El viernes pasado, una pareja de cóndores adultos fueron encontrados en el paraje El Divisadero, cerca de Cafayate, con signos de haber sufrido una intoxicación. Por ese motivo, desde la Secretaría de Ambiente se los llevó a la Estación de Fauna Autóctona, para propiciar su recuperación. Ayer, los animales viajaron en avión a Buenos Aires, para recibir atención en la fundación Bioandina que funciona en el zoológico porteño. “Una vez que estén totalmente recuperados serán regresados a su hábitat natural”, informó Gustavo Dada, jefe del Programa de Biodiversidad, de la Secretaría de Ambiente de la Provincia.
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El viernes pasado, una pareja de cóndores adultos fueron encontrados en el paraje El Divisadero, cerca de Cafayate, con signos de haber sufrido una intoxicación. Por ese motivo, desde la Secretaría de Ambiente se los llevó a la Estación de Fauna Autóctona, para propiciar su recuperación. Ayer, los animales viajaron en avión a Buenos Aires, para recibir atención en la fundación Bioandina que funciona en el zoológico porteño. “Una vez que estén totalmente recuperados serán regresados a su hábitat natural”, informó Gustavo Dada, jefe del Programa de Biodiversidad, de la Secretaría de Ambiente de la Provincia.
Ambos cóndores permanecerán en la fundación alrededor de 15 días. Mientras tanto, en la zona de Cafayate en la que fueron encontrados estos animales, hay un equipo de personas trabajando en investigar cómo puede haber ocurrido la intoxicación, a fines de que no continúe afectando a otros animales. “Algunas veces la gente envenena a los pumas y los cóndores pueden haberse comido alguno de estos animales envenenados”, dijo Dada. “Hay que aclarar que las aves están fuera de peligro y que se las envió a Buenos Aires para su óptima recuperación”, agregó.
Los cóndores, al llegar a la Estación de Fauna Autóctona, no podían volar, perdían el equilibro, tenían vómitos y diarrea. Ayer ya estaban mucho mejor, según informaron desde la Secretaría de Ambiente.
La Fundación Bioandina trabaja desde hace años con el compromiso de proteger al cóndor, considerada ave emblemática, especie clave en el equilibrio del ecosistema andino y eslabón simbólico con nuestro pasado cultural Sudamericano.
En peligro de extinción
El cóndor andino, es una especie amenazada que habita en las más altas montañas andinas. Puede volar a más de 7.000 metros de altura y planear durante horas sin mover las alas. Vive fácilmente hasta los 85 años. Es el ave más grande y de mayor envergadura del mundo, la que vuela a mayor altura y por más tiempo. Su plumaje es negro, con visos azulados como el acero. Y sus potentes alas están rodeadas de blanco. También es blanca su majestuosa gorguera. Se alimenta de carroña o restos de carne en descomposición.