suma de dinero. La víctima fue encontrada con dos disparos en la cabeza y el motivo del crimen se trataría por un ajuste de cuentas.
A pocos metros de donde su cuerpo fue hallado, un automóvil marca Audi A3 fue encontrado calcinado y se supone que mientras el hombre viajaba en el coche, fue asesinado por dos o más personas. |
| El más indignante La pequeña Judith Palma, de 9 años, fue ultrajada y asesinada en un domicilio de calle Hipólito Yrigoyen, de Joaquín V. González, el 18 de mayo, entre las 19 y las 22, después de que su madre denunciara su desaparición y hallara la bicicleta de la pequeña a solo metros del domicilio de los abuelos perversos, cuyos ADN comparativos dieron positivo para José Insaurralde (47) y Rubén Soria (84), dos de los tres acusados. Mientras Ramón Leiva (67) prosigue imputado y detenido por los mismos delitos, aunque su grado de participación en el crimen aún se está investigando. El caso conmocionó al país que aún no sale del asombro. |
Deben declarar hoy ante Dubois
Tras el último asesinato registrado en esta provincia (hasta ayer), los involucrados en el supuesto homicidio de Javier Trogliero Alvarez, de 36 años, deberán declarar hoy ante el juez de la causa, Esteban Dubois, titular del Juzgado de Instrucción Formal 2.
Cabe recordar que este hecho se produjo el 1 de junio en una vivienda situada en la manzana 528 A, casa 22, del barrio El Huaico, cuando un grupo de amigos se reunió para despedir al dueño de casa, quien viajaba a un evento musical en Quito, Ecuador.
Sin embargo, durante la madrugada, aproximadamente a las 5.30, un llamado telefónico al 911 alertó sobre la presencia de personas que estaban causando desorden en esa casa.
Por ese motivo, el personal de la Comisaría 6 se dirigió al lugar a bordo de un patrullero y luego ingresó al domicilio.
En el sector del patio del inmueble observaron a un hombre gravemente herido con una lesión producida por un arma blanca.
Inmediatamente, Trogliero fue trasladado en una ambulancia y en código rojo al hospital local, aunque desafortunadamente perdió la vida momentos después, producto de heridas penetrantes en el tórax, traumatismo encéfalo craneano y shock hipovolémico.
Sebastián Guitián (35), Mario Ariel Del Barco (36) y Juan Carlos Gómez (37) quedaron demorados por el hecho.
Casos sin resolver
Pese a que hay al menos 37 crímenes registrados en la provincia en lo que va del 2013, aún hay otros casos cuyas resoluciones no fueron dadas a conocer o aún se encuentran en investigación.
El Tribuno publicó diferentes hechos catalogados por los peritos como muertes dudosas.
Un claro ejemplo es el ocurrido el 16 de abril pasado, cuando el cadáver de Santos Torres, de 82 años, fue hallado en un canal ubicado en el corazón de la localidad de Rosario de Lerma.
Si bien el deceso del hombre se produjo por un paro cardiorrespiratorio, sin signos de violencia ni huellas traumáticas, los habitantes del lugar se mostraron conmocionados con el hallazgo y sospechan que al hombre lo podrían haber asesinado.
Además, otras personas fueron denunciadas como desaparecidas y se teme que gran parte de éstas puedan haber tenido el mismo fin que los casos ya publicados por El Tribuno. La inseguridad en la provincia no para de crecer y estos crímenes son algunas de las pruebas de lo que sucede tanto en esta capital y como en el interior.