El Indec difundió el informe sobre la distribución del ingreso. Las series publicadas por el organismo oficial señalan que la desigualdad disminuyó entre 2003 y 2012, momento a partir del cual no se observan progresos. O sea que desde hace tres años la distribución del ingreso está estancada.
Sobre este escenario se constituye la base en la que se deben analizar los impactos sociales que tendrán las estrategias del próximo gobierno para superar los desequilibrios macroeconómicos acumulados en los últimos años. En especial, las acciones que se deberán tomar para morigerar el déficit fiscal y buscar alternativas de recupero de la competitividad.
Según el análisis realizado por Idesa, en lo que respecta a la distribución del ingreso, particularmente relevante es la situación en la que están los sectores más vulnerables, ya que en la información del Indec, referida a población urbana en el segundo trimestre del 2015, se observa que en el 20% de los hogares urbanos más pobres vive el 28% de la población; que estos hogares declaran disponer de un ingreso promedio mensual por persona de $1.300 y que esto implica que el 28% de la población más pobre vive con apenas $43 por día.
Las conclusiones surgen de datos oficiales que muestran que una gran cantidad de personas declara vivir con recursos monetarios bastante míseros. Esto es consistente -indica el informe- con la alta incidencia de la inactividad laboral que lleva a que muchos hogares, aun accediendo a programas asistenciales, sufran severas restricciones de consumo, incluso alimentarios. "Que más de un cuarto de la población viva con $43 por día es un dato de la realidad que debería ser tenido en cuenta con especial cuidado a la hora de diseñar las políticas públicas", sentencia el informe de Idesa.
En los estudios internacionales se suele adoptar como criterio que una familia con menos de 4 dólares diarios por persona es pobre y, con entre 4 y 10 dólares, es vulnerable. Con esta metodología y considerando los datos del Indec y el valor del dólar que se transa legalmente en el mercado de capitales ($13,8), se concluye que el 28% de la población urbana sería pobre y un 42% adicional está en riesgo de caer en la pobreza si sobreviniera una recesión o se acelerara la inflación. En este contexto, solo un 30% sería clase media que pueda defenderse en una crisis económica.
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El Indec difundió el informe sobre la distribución del ingreso. Las series publicadas por el organismo oficial señalan que la desigualdad disminuyó entre 2003 y 2012, momento a partir del cual no se observan progresos. O sea que desde hace tres años la distribución del ingreso está estancada.
Sobre este escenario se constituye la base en la que se deben analizar los impactos sociales que tendrán las estrategias del próximo gobierno para superar los desequilibrios macroeconómicos acumulados en los últimos años. En especial, las acciones que se deberán tomar para morigerar el déficit fiscal y buscar alternativas de recupero de la competitividad.
Según el análisis realizado por Idesa, en lo que respecta a la distribución del ingreso, particularmente relevante es la situación en la que están los sectores más vulnerables, ya que en la información del Indec, referida a población urbana en el segundo trimestre del 2015, se observa que en el 20% de los hogares urbanos más pobres vive el 28% de la población; que estos hogares declaran disponer de un ingreso promedio mensual por persona de $1.300 y que esto implica que el 28% de la población más pobre vive con apenas $43 por día.
Las conclusiones surgen de datos oficiales que muestran que una gran cantidad de personas declara vivir con recursos monetarios bastante míseros. Esto es consistente -indica el informe- con la alta incidencia de la inactividad laboral que lleva a que muchos hogares, aun accediendo a programas asistenciales, sufran severas restricciones de consumo, incluso alimentarios. "Que más de un cuarto de la población viva con $43 por día es un dato de la realidad que debería ser tenido en cuenta con especial cuidado a la hora de diseñar las políticas públicas", sentencia el informe de Idesa.
En los estudios internacionales se suele adoptar como criterio que una familia con menos de 4 dólares diarios por persona es pobre y, con entre 4 y 10 dólares, es vulnerable. Con esta metodología y considerando los datos del Indec y el valor del dólar que se transa legalmente en el mercado de capitales ($13,8), se concluye que el 28% de la población urbana sería pobre y un 42% adicional está en riesgo de caer en la pobreza si sobreviniera una recesión o se acelerara la inflación. En este contexto, solo un 30% sería clase media que pueda defenderse en una crisis económica.