La llegada de la ley del matrimonio igualitario en el país trajo consigo una fuerte división en la sociedad argentina. Previo a su ingreso al Congreso de la Nación, el proyecto fue analizado en todas las provincias del país por asambleas. Allí se pudo escuchar las voces a favor y en contra. El 15 de julio de 2010, mientras el Senado debatía, las banderas y afiches de uno y otro grupo flameaban en la plaza de los Dos Congresos. Su aprobación generó rabia en quienes defienden los valores de la familia tradicional. Quienes desde hace años vivían en la ilegalidad y sin derechos por su unión, la festejaron. A tres años de su sanción, un relevamiento realizado por la Federación Argentina de Lesbianas Gays Bisexuales y Trans demuestra que en todo el país ya se celebraron 7.171 matrimonios de parejas del mismo sexo. Hasta fin del año pasado, la cifra se ubicaba en 5.839. Pero el crecimiento del último año lo marcaron las parejas que ya llevaban más de 10 años de convivencia y decidieron legalizar su situación.
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La llegada de la ley del matrimonio igualitario en el país trajo consigo una fuerte división en la sociedad argentina. Previo a su ingreso al Congreso de la Nación, el proyecto fue analizado en todas las provincias del país por asambleas. Allí se pudo escuchar las voces a favor y en contra. El 15 de julio de 2010, mientras el Senado debatía, las banderas y afiches de uno y otro grupo flameaban en la plaza de los Dos Congresos. Su aprobación generó rabia en quienes defienden los valores de la familia tradicional. Quienes desde hace años vivían en la ilegalidad y sin derechos por su unión, la festejaron. A tres años de su sanción, un relevamiento realizado por la Federación Argentina de Lesbianas Gays Bisexuales y Trans demuestra que en todo el país ya se celebraron 7.171 matrimonios de parejas del mismo sexo. Hasta fin del año pasado, la cifra se ubicaba en 5.839. Pero el crecimiento del último año lo marcaron las parejas que ya llevaban más de 10 años de convivencia y decidieron legalizar su situación.
Según este mismo relevamiento, la mayoría de las uniones se celebraron en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde 1.834 parejas dieron el sí, quiero. Teniendo en cuenta la población de la provincia de Buenos Aires el número no resulta de importancia. Sin embargo, Salta se encuentra séptima en este relevamiento. Según la Federación Argentina LGBT, en Salta se concretaron 188 uniones del mismo sexo. Se estima también que sobre una población de 100 mil habitantes en Salta, el 15,48% son matrimonios igualitarios. Mucho más abajo, en el puesto número 19 se encuentra Jujuy con 56 matrimonios del mismo sexo.
Esta norma conocida por la mayoría como matrimonio gay fue la primera de este tipo en América Latina y ubicó al país en el décimo lugar en el mundo en consagrar la igualdad, puesto que además de brindar la posibilidad del matrimonio, se avanzó en el reconocimiento igualitario de hijas e hijos de parejas no casadas y en la gestación por sustitución y fertilización asistida sin discriminación. También se habilitó el matrimonio igualitario para turistas, por medio del cual más de 100 parejas extranjeras pudieron casarse.
Otros de los derechos que proporcionó la ley fue la de los beneficios previsionales, licencias, asignaciones familiares y obras sociales.
Sin embargo, a tres años de la aprobación, ¿hubo realmente un cambio cultural? ¿Hubo una aceptación de los matrimonios igualitarios?
El cambio se da con lentitud, demasiada para quienes quieren mostrar su unión no heterosexual
El giro se da de a poco y en los lugares en los que se puede: la casa, la escuela, el hospital, la política. Siempre hay alguien que se anima a dar los primeros pasos, que convierte en historias personales la letra de la ley. Gente que se expone para llamar la atención de temerosos e indiferentes: dos policías que se casan en Rosario; un empresario que monta en Santiago del Estero una planta de exportación de carbón con seis empleadas trans.
Los países que cuentan con una legislación similar son Uruguay, Nueva Zelanda, Francia, Brasil (por vía judicial) y el Reino Unido, mientras que México, Estados Unidos, Australia, Vietnam y Colombia, entre otros, están en pleno debate para habilitar este derecho.
El avance más reciente lo constituyó la sentencia de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, que derogó la ley de DOMA y restituyó el derecho al matrimonio en el Estado de California.
Se estima que cerca del 10% de la población mundial vive en países y regiones con matrimonio igualitario.
En Francia, hasta hace unas semanas, la idea de aprobar el matrimonio igualitario generó serios enfrentamientos callejeros. Aquí la norma sigue su lento camino, la aprobación social es todavía lo que sigue faltando.
Las opiniones
“Creo que lo que han logrado con esta norma es banalizar aún más la familia y el matrimonio. Las estadísticas muestran que en 2012 hubo 150 matrimonios de este tipo, los matrimonios heterosexuales -para mí los únicos legales- fueron muchos más. Es una norma que solo se buscó para hacer publicidad. No creo que esta norma vaya a quedar caduca porque los que incentivan esta norma no quieren que así ocurra. A ellos nos le interesa el matrimonio y muchos teóricos así lo dicen. Ellos aseguran que el matrimonio homosexual no es porque los gay quieran casarse, sino que quieren banalizar y destruir la institución del matrimonio en general. Ahora habría que ver cuántos de esos matrimonios persisten”. FEDERICO CURUCHEK (RED FEDERAL DE FAMILIA)
“A tres años de la aprobación de la ley, el balance para nosotros es totalmente positivo. Representó la protección jurídica para muchas familias homoparentales, que tenían años de convivencia. Significó los derechos para sus hijos. Sin embargo todavía falta trabajar sobre lo que realmente representa la ley de matrimonio igualitario, para que una familia sea reconocida. Todavía los hijos de madres concubinas o padres concubinos no son reconocidos. Igualmente esta norma aportó la seguridad de la pareja en las obras sociales, la herencia y muchos otros temas que hacen a los derechos de una pareja como cualquier otra. Esta norma fue un hecho muy importante para quienes luchamos por nuestros derechos”. GABRIELA VELEIZÁN (ESP ACIO DE RE FLEXIÓN L ÉSBICA)