Con una presión coordinada en la mitad de la cancha, donde hizo circular la pelota con fluidez y el contagio de un enorme Fernando Gago fueron argumentos más que sólidos para que Boca se quede con un triunfo claro (la diferencia pudo ser más amplia) sobre un pálido Racing, que nunca le encontró la vuelta a un rival muy superior.
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Con una presión coordinada en la mitad de la cancha, donde hizo circular la pelota con fluidez y el contagio de un enorme Fernando Gago fueron argumentos más que sólidos para que Boca se quede con un triunfo claro (la diferencia pudo ser más amplia) sobre un pálido Racing, que nunca le encontró la vuelta a un rival muy superior.
El equipo de Carlos Bianchi impuso una clara superioridad durante casi todo el primer tiempo, aunque solamente logró hacer un gol.
La presión xeneize en la zona de volantes no le permitió a Racing posibilidad de salida. Gago hizo circular la pelota con prolijidad y sobre la izquierda se construían fructíferas sociedades entre Juan Manuel Martínez, Sánchez Miño y Emanuel Insúa, después sustituido por Nahuel Zárate, con las que el equipo local encontró frecuentes chances de desequilibrio. El gol llegó a los 16 minutos, en acción que comenzó Gago, con un pase largo para Martínez, quien desbordó por izquierda y tiró el centro atrás para que llegue de frente Sánchez Miño quien, con un cabezazo abajo, puso el 1 a 0.
La mejor oportunidad para Racing fue a los 19 minutos, con un tiro libre de Luis Ibáñez, que el uruguayo Martín Migliónico cabeceó afuera.
Boca sólo cedió la iniciativa por momentos, como para tomarse descansos, pero Racing en ningún momento tuvo el control del juego.
Las características del segundo tiempo fueron similares a las del primero, con muy marcadas distancias entre un equipo y otro, aunque Racing pudo haber empatado a los 6 min, con una llegada de Rodrigo De Paul al fondo por derecha y un centro bajo que cortó Orión cuando llegaba Luciano Vietto. Después fue todo de Boca, que pudo haber marcado el segundo a los 10 min, con remate apenas desviado de Cristian Erbes, después de buena maniobra colectiva. A los 14, otra vez llegó el xeneize con centro paralelo de Sánchez Miño, que Migliónico sacó al córner y que casi fue gol en contra.
Finalmente, el gol que liquidó el partido cayó por decantación y fue a los 22 minutos, cuando Jesús Méndez, después de un tiro de esquina, colocó un centro desde la izquierda que desvió el uruguayo Ribair Rodríguez y por el mismo medio conectó Gigliotti, tal vez al que más le costaba entrar en circuito colectivo, pero que finalmente hizo ejercer su presencia goleadora para cerrar el partido.
Racing nunca reaccionó y Boca pudo haber llegado al tercero a los 35 min, en una maniobra muy lúcida de su figura central, Gago, quien llegó hasta el área a recibir una pared y picó la pelota por arriba de Saja, pero como estaba algo exigido, le permitió al arquero impedir lo que hubiese sido un golazo del jugador que ayer hizo olvidar a Juan Román Riquelme.