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Peres y Abbas acudirían al Vaticano el 6 de junio para el diálogo de paz

Martes, 27 de mayo de 2014 01:09

El presidente israelí, Shimon Peres, afirmó ayer que “habrá tratativas de paz” con Palestina, tras la mediación ofrecida anteayer por el papa Francisco en el marco de su peregrinación por Tierra Santa.

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El presidente israelí, Shimon Peres, afirmó ayer que “habrá tratativas de paz” con Palestina, tras la mediación ofrecida anteayer por el papa Francisco en el marco de su peregrinación por Tierra Santa.

Peres y el presidente Abbas aceptaron concurrir al encuentro a realizarse, muy probablemente, el próximo 6 de junio, es decir, dentro de dos semanas. El apuro sería que el mandato de Peres finaliza a finales del próximo mes.

“Su Santidad trabaja tanto para que haya paz en esta región, estamos con usted con todo el corazón y nuestra alma”, dijo el mandatario israelí al participar de un acto junto al Pontífice en Jerusalén.

“Habrá tratativas de paz para que exista un Estado de Israel y uno Palestino, estamos listos para esa paz”, confirmó el premio Nobel de la Paz.

El Papa invitó el domingo a Peres y al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, a reunirse en el Vaticano para “elevar una intensa oración pidiendo por la paz”.

Francisco insistió en “buscar la paz con determinación” en Medio Oriente, uno de los grandes temas de su visita a la región que terminó ayer.

El Pontífice indicó que “es posible conseguir una verdadera conciliación” entre judíos, musulmanes y católicos por lo que instó a “buscar la paz con determinación”.

En ese sentido, Francisco rechazó “la idea de imponer los puntos de vista ante los derechos del otro” y repudió “cualquier tipo de discriminación y antisemitismo”.

“Cuente con mi súplica a Dios por la paz, la seguridad, la tranquilidad de vida, la hermandad y la fraternidad”, le manifestó a Peres.

Más temprano, el Pontífice visitó el Muro de los Lamentos, el lugar más sagrado del Judaísmo, situado en el corazón del casco viejo de Jerusalén, donde dejó una oración.

Jorge Bergoglio también se reunió con los dos principales rabinos de la ciudad, el Gran Rabino Askenazi, Yona Metzger, y el Gran Rabino Sefardí, Shlomo Amar, a los que instó a continuar y profundizar en el camino de amistad iniciado tras el Concilio Vaticano II.

Como culminación de su visita a Tierra Santa, Francisco ofició una misa en el Cenáculo, sitio donde según la tradición Jesús llevó a cabo su última cena con sus discípulos, donde efectuó el lavatorio de pies y la consagración de la eucaristía.

Los momentos salientes del viaje

Visitó la Cúpula en la Roca, el tercer lugar más sagrado del Islam, que reverencian tanto musulmanes como judíos.

Oró ante el Muro de los Lamentos, el lugar más sagrado del judaísmo y dejó una nota con un texto del Padrenuestro en español.

Depositó una corona de flores blancas y amarillas, los colores del Vaticano, en la tumba del fundador del sionismo Theodore Herzl.

Visitó el Museo del Holocausto y se reunió con seis sobrevivientes. Calificó al Holocausto como una maldad sin precedente y rogó a Dios que nunca se repita.

Se reunió con el principal rabino israelí, recordó las raíces judías del cristianismo y afirmó que el vínculo entre las dos religiones es inquebrantable.

Se reunió con el presidente israelí Shimon Peres y lo elogió como “un artífice de la paz”. También se reunió con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.

Se reunió con el patriarca de Constantinopla, Bartolomé I.

Celebró misa en el Cenáculo, el lugar tradicional de la Ultima Cena. El salón está sobre el lugar tradicional de la tumba del rey bíblico judío David.

Una apuesta fuerte que ya dio frutos, FLAVIO PALACIOS, El Tribuno

Que el papa Francisco nos tiene acostumbrados a las sorpresas ya no es una novedad.

Pero ninguno de sus desafíos, hasta ahora, había sido lanzado al viento durante un viaje a un lugar tan delicado del planeta como Oriente Medio y tampoco recogió frutos tan rápido que nadie podía creerlo.

No hay que engañarse pensando que Jorge Bergoglio improvisó. Nada de eso. Es un hombre con una formación sólida. Y su propuesta de que Peres y Abbas visiten el Vaticano para rezar juntos por la paz no fue sino un paso bien pensado.

Lo que nadie se imaginó es que casi en simultáneo y en cuestión de horas ambas casas presidenciales acogerían con gusto la iniciativa. Ahora, todo se jugará en dos semanas más.

 

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