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Viernes, 06 de enero de 2017 14:54
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­ La Iglesia reclamó hoy que el debate por la baja de la edad de punibilidad, que impulsa el Gobierno nacional, no se centre "solamente en la persecución estatal" de adolescentes en conflicto con la ley penal y exigió que se incluyan otras perspectivas sociales y jurídicas
La Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia, que coordina el sacerdote José María "Pepe" Di Paola, difundió una serie de consideraciones ante el proyecto oficial de bajar la edad de punibilidad de 16 a 14 años, y afirmó que este debate "no debe rechazarse a los fines de adecuar la legislación penal juvenil"
El debate "no puede centrarse solamente en la persecución estatal --a través del derecho penal-- de los adolescentes en conflicto con la ley penal, sino en cómo cumplir con toda la normativa internacional, nacional y provincial que garantizan derechos a todas las niñas, niños y adolescentes, sean infractores o no a la ley penal", sostuvo
La Iglesia cuestionó, sin embargo, la intención del Poder Ejecutivo de impulsar una reforma legislativa a la baja de la edad de punibilidad, al advertir que "no se corresponde" con el pedido de Emergencia Nacional en Adicciones "Ni un pibe menos por la droga" que hizo ese organismo eclesiástico el 6 de noviembre de 2016 y el presidente Mauricio Macri asumió mediante el decreto 1249/2016 del 12 de diciembre de 2016
"Se reaviva así un debate sobre el límite establecido legalmente, por debajo del cual el Estado no puede aplicar una pena. Dicho debate no debe rechazarse a los fines de adecuar la legislación penal juvenil, pero necesariamente debe incluir otras perspectivas sociales y jurídicas", aseveró
El organismo eclesiástico aseguró que no se puede caminar "hacia una nueva ley penal juvenil, convirtiendo a los chicos infractores a la ley penal en casi 'enemigos sociales'"
"No podemos mirar solamente la 'fotografía' del hecho que han cometido, sino que debemos mirar la 'película de su vida' para atrás, y así seguramente advertiremos la vulneración de los estándares mínimos de derechos sociales e intrafamiliares vulnerados, que también habrá que considerar y hacer cumplir", aseveró
En otro párrafo del documento, la Comisión de Pastoral de Adicciones citó una carta que Jorge Bergoglio leyó a los jóvenes que participaron de la peregrinación a Luján en octubre de 2005, en la que el hoy papa Francisco advertía sobre las consecuencias sociales que significaba que el 50 por ciento de los niños sean pobres
"Frente a esta realidad de nuestros niños y adolescentes aparecen reacciones diversas que se orientan a un acostumbramiento progresivo de creciente pasividad e indiferencia, una suerte de normalidad de la injusticia; o, por otra parte, una actitud falsamente normativa y de supuesto bien común que reclama represión y creciente control que va, desde la baja de la edad de imputabilidad penal hasta su forzada separación familiar, en ocasiones sometiendo injustamente al sistema judicial situaciones de pobreza familiar o bien promoviendo una discrecional y abusiva institucionalización", subrayaba el actual pontífice

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­ La Iglesia reclamó hoy que el debate por la baja de la edad de punibilidad, que impulsa el Gobierno nacional, no se centre "solamente en la persecución estatal" de adolescentes en conflicto con la ley penal y exigió que se incluyan otras perspectivas sociales y jurídicas
La Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia, que coordina el sacerdote José María "Pepe" Di Paola, difundió una serie de consideraciones ante el proyecto oficial de bajar la edad de punibilidad de 16 a 14 años, y afirmó que este debate "no debe rechazarse a los fines de adecuar la legislación penal juvenil"
El debate "no puede centrarse solamente en la persecución estatal --a través del derecho penal-- de los adolescentes en conflicto con la ley penal, sino en cómo cumplir con toda la normativa internacional, nacional y provincial que garantizan derechos a todas las niñas, niños y adolescentes, sean infractores o no a la ley penal", sostuvo
La Iglesia cuestionó, sin embargo, la intención del Poder Ejecutivo de impulsar una reforma legislativa a la baja de la edad de punibilidad, al advertir que "no se corresponde" con el pedido de Emergencia Nacional en Adicciones "Ni un pibe menos por la droga" que hizo ese organismo eclesiástico el 6 de noviembre de 2016 y el presidente Mauricio Macri asumió mediante el decreto 1249/2016 del 12 de diciembre de 2016
"Se reaviva así un debate sobre el límite establecido legalmente, por debajo del cual el Estado no puede aplicar una pena. Dicho debate no debe rechazarse a los fines de adecuar la legislación penal juvenil, pero necesariamente debe incluir otras perspectivas sociales y jurídicas", aseveró
El organismo eclesiástico aseguró que no se puede caminar "hacia una nueva ley penal juvenil, convirtiendo a los chicos infractores a la ley penal en casi 'enemigos sociales'"
"No podemos mirar solamente la 'fotografía' del hecho que han cometido, sino que debemos mirar la 'película de su vida' para atrás, y así seguramente advertiremos la vulneración de los estándares mínimos de derechos sociales e intrafamiliares vulnerados, que también habrá que considerar y hacer cumplir", aseveró
En otro párrafo del documento, la Comisión de Pastoral de Adicciones citó una carta que Jorge Bergoglio leyó a los jóvenes que participaron de la peregrinación a Luján en octubre de 2005, en la que el hoy papa Francisco advertía sobre las consecuencias sociales que significaba que el 50 por ciento de los niños sean pobres
"Frente a esta realidad de nuestros niños y adolescentes aparecen reacciones diversas que se orientan a un acostumbramiento progresivo de creciente pasividad e indiferencia, una suerte de normalidad de la injusticia; o, por otra parte, una actitud falsamente normativa y de supuesto bien común que reclama represión y creciente control que va, desde la baja de la edad de imputabilidad penal hasta su forzada separación familiar, en ocasiones sometiendo injustamente al sistema judicial situaciones de pobreza familiar o bien promoviendo una discrecional y abusiva institucionalización", subrayaba el actual pontífice

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