Cada uno tiene las prioridades que puede, y en el caso de Tomás Silvente eso incluye respetar la cita quincenal para ir a comer milanesas en la casa de su madre. Pero el orden de sus prioridades le produjo un disgusto porque su novia no podía aceptar que cambiara un encuentro entre ellos por las milanesas de su madre, contó Silvente a través de Twitter.
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Cada uno tiene las prioridades que puede, y en el caso de Tomás Silvente eso incluye respetar la cita quincenal para ir a comer milanesas en la casa de su madre. Pero el orden de sus prioridades le produjo un disgusto porque su novia no podía aceptar que cambiara un encuentro entre ellos por las milanesas de su madre, contó Silvente a través de Twitter.
La novia de Silvente plantó bandera con respecto a visitar su casa por segundo día consecutivo, pero el muchacho le retrucó que no pensaba perderse las milanesas de su madre sin importar lo que le costase. “No es que no me ves por seis meses, me viste ayer 20 horas. MILANESAS COMO CADA 2 SEMANAS (sic)”, escribió. Silvente compartió los chats de la discusión con su novia, pero aclaró que la pareja sobrevivió al episodio.
Para futura referencia, el muchacho ya aclaró que sus prioridades son inamovibles: “Son excelentes las milanesas en general, pero las de mi mamá no tiene comparación”, explicó el muchacho. Claro, como la milanesa de la madre de uno no hay otra igual, y el muchacho hizo valer su derecho. ¿Vos harías lo mismo?