Ni mística ni juego. Todo eso que caracterizó alguna vez a Los Pumas ayer estuvo ausente en el estadio Padre Ernesto Martearena y muy presente en el seleccionado de Inglaterra que se quedó con el primer duelo por un justificado 32 a 3. Los europeos marcaron la diferencia en el primer tiempo cuando dominaron a placer, y casi no dejaron a los argentinos pasar la mitad de la cancha. Para Los Pumas habrá revancha el próximo sábado y mucho para trabajar durante la semana.
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Ni mística ni juego. Todo eso que caracterizó alguna vez a Los Pumas ayer estuvo ausente en el estadio Padre Ernesto Martearena y muy presente en el seleccionado de Inglaterra que se quedó con el primer duelo por un justificado 32 a 3. Los europeos marcaron la diferencia en el primer tiempo cuando dominaron a placer, y casi no dejaron a los argentinos pasar la mitad de la cancha. Para Los Pumas habrá revancha el próximo sábado y mucho para trabajar durante la semana.
El marco de público fue importante, más allá de pequeños claros en algunos sectores de las tribunas. La gente le puso calor a la previa, pero se fue enfriando a medida que transcurrían los minutos viendo que no había reacción argentina dentro del campo de juego. A penas iniciado el encuentro, la gente se prendió haciendo la tradicional ola y no hubo nada mas.
Es que lo que se transmitía en la cancha, especialmente del lado de Los Pumas no contagiaba. Al equipo se lo vio muy impreciso, sin conexión y con importantes fallas en el line. Recién a los 38 minutos del primer tiempo llegó el primer line propio y ganado.
Inglaterra aprovechó dos infracciones de Los Pumas para sumar a través de penales y de la buena ejecución del apertura Freddie Burns. Después llegaron quince minutos de juego ofensivo que redituaron en tres tries para los ingleses; David Strettle, Billy Twelvetrees y Ben Morgan llegaron con ciertas facilidades al ingoal indefenso de Los Pumas.
Esos primeros cuarenta minutos pusieron en evidencia las más de dos semanas de trabajo que llevan los ingleses, que ya sumó triunfos ante los Barbarians, Sudamérica XV y ahora Los Pumas, contra los cinco días que llevan entrenando los dirigidos por Santiago Phelan.
Los únicos tres puntos argentino llegaron sobre el minuto final del primer tiempo con un penal de Martín Bustos Moyano, que fue su único acierto de la tarde ya que tuvo cuatro penales para sumar más puntos.
En Los Pumas se vio algo más de actitud en el complemento, pero sin una línea de juego de nada sirvió. Cada vez que intentó llegar al try se quebró con la defensa inglesa, así como la esperanza de descontar en el marcador. Los errores en el line y la falta de tackle minaron las chances argentinas, que se vio impotente de principio a fin.
El segundo tiempo casi fue intrascendente salvo por el try del minuto final de Billy Vunipola. Inglaterra se llevó un triunfo justo que anima la revancha del próximo sábado, cuando Los Pumas están obligados a cambiar gran parte de la imagen que dejaron en el Martearena.
Los mejores de la cancha
Entre las figuras más destacadas del partido se encuentra el octavo inglés Ben Morgan. El inglés se puso el pack de fowards al hombro al momento del scrum, y por esa vía daño a la formación argentina.
Otro de los jugadores que causó buena impresión fue el debutante Christian Wade. El wing le puso velocidad al ataque inglés, tanto como Jonathan Joseph.
De Los Pumas poco hay para rescatar, ya que incluso aquellos que se destacaban por su temple y tackle fallaron. Ni el tucumano Julio Farías Cabello pudo levantarse de la mediocridad que generalizó al seleccionado argentino.
En tanto, Felipe Contepomi tuvo pocas chances de penentrar la defensa rival, pero sí logró sacarle un par de infracciones a los rivales que no fueron aprovechadas.