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Masacró a balazos a su expareja y a cuatro familiares

Un agente del Servicio Penitenciario que tenía una medida de restricción perimetral por violencia de género mató a balazos a su expareja, a su hijastra y su novio, a su exsuegra y a su excuñada. Fue detenido.
Sabado, 30 de diciembre de 2017 00:00

En la tarde de ayer un agente del Servicio Penitenciario de la provincia de Santa Fe quedó detenido tras un largo cabildeo con personal de la institución a la que pertenecía y a expertos de la policía, poco después que el mismo asesinara a balazos con el arma oficial a cuatro integrantes de su familia.
El suboficial penitenciario había dado muerte a su expareja, a la hija de ésta y su novio, a su exsuegra y a su excuñada en barrio Alfonso de Santa Fe.
El agresor y victimario fue identificado como Facundo Solís, quien se desempeña en el Servicio Penitenciario de la provincia.
En tanto, su exmujer fue identificada como Mariela Noguera, quien murió como consecuencia de varios disparos de la pistola reglamentaria del suboficial.
Según las primeras versiones de la tragedia, hubo una discusión entre Solís y su expareja que culminó cuando el guardiacárcel, fuera de sí, extrajo su reglamentaria 9 mm y abrió fuego contra su exmujer.
La fuente indica que fue justamente a Noguera a quien le disparó la máxima cantidad de balas.
No trascendió finalmente cuántos impactos recibió la mujer antes de caer fulminada.
Tras atacar a Noguera, a quien ultimó en una vivienda de Monseñor Zazpe al 4100, Solís se dirigió hacia otras dos casas de la misma cuadra donde, de acuerdo a los investigadores, vivían los familiares directos de su expareja.
Allí fue más preciso y ejecutó a balazos en la cabeza a su exsuegra, su excuñada, la hija de su expareja y al novio de ésta, y además hirió en uno de sus brazos a un hijo de la primera víctima, quien se encuentra internado fuera de peligro en el hospital José María Cullen.
Vecinos del lugar convocaron a las fuerzas de seguridad tras escuchar los disparos y minutos después la casa donde se atrincheró al atacante fue rodeada por decenas de policías de la sección Orden Público, Agrupación Cuerpos e Investigaciones.
Tras una larga negociación, Solís se entregó y fue inmediatamente trasladado a una dependencia policial, en momentos en que se agrupaban numerosos vecinos que comenzaban a enterarse de lo sucedido y a mostrar su indignación.
Una de las vecinas del lugar, que se identificó como Liliana, sostuvo que podía imaginar que podía suceder una situación como la de hoy porque Solís “era muy agresivo”.
“Lo habían sacado de la casa porque tenía una orden de restricción para acercarse a su familia. Era conflictivo con ella y con los vecinos, siempre. La señora había hecho denuncias porque era muy agresivo”, señaló al diario La Capital, de Rosario. 
La mujer, que vive en cercanías a las casas de las víctimas, completó diciendo: “Imaginábamos que podía llegar a pasar algo así”.
“Facundo Solís ingresó a la fuerza el 11 de octubre de 2005. Tiene 12 años y 2 meses de antigüedad en la fuerza. Su jerarquía es ayudante y trabaja en el Servicio Penitenciario, en la función de operador. Tiene dos sanciones a lo largo de su carrera, la última fue en el 2015. No tiene suspensiones, que es la falta más grave, sino sanciones más propias de su función, ninguna de gravedad”, dijeron desde el Ministerio de Justicia provincial y agregaron: “Aclaramos que no pertenecía a ningún grupo de elite y no tenía antecedentes penales ni psiquiátricos”.

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En la tarde de ayer un agente del Servicio Penitenciario de la provincia de Santa Fe quedó detenido tras un largo cabildeo con personal de la institución a la que pertenecía y a expertos de la policía, poco después que el mismo asesinara a balazos con el arma oficial a cuatro integrantes de su familia.
El suboficial penitenciario había dado muerte a su expareja, a la hija de ésta y su novio, a su exsuegra y a su excuñada en barrio Alfonso de Santa Fe.
El agresor y victimario fue identificado como Facundo Solís, quien se desempeña en el Servicio Penitenciario de la provincia.
En tanto, su exmujer fue identificada como Mariela Noguera, quien murió como consecuencia de varios disparos de la pistola reglamentaria del suboficial.
Según las primeras versiones de la tragedia, hubo una discusión entre Solís y su expareja que culminó cuando el guardiacárcel, fuera de sí, extrajo su reglamentaria 9 mm y abrió fuego contra su exmujer.
La fuente indica que fue justamente a Noguera a quien le disparó la máxima cantidad de balas.
No trascendió finalmente cuántos impactos recibió la mujer antes de caer fulminada.
Tras atacar a Noguera, a quien ultimó en una vivienda de Monseñor Zazpe al 4100, Solís se dirigió hacia otras dos casas de la misma cuadra donde, de acuerdo a los investigadores, vivían los familiares directos de su expareja.
Allí fue más preciso y ejecutó a balazos en la cabeza a su exsuegra, su excuñada, la hija de su expareja y al novio de ésta, y además hirió en uno de sus brazos a un hijo de la primera víctima, quien se encuentra internado fuera de peligro en el hospital José María Cullen.
Vecinos del lugar convocaron a las fuerzas de seguridad tras escuchar los disparos y minutos después la casa donde se atrincheró al atacante fue rodeada por decenas de policías de la sección Orden Público, Agrupación Cuerpos e Investigaciones.
Tras una larga negociación, Solís se entregó y fue inmediatamente trasladado a una dependencia policial, en momentos en que se agrupaban numerosos vecinos que comenzaban a enterarse de lo sucedido y a mostrar su indignación.
Una de las vecinas del lugar, que se identificó como Liliana, sostuvo que podía imaginar que podía suceder una situación como la de hoy porque Solís “era muy agresivo”.
“Lo habían sacado de la casa porque tenía una orden de restricción para acercarse a su familia. Era conflictivo con ella y con los vecinos, siempre. La señora había hecho denuncias porque era muy agresivo”, señaló al diario La Capital, de Rosario. 
La mujer, que vive en cercanías a las casas de las víctimas, completó diciendo: “Imaginábamos que podía llegar a pasar algo así”.
“Facundo Solís ingresó a la fuerza el 11 de octubre de 2005. Tiene 12 años y 2 meses de antigüedad en la fuerza. Su jerarquía es ayudante y trabaja en el Servicio Penitenciario, en la función de operador. Tiene dos sanciones a lo largo de su carrera, la última fue en el 2015. No tiene suspensiones, que es la falta más grave, sino sanciones más propias de su función, ninguna de gravedad”, dijeron desde el Ministerio de Justicia provincial y agregaron: “Aclaramos que no pertenecía a ningún grupo de elite y no tenía antecedentes penales ni psiquiátricos”.

Coincidencia
La masacre ocurrida ayer se da a un año del cuádruple homicidio que enlutó a la ciudad de Santa Fe el 24 de diciembre de 2016, cuando Marco Feruglio mató a su padre, la hermana, la madre y la pareja de la madre de Romina Dusso, su exesposa y madre de tres hijos. Feruglio fue condenado a prisión perpetua y a su ex mujer resolvió no asesinarla, ya que le dijo: “a vos no te voy a hacer nada, para que sufras”.

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