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Avanza un caso tras 39 años de impunidad

Lunes, 08 de febrero de 2016 01:30
Teresa Toledo muestra las pruebas que recolectó en 39 años. Lucas Alascio
Comienza una nueva etapa en la búsqueda de justicia por el crimen de Fidel Yazlle, que ya lleva 39 años de impunidad.
Yazlle fue un radical que vivía en Orán y tenía su pequeño emprendimiento en Morillo: atendía su propio bar. El único delito que cometió fue denunciar al jefe de Policía por supuestas irregularidades en el manejo de fondo públicos.
"A Toto se lo llevaron el 11 de febrero de 1977 y luego apareció destrozado en la vía en Morillo", dijo Teresa Toledo.
La viuda pelea desde el 2010, en total soledad en el Juzgado Federal de Primera Nominación, del juez Leonardo Bavio.
"El crimen de mi marido fue de lesa humanidad porque estuvo dentro del plan sistemático de la Guardia del Monte para eliminar a todas las voces contrarías al gobierno militar", dijo Toledo.
En la causa, Yazlle fue secuestrado por el hecho de sospechar de la corrupción del entonces intendente de facto de Morillo, Humberto Lazarte, y del comisario del pueblo, Adolfo Zenón Ávila.
No pudieron soportar que Yazlle, un comerciante, los acusara de contrabando, tala clandestina de árboles y otros ilícitos, y para eso apelaron a los "servicios" de la Guardia del Monte, un brazo parapolicíal que operaba como la Triple A.
Si la investigación de la instrucción avanza deberán sentarse a declarar Andrés del Valle Soraire, el hombre que lideró la Guardia del Monte, que operaba en todo el territorio provincial. Además, Adolfo Zenón Ávila, el comisario denunciado por Yazlle; y Mario Palermo, que en ese tiempo era el jefe policial de la zona.
Teresa Toledo está convencida de que el crimen lo perpetró la Guardia del Monte porque es el mismo modus operandi con el que operaron en todo el territorio provincial. Ella lo descubrió cuando asistió a las audiencias por el crimen de Los Arbolitos, en finca El Ceibalito.
A los doce días del asesinato, apareció en la oficina municipal un panfleto con el que el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) se adjudicaba la autoría del crimen.
"Hicieron lo mismo con mi marido, mandaron un cartel en donde el ERP se adjudicaba el crimen. Yo lo hice analizar por profesionales y las conclusiones que dejaron es que ese cartel fue escrito bajo la lógica de los policías. Ahora yo quiero que esa prueba la haga también el fiscal", dijo Toledo.

Vio a los asesinos
En la noche del 11 de febrero de 1977, Yazlle fue sorprendido en las puertas de su negocio por sujetos armados que lo subieron en una Ford F-100, lo acribillaron en la ruta nacional 81 y colocaron su cuerpo en las vías donde terminó despedazado. En esos días, también pasó la misma camioneta por la casa de Orán y Teresa Toledo vio la cara de sus ocupantes. Luego reconoció el rostro de Soraire en la juicio por Los Arbolitos.
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Comienza una nueva etapa en la búsqueda de justicia por el crimen de Fidel Yazlle, que ya lleva 39 años de impunidad.
Yazlle fue un radical que vivía en Orán y tenía su pequeño emprendimiento en Morillo: atendía su propio bar. El único delito que cometió fue denunciar al jefe de Policía por supuestas irregularidades en el manejo de fondo públicos.
"A Toto se lo llevaron el 11 de febrero de 1977 y luego apareció destrozado en la vía en Morillo", dijo Teresa Toledo.
La viuda pelea desde el 2010, en total soledad en el Juzgado Federal de Primera Nominación, del juez Leonardo Bavio.
"El crimen de mi marido fue de lesa humanidad porque estuvo dentro del plan sistemático de la Guardia del Monte para eliminar a todas las voces contrarías al gobierno militar", dijo Toledo.
En la causa, Yazlle fue secuestrado por el hecho de sospechar de la corrupción del entonces intendente de facto de Morillo, Humberto Lazarte, y del comisario del pueblo, Adolfo Zenón Ávila.
No pudieron soportar que Yazlle, un comerciante, los acusara de contrabando, tala clandestina de árboles y otros ilícitos, y para eso apelaron a los "servicios" de la Guardia del Monte, un brazo parapolicíal que operaba como la Triple A.
Si la investigación de la instrucción avanza deberán sentarse a declarar Andrés del Valle Soraire, el hombre que lideró la Guardia del Monte, que operaba en todo el territorio provincial. Además, Adolfo Zenón Ávila, el comisario denunciado por Yazlle; y Mario Palermo, que en ese tiempo era el jefe policial de la zona.
Teresa Toledo está convencida de que el crimen lo perpetró la Guardia del Monte porque es el mismo modus operandi con el que operaron en todo el territorio provincial. Ella lo descubrió cuando asistió a las audiencias por el crimen de Los Arbolitos, en finca El Ceibalito.
A los doce días del asesinato, apareció en la oficina municipal un panfleto con el que el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) se adjudicaba la autoría del crimen.
"Hicieron lo mismo con mi marido, mandaron un cartel en donde el ERP se adjudicaba el crimen. Yo lo hice analizar por profesionales y las conclusiones que dejaron es que ese cartel fue escrito bajo la lógica de los policías. Ahora yo quiero que esa prueba la haga también el fiscal", dijo Toledo.

Vio a los asesinos
En la noche del 11 de febrero de 1977, Yazlle fue sorprendido en las puertas de su negocio por sujetos armados que lo subieron en una Ford F-100, lo acribillaron en la ruta nacional 81 y colocaron su cuerpo en las vías donde terminó despedazado. En esos días, también pasó la misma camioneta por la casa de Orán y Teresa Toledo vio la cara de sus ocupantes. Luego reconoció el rostro de Soraire en la juicio por Los Arbolitos.
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