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“La vida es un ring: se puede ganar o no, pero nunca bajar los brazos”

Lunes, 02 de junio de 2014 01:25

Sergio Maravilla Martínez paseaba su fina estampa de boxeador por el mundo aunque en su país muy pocos conocían de su existencia. Al mismo tiempo, en Nueva York, un argentino llamado Juan Pablo Cadaveira se vinculaba con el mundo de las imágenes y el sonido. Como tantos otros, nada o casi nada sabía de la vida de este deportista, hasta que el 16 de septiembre de 2012 le arrebató el título mundial y el invicto a Julio César Chávez Jr. La histórica pelea fue la primera aproximación de Juan Pablo a la vida del campeón y el germen de la película que filmó sobre su vida, y que desde el jueves se ve en Salta y en todo el país. El cineasta empezó a investigar sobre la vida de Martínez para conocerlo y supo que antes de que fuera conocido en Argentina ya era Campeón del Mundo; que fue nombrado “Nocaut de 2010” por la prensa de Estados Unidos y era considerado el tercer mejor boxeador del mundo en aquel entonces en Estados Unidos, detrás de Mayweather y Manny Pacquiao.

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Sergio Maravilla Martínez paseaba su fina estampa de boxeador por el mundo aunque en su país muy pocos conocían de su existencia. Al mismo tiempo, en Nueva York, un argentino llamado Juan Pablo Cadaveira se vinculaba con el mundo de las imágenes y el sonido. Como tantos otros, nada o casi nada sabía de la vida de este deportista, hasta que el 16 de septiembre de 2012 le arrebató el título mundial y el invicto a Julio César Chávez Jr. La histórica pelea fue la primera aproximación de Juan Pablo a la vida del campeón y el germen de la película que filmó sobre su vida, y que desde el jueves se ve en Salta y en todo el país. El cineasta empezó a investigar sobre la vida de Martínez para conocerlo y supo que antes de que fuera conocido en Argentina ya era Campeón del Mundo; que fue nombrado “Nocaut de 2010” por la prensa de Estados Unidos y era considerado el tercer mejor boxeador del mundo en aquel entonces en Estados Unidos, detrás de Mayweather y Manny Pacquiao.

Juan Pablo, de 41 años, graduado en la Universidad Nacional de Buenos Aires, destacó en una charla con El Tribuno que pudo acceder a la riqueza de la vida de Martínez, confirmar que no era profeta en su tierra y que tenía un presente que lo llevaba directo a enfrentar a los grandes del boxeo del mundo. “Por una negociación del Consejo Mundial de Boxeo y la televisión, le quitan el título fuera del ring, en un escritorio, lo ponen entre la espada y la pared y no tuvo alternativas”, remarcó Cadaveira.

¿Si tuvieras que destacar rasgosde personalidad salientes en Maravilla, qué mencionarías?

La tenacidad y el humor. Está siempre de buen humor, siempre cuenta chistes, se levanta con mucha energía, a veces entrena solo, a veces con un equipo, pero siempre está sonriendo a pesar de que yo sé que tiene un montón de dolores. Tiene el estado físico de un atleta de elite y eso se ve en la película. Es un reloj con su rutina. La película cuenta que detrás de un gran campeón hay mucho trabajo. Mucha gente lo conoció de una manera muy apresurada porque fue un boom televisivo, pero hay mucho en su intimidad.

¿Fue difícil llegar a esa intimidad?

No.Tuvimos acceso a sus amigos en España, a su familia en la Argentina. En la película aparece hablando él, también sus familiares, sus amigos y grandes figuras del boxeo como Mike Tayson y productores muy poderosos como Oscar de la Hoya, o el pintoresco Don King.

¿Qué destacarías de su intimidad?

Lo más interesante y de lo que no se habla mucho es del dolor físico que sufre fuera del ring. Hay escenas del documental en las que se habla de eso y se muestra una sesión de masajes en la que se lo ve sufriendo, casi llorando. Sabe que aunque se le rompa un hueso tiene que salir a pelear como le ocurrió en la pelea con Chávez. Tiene un estilo que no va a abandonar.

Vos dijiste alguna vez que “el ring es una metáfora de la vida”. ¿Cómo es esa definición?

Creo que todos salimos a luchar por nuestros sueños, creo que el ring puede ser nuestra familia, la escuela si sos docentes, el hospital si sos médicos... Si no tenés un ring en la vida, no tenés sueños. Uno puede perder una pelea pero también darla vuelta y ganarla. La vida es así, uno puede ganar, o no, pero nunca bajar los brazos.

¿Cómo reaccionó Martínez cuando vio el documental?

Yo no estaba cuando Maravilla vio el documental, pero sé que se emocionó mucho porque aparecen personas muy importantes del boxeo, sus padres y amigos hablando sobre él; me imagino que se habrá sorprendido al ver a su madre cómo disfruta y cómo sufre en cada una de sus peleas. Cuando peleó contra Chávez, un equipo nuestro estuvo en Las Vegas, y otro en Quilmes, en la casa de sus padres y tuvimos la suerte de relatar la fiesta que se vivió en esa casa y que se vive cada vez que Maravilla pelea.

¿Cómo vivís vos el estreno de la película?

Es un sueño haber empezado este proyecto y ahora verlo en al pantalla. Me llenó de orgullo y me emocioné mucho cuando pasé por un cine en Buenos Aires, y vi que a las 12.30 había gente en la sala viendo la película. Si anda bien seguirá en cartel, si no, saldrá, pero sea como fuere hacer esta película fue una experiencia muy rica. A mí me gusta el boxeo, además.

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