Que al hospital Juan Domingo Perón de Tartagal le faltan medicamentos, insumos, profesionales y personal de enfermería no es novedad, pero la situación llegó a tal límite que las gerentes general, Viviana Braín, y de atención a las personas, Susana Salinas, presentaron la renuncia a sus respectivos cargos.
“Al no haber respuestas por parte del Ministerio de Salud de la Provincia, la doctora -Braín- no tuvo más opción que renunciar”, precisó la médica Gladys Paredes, quien quedó a cargo del hospital de cabecera de los departamentos San Martín y Rivadavia, con un área de influencia con más de 200.000 personas.
El senador local Santiago Payo describió, tras las renuncias, un “panorama desolador” en la salud del departamento. Lo hizo el mismo día en que el ministro Oscar Villa Nougués aseguraba, al inaugurar servicios complejos en el hospital San Bernardo, de la capital, que “la prioridad de este gobierno es la salud y esto se nota con las distintas obras en hospitales y salitas que se están haciendo en la provincia”. Payo, quien sostiene que a nadie puede sorprender esta situación, había presentado el año pasado un proyecto de ley para abonar un incentivo a médicos que trabajen en el interior, que duerme en las comisiones del Senado. Hace tres años los profesionales del hospital elaboraron una propuesta al Ministerio de Salud de la Provincia, que no fue aprobada. Las renuncias aún no fueron aceptadas. Uno de los problemas es que hacen falta tres anestesistas, y hay solamente uno. Paredes dijo que “estaría viniendo uno de Orán y que otro anestesista iba a llegar el sábado pasado, pero se enfermó” y agregó: “Esperemos que esta promesa se cumpla”.
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Que al hospital Juan Domingo Perón de Tartagal le faltan medicamentos, insumos, profesionales y personal de enfermería no es novedad, pero la situación llegó a tal límite que las gerentes general, Viviana Braín, y de atención a las personas, Susana Salinas, presentaron la renuncia a sus respectivos cargos.
“Al no haber respuestas por parte del Ministerio de Salud de la Provincia, la doctora -Braín- no tuvo más opción que renunciar”, precisó la médica Gladys Paredes, quien quedó a cargo del hospital de cabecera de los departamentos San Martín y Rivadavia, con un área de influencia con más de 200.000 personas.
El senador local Santiago Payo describió, tras las renuncias, un “panorama desolador” en la salud del departamento. Lo hizo el mismo día en que el ministro Oscar Villa Nougués aseguraba, al inaugurar servicios complejos en el hospital San Bernardo, de la capital, que “la prioridad de este gobierno es la salud y esto se nota con las distintas obras en hospitales y salitas que se están haciendo en la provincia”. Payo, quien sostiene que a nadie puede sorprender esta situación, había presentado el año pasado un proyecto de ley para abonar un incentivo a médicos que trabajen en el interior, que duerme en las comisiones del Senado. Hace tres años los profesionales del hospital elaboraron una propuesta al Ministerio de Salud de la Provincia, que no fue aprobada. Las renuncias aún no fueron aceptadas. Uno de los problemas es que hacen falta tres anestesistas, y hay solamente uno. Paredes dijo que “estaría viniendo uno de Orán y que otro anestesista iba a llegar el sábado pasado, pero se enfermó” y agregó: “Esperemos que esta promesa se cumpla”.
Los médicos recuerdan que tales carencias afectan a un hospital al que son derivados los pacientes de General Mosconi, Aguaray, Salvador Mazza y Santa Victoria Este.
El hospital está acéfalo
El senador por San Martín, Payo, que es médico pediatra, manifestó que el hospital de Tartagal “está en situación de acefalía”, pero aclaró que la doctora Braín está en uso de su licencia hasta tanto el ministerio resuelva su renuncia. Payo manifestó que ofreció su aporte como profesional médico “hasta que el ministro de Salud tome las medidas que correspondan”. El senador agregó que la situación del hospital “no es ninguna novedad”. Dijo, de inmediato, que “el panorama de la salud en el departamento San Martín es crítica”. Payo relató que recorrió los hospitales de Salvador Mazza, Aguaray y Mosconi y concluyó que los problemas son prácticamente los mismos. Hay déficit de profesionales y faltan insumos para la atención de los pacientes.
El legislador manifestó expectativa por reuniones que mantendrá con el ministro. “Veremos cómo colaborar para que se comience a brindar la atención que nuestros pueblos merecen”, se esperanzó.
Payo planteó un problema perentorio en materia de recursos humanos. “Los profesionales que trabajen en zona de frontera tienen que tener algún incentivo, porque un médico que cobre el mismo sueldo en Salta Capital que en Mosconi no tiene que pensarlo mucho para quedarse en la ciudad”, sostuvo.
En el desolador panorama descripto por Payo, se destacan las carencias globales en servicios de anestesia, pediatría y neonatología. El hospital de General Mosconi no tiene cómo hacer estudios elementales como una radiografía y carece de prácticamente todas las especialidades.