Una colección de objetos personales de la recordada actriz Elizabeth Taylor saldrá a la venta en Beverly Hills (California), e incluirá joyas, vestidos de fiesta y vestuario de sus películas, según ha confirmado la prestigiosa casa de subastas estadounidense Julien's. La colección, que pertenece a un anterior empleado de Taylor no identificado, primero será expuesta en Irlanda y se subastará en los Estados Unidos el 12 de octubre.
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Una colección de objetos personales de la recordada actriz Elizabeth Taylor saldrá a la venta en Beverly Hills (California), e incluirá joyas, vestidos de fiesta y vestuario de sus películas, según ha confirmado la prestigiosa casa de subastas estadounidense Julien's. La colección, que pertenece a un anterior empleado de Taylor no identificado, primero será expuesta en Irlanda y se subastará en los Estados Unidos el 12 de octubre.
La estrella es un conjunto de pendientes y collar de oro de 18 quilates, cuyo precio está valorado entre los 10.000 y los 15.000 dólares, y que incluye piedras preciosas, entre ellas diamantes. También está a la venta la gran corona con forma de halcón que llevaba en la película Cleopatra, de 1963, y se prevé que la joya, que ayudó a que la película ganara el Oscar al mejor diseño de vestuario, se venda por 2.000 ó 3.000 dólares. Joyas, vestidos de gala y trajes están ahora al alcance del mejor postor.
Liz, que murió en 2011 a la edad de 79 años por problemas cardiovasculares, ganó el Oscar a mejor actriz por La mujer marcada, en 1960, y por ¿Quién teme a Virginia Woolf? en 1966. Pero sobre todo fue una mujer que revolucionó Hollywood con su amor a los diamantes, sus ojos color violeta y su tumultuosa vida amorosa que incluyó ocho matrimonios, dos de ellos con el actor galés Richard Burton, su gran amor.
Entre sus ojos y su vida
Su cara y sobre todo sus míticos ojos color violeta decían mucho más que cientos de líneas de diálogo. Además de su edad, la actriz siempre fue víctima de una salud muy frágil que la llevó a la mesa de operaciones decenas de veces.
Su nombre completo era Elizabeth Taylor Rosmond, nacida en Londres en 1932, Dama del Imperio Británico y no le gustaba nada que la llamaran Liz, pero fue su diminutivo el que quedó para la leyenda. Hija de un marchante y de una actriz retirada de Broadway, su familia se instaló en Reino Unido para montar allí una galería de arte. Aunque la intérprete mantuvo siempre la nacionalidad, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial se fue con los suyos a California, la tierra de los sueños que marcó su trayectoria. El deseo de su madre por ver su quimera cumplida Äella abandonó los escenarios al casarseÄ y el consejo de un vecino que apreció la belleza extrema de la pequeña Elizabeth, hicieron el resto. La niña fue a una prueba y filmó su primera película, “Hombre y ratón”, con sólo siete años. Rodó más de 50.
Con la gran Cleopatra embolsó la impresionante cifra de un millón de dólares del año 1963 y en cuyo rodaje saltó el escándalo. Elizabeth Taylor y Richard Burton, ambos casados, se enamoraron y escribieron una de las historias de amor más pasionales.
En los últimos años, en sus escasas apariciones públicas, iba en silla de ruedas pero tenía la presencia de la diva que era. Con las joyas, los ropajes y el maquillaje propios de otra época. No quiso participar del funeral-espectáculo de su amigo Michael Jackson, pero se sentó en primera fila en el homenaje más íntimo. Antes de que los medios anunciaran una de sus últimas operaciones, Liz lo comunicó vía Twitter: “Queridos amigos, me gustaría haceros saber antes de que esté en los periódicos que me voy al hospital para una operación en mi corazón. Os haré saber cuando esto esté acabado. Con amor, Elizabeth”.