"El reloj ya está funcionando. Ahora marca la hora correctamente sin retrasarse", señaló Guillermo del Valle, quien aclaró que, en este caso, el mérito del trabajo es de su hijo Alejandro, de 20 años.
Del Valle explicó que en la Catedral se dieron con una máquina de la década del ''80 que funcionaba mal, por lo que la reemplazaron por una nueva central con controlador externo con GPS, que tiene sensores en las ruedas -engranajes- y se iluminaron los cuadrantes.
El relojero especificó que el sistema moderno incluso controla dos veces por hora si ésta es correcta. En caso de que el reloj detenga su marcha debido a un corte eléctrico, luego se corrige el posicionamiento de la hora de forma automática.
Durante la reparación, los relojeros cordobeses se sorprendieron al descubrir una reliquia: dos medias campanas originales del reloj. "Están intactas y más adelante se podrían reactivar", contó Del Valle, quien especificó que el arreglo del reloj de la Catedral costó 90 mil pesos.
Falta de mantenimientoLa idea de relevar los relojes monumentales del país para elevar un informe a Presidencia surgió en 2010. "La Argentina tiene cerca de 3 mil, de los cuales entre el 70 y 80% no funcionan", señaló el cordobés.
Buenos Aires es la provincia con más relojes en el país, le siguen Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba. En la Capital salteña, aparte de la Catedral, hay uno en la iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
Guillermo del Valle explicó que, por lo general, los relojes no funcionan por falta de mantenimiento. "Las máquinas viejas funcionan con pesas y péndulos y requieren de subir y darle cuerda una vez cada siete días. Algunos están automatizados pero igual, a la larga, van acumulando un retraso", describió.
Para el especialista, los relojes tienen que ser atendidos como corresponde para que la gente crea en ellos. La empresa que dirige Del Valle habitualmente pone en marcha máquinas originales o las reemplaza por máquinas nuevas libres de mantenimiento. Las viejas muchas veces van a museos.
Del Valle y su equipo trabajaron en la reparación de los relojes del Cabildo de Buenos Aires, la Casa Rosada, el Centro Cultural Kirchner y la Basílica de la Medalla Milagrosa.
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"El reloj ya está funcionando. Ahora marca la hora correctamente sin retrasarse", señaló Guillermo del Valle, quien aclaró que, en este caso, el mérito del trabajo es de su hijo Alejandro, de 20 años.
Del Valle explicó que en la Catedral se dieron con una máquina de la década del ''80 que funcionaba mal, por lo que la reemplazaron por una nueva central con controlador externo con GPS, que tiene sensores en las ruedas -engranajes- y se iluminaron los cuadrantes.
El relojero especificó que el sistema moderno incluso controla dos veces por hora si ésta es correcta. En caso de que el reloj detenga su marcha debido a un corte eléctrico, luego se corrige el posicionamiento de la hora de forma automática.
Durante la reparación, los relojeros cordobeses se sorprendieron al descubrir una reliquia: dos medias campanas originales del reloj. "Están intactas y más adelante se podrían reactivar", contó Del Valle, quien especificó que el arreglo del reloj de la Catedral costó 90 mil pesos.
Falta de mantenimientoLa idea de relevar los relojes monumentales del país para elevar un informe a Presidencia surgió en 2010. "La Argentina tiene cerca de 3 mil, de los cuales entre el 70 y 80% no funcionan", señaló el cordobés.
Buenos Aires es la provincia con más relojes en el país, le siguen Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba. En la Capital salteña, aparte de la Catedral, hay uno en la iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
Guillermo del Valle explicó que, por lo general, los relojes no funcionan por falta de mantenimiento. "Las máquinas viejas funcionan con pesas y péndulos y requieren de subir y darle cuerda una vez cada siete días. Algunos están automatizados pero igual, a la larga, van acumulando un retraso", describió.
Para el especialista, los relojes tienen que ser atendidos como corresponde para que la gente crea en ellos. La empresa que dirige Del Valle habitualmente pone en marcha máquinas originales o las reemplaza por máquinas nuevas libres de mantenimiento. Las viejas muchas veces van a museos.
Del Valle y su equipo trabajaron en la reparación de los relojes del Cabildo de Buenos Aires, la Casa Rosada, el Centro Cultural Kirchner y la Basílica de la Medalla Milagrosa.