Gabriela Orzuza, integrante del servicio de neurología del hospital San Bernardo, informó ayer sobre la aplicación de drogas que mejoran los síntomas de los pacientes que sufrieron un ACV (accidente cerebro vascular) isquémico y llamó a tener presentes los síntomas para actuar a tiempo.
"El ACV isquémico es una obstrucción de una arteria cerebral, que puede ser pequeña o grande. Cuando cualquiera de ellas se obstruye, se puede inyectar una droga que se llama Actilyse o RTPA, que puede desobstruir, disolver ese coagulo que está tapando la arteria y, de esa manera, mejorar los síntomas", detalló la profesional.
La médica describió que el tratamiento logra que, en tres meses, los pacientes se reincorporen a sus tareas en mucha mayor medida que los que no fueron asistidos con esta medicación.
Orzuza se refirió al trabajo del hospital en casos de ACV, en un encuentro con medios de comunicación que se realizó durante la mañana de ayer. La médica enfatizó en la importancia de la atención rápida.
"Para realizar este tipo de intervención, se requiere de una infraestructura importante y de un recurso humano bien entrenado... porque al ser tan específico se puede incurrir en errores de tratamiento", afirmó.
La asistencia a personas que sufrieron un ACV se realiza en la guardia, donde hay neurólogos y están disponibles las drogas necesarias.
"Es muy importante reconocer los síntomas. La gente, cuando tiene dolor de pecho, sale corriendo al hospital, pero no sucede lo mismo cuando es un ACV", dijo Gabriela Orzuza.
Los síntomas son debilidad o adormecimiento de un brazo, una pierna o la mitad de la cara, confusión o dificultad para hablar o entender, problemas para ver con un ojo o ambos, pérdida del equilibrio o de coordinación y dolor de cabeza muy intenso. Todos se presentan de forma súbita. Ante cualquiera de estas situaciones, hay que llamar a emergencias.
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Gabriela Orzuza, integrante del servicio de neurología del hospital San Bernardo, informó ayer sobre la aplicación de drogas que mejoran los síntomas de los pacientes que sufrieron un ACV (accidente cerebro vascular) isquémico y llamó a tener presentes los síntomas para actuar a tiempo.
"El ACV isquémico es una obstrucción de una arteria cerebral, que puede ser pequeña o grande. Cuando cualquiera de ellas se obstruye, se puede inyectar una droga que se llama Actilyse o RTPA, que puede desobstruir, disolver ese coagulo que está tapando la arteria y, de esa manera, mejorar los síntomas", detalló la profesional.
La médica describió que el tratamiento logra que, en tres meses, los pacientes se reincorporen a sus tareas en mucha mayor medida que los que no fueron asistidos con esta medicación.
Orzuza se refirió al trabajo del hospital en casos de ACV, en un encuentro con medios de comunicación que se realizó durante la mañana de ayer. La médica enfatizó en la importancia de la atención rápida.
"Para realizar este tipo de intervención, se requiere de una infraestructura importante y de un recurso humano bien entrenado... porque al ser tan específico se puede incurrir en errores de tratamiento", afirmó.
La asistencia a personas que sufrieron un ACV se realiza en la guardia, donde hay neurólogos y están disponibles las drogas necesarias.
"Es muy importante reconocer los síntomas. La gente, cuando tiene dolor de pecho, sale corriendo al hospital, pero no sucede lo mismo cuando es un ACV", dijo Gabriela Orzuza.
Los síntomas son debilidad o adormecimiento de un brazo, una pierna o la mitad de la cara, confusión o dificultad para hablar o entender, problemas para ver con un ojo o ambos, pérdida del equilibrio o de coordinación y dolor de cabeza muy intenso. Todos se presentan de forma súbita. Ante cualquiera de estas situaciones, hay que llamar a emergencias.