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La paz y la madurez, en“ascenso”

Domingo, 04 de mayo de 2014 03:03

Era el partido que nadie deseaba. Que los dos grandes de la provincia hayan sido los protagonistas de una final para no descender refleja el triste y deprimente presente del fútbol salteño. De la misma manera, la enorme carga emocional de un clásico empapado de tensión implicaba un enorme desafío para la sociedad. Mucho se habló sobre si Salta estaría o no preparada para “bancarse” un clásico para evitar el descenso con ambas hinchadas en cancha. Y ayer fue el público el que ganó y demostró un “ascenso” y una evolución que merece destacarse: se comportaron en la alegría y dieron un ejemplo ante la amargura. Las parcialidades de Juventud y de Central Norte le pusieron fiesta al Martearena desde antes del inicio. El duelo de hinchadas fue ensordecedor. Luego, soportaron 120 minutos de chatura futbolística, pero de amor propio, hasta padecer la procesión de los penales que dejó a varios al borde del infarto.

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Era el partido que nadie deseaba. Que los dos grandes de la provincia hayan sido los protagonistas de una final para no descender refleja el triste y deprimente presente del fútbol salteño. De la misma manera, la enorme carga emocional de un clásico empapado de tensión implicaba un enorme desafío para la sociedad. Mucho se habló sobre si Salta estaría o no preparada para “bancarse” un clásico para evitar el descenso con ambas hinchadas en cancha. Y ayer fue el público el que ganó y demostró un “ascenso” y una evolución que merece destacarse: se comportaron en la alegría y dieron un ejemplo ante la amargura. Las parcialidades de Juventud y de Central Norte le pusieron fiesta al Martearena desde antes del inicio. El duelo de hinchadas fue ensordecedor. Luego, soportaron 120 minutos de chatura futbolística, pero de amor propio, hasta padecer la procesión de los penales que dejó a varios al borde del infarto.

Al final, los santos desataron el merecido desahogo por la permanencia y los del cuervo fueron hidalgos perdedores: se marcharon en paz, sin desmanes ni destrozos con el descenso consumado.

El inédito e insólito clásico por la permanencia le trasladaba a la sociedad un enorme desafío. Pero los hinchas armaron una auténtica fiesta del fútbol a todo color, pese al lógico contraste de la risa y el llanto, y demostraron que un “ascenso” comenzó a forjarse desde las tribunas, pese a todo lo que se especuló.

Demoras y contravenciones

Antes del partido se registraron dos detenciones por un enfrentamiento a golpes de puño entre un hincha del santo y otro del cuervo en la zona centro (San Juan y Jujuy). Y en el estadio, fue demorado un bandejero (por tráfico de fernet), dos menores (por tenencia de estupefacientes) y otros dos por intentar ingresar sin entradas. Además, se sofocó un enfrentamiento entre antagónicos que no pasó a mayores en inmediaciones de La Rural.

CONTRA URTUBEY
Los hinchas de Central Norte, sobre todo los plateístas, no se olvidaron de cargar tintas contra el gobernador de la Provincia, Juan Manuel Urtubey, hincha confeso de Juventud Antoniana. En cada fallo polémico del árbitro Carlos Boxler los simpatizantes cuervos coreaban: “Es la banda de Urtubey”.

GESTO PARA DESTACAR
El técnico de Juventud, Adrián Cuadrado, fue a saludar a los jugadores de Central Norte una vez finalizada la tanda de los penales. Lo mismo hicieron los jugadores antonianos Juan Pablo Cárdenas, Emanuel Martínez y Ezequiel Palacio. Más allá de la rivalidad, el ejemplo de compañerismo se vio reflejado ayer en el Martearena.

LOS VEEDORES
Héctor Altamirano y Rubén Alderete (presidente de la Liga Güemense) fueron los veedores designados por el Consejo Federal. Los mismos emitirán un informe de lo que fue el clásico por la permanencia.

BRONCA CON BOXLER
La terna arbitral, encabezada por el santafesino Boxler, tuvo que esperar varios minutos en el vestuario ya que varios hinchas del cuervo aguardaron la salida de los colegiados para increparlos por sus cuestionados fallos. Se retiraron bajo una lluvia de insultos.

UN MARCO ACORDE
Las dirigencias de ambos clubes declararon que se vendieron alrededor de 14 mil entradas, de las 18 mil que se habían puesto a la venta. Según la estimación de la Policía, había cerca de 17 mil personas.

LA PREVENCION
Teniendo en cuenta los antecedentes violentos de las facciones de la barra cuerva, la Policía ubicó a La Doce en un gajo de la preferencial y dispuso que ambos bandos salgan por separado en la retirada de los hinchas, para evitar cruces. Además del buen comportamiento, el operativo prácticamente no tuvo fisuras.

 

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