Reformar Ganancias para el Gobierno no fue fácil. Antes debió soportar la queja sistemática de las tres CGT por la falta de cambios en el régimen impositivo. Las críticas que recibió el oficialismo se iban a concretar en un paro en cadena que iban a hacer los distintos gremios. Para colmo, el momento de los distintos planes de lucha elegidos por el sindicalismo tenía como contexto las negociaciones salariales que se imponen desde el Gobierno con un tope del 25%.
Un tira y afloje que, en meses anteriores, siempre terminaba en que el impuesto cuando ingresa al fisco se invierte en gasto social. Y el Gobierno explicaba a cada gremio quejoso que sirve para la obra pública, para la asignación universal por hijo, para el plan Procrear y para el Progresar. Hasta este mes ningún gremio analizaba la cuestión impositiva como el Gobierno.
Y esta cuestión de Ganancias salió en el último tiempo del nivel sindical y entró de lleno al plan político.
Así es que el líder del Frente Progresista, Sergio Massa, en varias ocasiones, aseguró que si llega a la Casa Rosada, a partir del 1 de enero del año que viene, trabajadores y docentes no pagarán más el impuesto que se aplica a los salarios más altos. Incluso dijo que si fuera elegido presidente cambiaría "la forma de establecer la cuarta categoría", y consideró: "El salario no es ganancia, es remuneración. La ganancia está gravada, la remuneración no puede estar gravada".
Por su parte, Mauricio Macri, del PRO, también se refirió al tema: "En mi gobierno -dijo- se va a acabar la inflación y no va a haber más Ganancias para los trabajadores, al tributo lo va a tener que pagar la gente que más plata gana. No puede ser que se haya transformado en un impuesto que paga cualquier empleado, producto de la inflación".
Por otra parte, los gremios de la industria siguen los datos del sector. El empleo sigue cayendo y acumula ya 6 trimestres consecutivos de bajas interanuales con la pérdida, en dos años, de 42.000 puestos de trabajo o el 3,5% del total. En el último año se perdieron 23.000 puestos. El caldero laboral se muestra como es.
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Un tira y afloje que, en meses anteriores, siempre terminaba en que el impuesto cuando ingresa al fisco se invierte en gasto social. Y el Gobierno explicaba a cada gremio quejoso que sirve para la obra pública, para la asignación universal por hijo, para el plan Procrear y para el Progresar. Hasta este mes ningún gremio analizaba la cuestión impositiva como el Gobierno.
Y esta cuestión de Ganancias salió en el último tiempo del nivel sindical y entró de lleno al plan político.
Así es que el líder del Frente Progresista, Sergio Massa, en varias ocasiones, aseguró que si llega a la Casa Rosada, a partir del 1 de enero del año que viene, trabajadores y docentes no pagarán más el impuesto que se aplica a los salarios más altos. Incluso dijo que si fuera elegido presidente cambiaría "la forma de establecer la cuarta categoría", y consideró: "El salario no es ganancia, es remuneración. La ganancia está gravada, la remuneración no puede estar gravada".
Por su parte, Mauricio Macri, del PRO, también se refirió al tema: "En mi gobierno -dijo- se va a acabar la inflación y no va a haber más Ganancias para los trabajadores, al tributo lo va a tener que pagar la gente que más plata gana. No puede ser que se haya transformado en un impuesto que paga cualquier empleado, producto de la inflación".
Por otra parte, los gremios de la industria siguen los datos del sector. El empleo sigue cayendo y acumula ya 6 trimestres consecutivos de bajas interanuales con la pérdida, en dos años, de 42.000 puestos de trabajo o el 3,5% del total. En el último año se perdieron 23.000 puestos. El caldero laboral se muestra como es.
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Reformar Ganancias para el Gobierno no fue fácil. Antes debió soportar la queja sistemática de las tres CGT por la falta de cambios en el régimen impositivo. Las críticas que recibió el oficialismo se iban a concretar en un paro en cadena que iban a hacer los distintos gremios. Para colmo, el momento de los distintos planes de lucha elegidos por el sindicalismo tenía como contexto las negociaciones salariales que se imponen desde el Gobierno con un tope del 25%.
Un tira y afloje que, en meses anteriores, siempre terminaba en que el impuesto cuando ingresa al fisco se invierte en gasto social. Y el Gobierno explicaba a cada gremio quejoso que sirve para la obra pública, para la asignación universal por hijo, para el plan Procrear y para el Progresar. Hasta este mes ningún gremio analizaba la cuestión impositiva como el Gobierno.
Y esta cuestión de Ganancias salió en el último tiempo del nivel sindical y entró de lleno al plan político.
Así es que el líder del Frente Progresista, Sergio Massa, en varias ocasiones, aseguró que si llega a la Casa Rosada, a partir del 1 de enero del año que viene, trabajadores y docentes no pagarán más el impuesto que se aplica a los salarios más altos. Incluso dijo que si fuera elegido presidente cambiaría "la forma de establecer la cuarta categoría", y consideró: "El salario no es ganancia, es remuneración. La ganancia está gravada, la remuneración no puede estar gravada".
Por su parte, Mauricio Macri, del PRO, también se refirió al tema: "En mi gobierno -dijo- se va a acabar la inflación y no va a haber más Ganancias para los trabajadores, al tributo lo va a tener que pagar la gente que más plata gana. No puede ser que se haya transformado en un impuesto que paga cualquier empleado, producto de la inflación".
Por otra parte, los gremios de la industria siguen los datos del sector. El empleo sigue cayendo y acumula ya 6 trimestres consecutivos de bajas interanuales con la pérdida, en dos años, de 42.000 puestos de trabajo o el 3,5% del total. En el último año se perdieron 23.000 puestos. El caldero laboral se muestra como es.
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Un tira y afloje que, en meses anteriores, siempre terminaba en que el impuesto cuando ingresa al fisco se invierte en gasto social. Y el Gobierno explicaba a cada gremio quejoso que sirve para la obra pública, para la asignación universal por hijo, para el plan Procrear y para el Progresar. Hasta este mes ningún gremio analizaba la cuestión impositiva como el Gobierno.
Y esta cuestión de Ganancias salió en el último tiempo del nivel sindical y entró de lleno al plan político.
Así es que el líder del Frente Progresista, Sergio Massa, en varias ocasiones, aseguró que si llega a la Casa Rosada, a partir del 1 de enero del año que viene, trabajadores y docentes no pagarán más el impuesto que se aplica a los salarios más altos. Incluso dijo que si fuera elegido presidente cambiaría "la forma de establecer la cuarta categoría", y consideró: "El salario no es ganancia, es remuneración. La ganancia está gravada, la remuneración no puede estar gravada".
Por su parte, Mauricio Macri, del PRO, también se refirió al tema: "En mi gobierno -dijo- se va a acabar la inflación y no va a haber más Ganancias para los trabajadores, al tributo lo va a tener que pagar la gente que más plata gana. No puede ser que se haya transformado en un impuesto que paga cualquier empleado, producto de la inflación".
Por otra parte, los gremios de la industria siguen los datos del sector. El empleo sigue cayendo y acumula ya 6 trimestres consecutivos de bajas interanuales con la pérdida, en dos años, de 42.000 puestos de trabajo o el 3,5% del total. En el último año se perdieron 23.000 puestos. El caldero laboral se muestra como es.
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