Alguien quiere ocultar un femicidio ocurrido en el barrio Santa Lucía

"No creo en las hipótesis policiales, porque me la dibujaron redondita en la Brigada de Investigaciones y me mandaron a la puerta creyendo que estoy convencido de lo que escuché", dijo Carlos Álvarez, exesposo de la mujer hallada sin vida en un domicilio del barrio Santa Lucía, en la tarde del lunes.
Álvarez, de profesión electricista, aseguró que la pareja de su malograda exesposa fue durante mucho tiempo denunciado por amenazas y violencia de género, pero que volvía a convivir con su ex lo que hizo que la policía no le diera ya importancia a esos llamados de atención.
Aseguró que recibió "desde el celular de mi ex varios mensajes donde me "tiraban la lengua'' para saber si yo mantenía relaciones con mi ex y esos celos provocaban las peleas entre ellos que fueron, antes de su muerte, innumerables".
Álvarez aseguró que desea saber la verdad, porque ve que rápidamente la Justicia cerró el caso, con informes preliminares y con conclusiones desconocidas para él, uno de los principales afectados por la muerte de María Inés Palomo.
"Era la madre de mis hijos, quienes conviven conmigo desde hace seis años, cuando me separé definitivamente de ella", dijo.
Para graficar la situación, Álvarez aseguró que, aunque se separó de la mujer, le permitió quedarse a vivir en su departamento, donde la mujer vivió junto a sus hijos mayores que luego se emanciparon.
"Tenía una buena relación, en realidad la seguía protegiendo a distancia porque era la madre de mis hijos, quienes la visitaban los fines de semana.
Qué más podía hacer, dejarla en la calle, abandonarla. No, no hice eso y ahora creo tener el derecho de saber la verdad, para que mis hijos sepan que ella quizá no los abandonó del todo sino que fue una tercera persona la causante de tan penoso final", relató con firmeza el exesposo.
En tanto, una de sus hijas, Virginia, relató que fue el viernes a visitarla y que se dio con un cuadro violento: "La pareja de mi mamá estaba sangrando de un profundo corte en la mejilla y había rastros de sangre.
Mi mamá me dijo que fuera al otro departamento donde vive mi hermana mayor, que tiene un bebé.
Yo me quedé hasta la noche y cuando regresé a buscar la mochila con mis útiles nadie respondía a la puerta.
El sábado fui a buscar la mochila y seguían las luces prendidas y nadie atendía al llamado.
Vino mi padre con la policía y decidieron no entrar.
Mi papá presentía algo malo y volvió el domingo, pero la policía le informó que debía hacer una denuncia para poder ingresar a ese domicilio por la fuerza.
Esperó hasta el lunes, yo quería retirar mis útiles y me fui al colegio sin ellos.
Mi papá fue con la policía e ingresaron por la ventana. Allí hallaron a mi madre sin vida", dijo la joven muy emocionada.
En tanto Elba, madre de Carlos Álvarez, relató que su exnuera estaba llena de vida, contenta con su pequeño nieto pero en desavenencia contInua con su pareja, un hombre más joven que ella llamado Gabriel Cáceres.
"No creo en el suicidio, porque ella fue a comprar el sábado y al hombre lo vieron todo el fin de semana allí, hay testigos".
Virginia, su hija adolescente, acotó: "Ella me hubiera llamado para entregarme los útiles porque deseaba de corazón que yo estudiara, todo es realmente llamativo", reflexionó.
El caso está caratulado actualmente como supuesto suicidio pero el exmarido aseguró que agotará las instancias para que se investigue. "Todos desean que la muerte de las mujeres salteñas dejen de ser una cuestión de Estado, que pase a ser historia, pero eso no se consigue ocultando", finalizó.